Revolución Verde, neoliberalismo y transgénicos en México: hacia una subordinación del maíz al capital

Cita: 

Gouttefanjat, Fleur [2021], "Revolución Verde, neoliberalismo y transgénicos en México: hacia una subordinación del maíz al capital", Forhum International Journal of Social Sciences and Humanities, 3(4): 108-119, marzo, https://doi.org/10.35766/j.forhum2021.04.03.9

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2021
Tema: 
Análisis de la introducción del maíz transgénico en México desde la subsunción real del consumo al capital
Idea principal: 

Fleur Gouttefanjat es Maestra en Ciencia Política, mención Teoría Política por Sciences Po - Instituto de Estudios Políticos de Paris, Francia. Sus líneas de investigación son: cultura material; fuerzas productivas y formas de organización social de las civilizaciones mesoamericanas; maíz; movimientos sociales latinoamericanos.


Para comenzar su artículo, Fleur Gouttefanjat establece que en las sociedades actuales, al contrario de lo sucedido en el período de la “Revolución Neolítica”, se ha relegado a los cereales a un plano secundario en el patrón alimenticio. El motivo de lo anterior es, según la autora, la expansión de las harinas refinadas, la carne y el azúcar en la alimentación humana, como resultado del “despliegue histórico del modo de producción capitalista basado en la explotación de la fuerza de trabajo y el productivismo”. Dentro de este fenómeno global, Gouttefanjat destaca la afectación que ha sufrido el maíz, debido a su papel central en la industria alimentaria.

De esta forma, la autora plantea que el objetivo de su artículo consiste en analizar la degradación del maíz nativo y de sus métodos de cultivo dentro del desarrollo histórico del modo de producción capitalista, haciendo uso de los conceptos de subsunción del proceso productivo —de Kalr Marx— y subsunción del proceso consuntivo —de Jorge Veraza—.

Materiales y método

Gouttefanjat señala que su trabajo es de tipo teórico y que descansa sobre un método cualitativo, que articula conceptos de la crítica de la economía política con datos acerca de los cambios ocurridos en la agricultura mexicana durante el siglo XX.

La autora explica que su principal concepto crítico es el de “subsunción real del consumo al capital”, formulado por Jorge Veraza para “indicar cómo la subsunción real del proceso de trabajo al capital propició la constitución de un cuerpo productivo específicamente capitalista cuyos resultados —los bienes de consumo— están por consiguiente también estructurados materialmente de acuerdo a los imperativos del capital”. Por lo tanto, este concepto, como continuación del término marxiano “subsunción real del proceso del trabajo bajo el capital”, busca dar cuenta de cómo los bienes de consumo adquieren fines adecuados a la extracción del plusvalor, sin importar que estos sean nocivos para la salud humana.

Para aplicar este concepto al análisis del proceso histórico de degradación del maíz nativo durante el siglo XX, Gouttefanjat menciona que su estudio se basa en “tres grandes momentos que transformaron las prácticas agrícolas mexicanas, apuntando al desplazamiento o al trastrocamiento del cultivo del maíz”. Estos momentos son: la Revolución Verde, la implementación de políticas neoliberales y la liberación del maíz transgénico en México.

Resultados

La Revolución Verde fue “el primer embate del agronegocio contra la agricultura campesina tradicional, y especialmente contra el maíz”. La autora define a la Revolución verde como un proyecto de investigación respecto a la productividad de las plantas, cuyo “aspecto descollante ha sido la experimentación sobre semillas y la creación y comercialización de semillas híbridas”. Para Gouttefanjat, la Revolución Verde inauguró la mercantilización de las semillas; a partir de ésta, se modificaron los patrones tradicionales de cultivo a favor de los grandes sistemas agroalimentarios.

En México, la Revolución Verde inició a causa del modelo de industrialización por sustitución de importaciones. La autora marca el inicio de este proceso en 1941, con la firma del acuerdo entre la fundación Rockefeller y el gobierno mexicano “para la investigación en torno a mejora de los rendimientos agrícolas y a la experimentación sobre trigo y maíz en territorio mexicano”. Sin embargo, fue hasta 1953 que los resultados de este proyecto tuvieron influencia en el cultivo de trigo. Gouttefanjat cuenta que, durante esta época, el maíz aún no era foco de atención por ser un cultivo de pequeño tamaño y con pocos recursos, lo que imposibilitaba a los campesinos que sembraban esta semilla adquirir el paquete tecnológico de las semillas híbridas; además, estaba el arraigo del campesinado a los métodos tradicionales de cultivo y a las semillas nativas.

No obstante, si bien el cultivo de maíz no fue directamente afectado durante este período, padeció de las estrategias que se aplicaron, como la desviación del financiamiento estatal hacia la agricultura industrial en el norte del país y la multiplicación de las técnicas de cultivo experimentadas sobre el trigo, que se extendieron en la década de 1980 al cultivo del maíz. De acuerdo con la autora, este último proceso fomentó la concentración del comercio agroalimentario en detrimento de los pequeños productores. Esto devino en un fuerte éxodo rural, la contaminación de los suelos y la reducción de la calidad nutricional de los alimentos. En este marco, la autora establece que se puede hablar no sólo de la subsunción del consumo final, sino también del consumo productivo, “ya que abarca todos los bienes que sirven de premisa al proceso de producción: semillas, tierras, biodiversidad, etc.”.

El neoliberalismo como consolidación de la subsunción real del sector agrícola al capital

Para iniciar este apartado, Gouttefanjat define al neoliberalismo como “una serie de medidas principalmente económicas, destinadas a paliar la caída de la tasa de ganancia (…) mediante la instauración de un nuevo modelo particular de acumulación distinto al modelo keynesiano”. En este sentido, este período supuso la multiplicación de tratados de libre comercio de países del Sur con potencias del Norte, la reconfiguración de las prerrogativas de los Estados hacia una desregulación de los asuntos económicos y el desmantelamiento del Estado de bienestar. Este proceso tuvo como resultado “una privatización creciente de ciertos recursos que eran considerados bienes comunes”, pero que también son “premisas naturales para la producción”. Para la autora, ello radicalizó la subsunción del consumo productivo al capital.

En México, las políticas neoliberales fueron implementadas a partir de 1982 y supusieron la desregulación estatal del mercado, que favoreció a las empresas transnacionales. Respecto al sector agrícola, el neoliberalismo en México marcó el fin del apoyo gubernamental al campo y, en 1992, la legalización de la privatización de las tierras ejidales.

La firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1993 institucionalizó las reformas estructurales en curso, por lo que el campo sufrió cambios drásticos. Por ejemplo, el acaparamiento de los mercados de maíz por parte de las corporaciones transnacionales al momento de la cancelación de aranceles y cuotas de importación a este producto. Así, la autora escribe que “la producción de maíz se dirigió cada vez más hacia una producción industrial basada en el modelo norteamericano heredado de la Revolución Verde, en detrimento de las pequeñas unidades de producción destinadas al autoconsumo”. La creciente importación de maíz extranjero favoreció a grandes empresas como Cargill, Tyson, Pilgrims o Corn Products International.

Gouttefanjat considera que este proceso fomentó la destrucción de la soberanía alimentaria en México, “que fue explicada y justificada por las necesidades del comercio internacional y las ventajas comparativas”. Como causa de este proceso, la autora ubica a las políticas domésticas, las políticas públicas que socavaron a la pequeña agricultura y al desmantelamiento de las organizaciones que brindaban apoyo a esta última. Ella señala que el neoliberalismo también impactó en el consumo de la población mexicana, debido a que supuso una disminución en el consumo de maíz y un aumento del consumo de comida chatarra, lo que disparó la obesidad, el sobrepeso y la proliferación de enfermedades.

De esta forma, la autora resume: “las políticas neoliberales impuestas en México llevaron a cabo una ampliación cuantitativa y cualitativa de la subordinación del proceso de producción y de consumo de alimentos al capital que ya venía ocurriendo desde la Revolución Verde”. Con ello, argumenta, la subsunción real del sector agrícola y del consumo alimenticio al capital adquirieron nuevas características y dimensiones.

La biotecnología agrícola como redondeamiento de la subsunción real del sector agrícola al capital

Los organismos genéticamente modificados (OGMs), o transgénicos, incorporan cruces entre especies muy distintas. La autora apunta que la multiplicación de su uso se caracterizó por la falta de precaución y de estudios rigurosos respecto a sus efectos nocivos.

Posteriormente, Gouttefanjat traza una trayectoria de la introducción de los OGMs en México. Señala que desde finales de la década de 1980 se comenzó a favorecer la libre circulación de los OGMs; sin embargo, fue la Ley de Bioseguridad de 2005 la que permitió la ubicación de espacios en los que se podría sembrar maíz genéticamente modificado en el territorio mexicano. También, en 2007 se ratificó la Ley de Producción, Certificación y Comercialización de Semillas, la cual, según la autora, al criminalizar el libre intercambio milenario de semillas, cedió a las grandes corporaciones el control sobre el mercado de semillas. En 2009, con el fin a la moratoria en torno a la siembra de maíz transgénico declarada por Felipe Calderón, empresas como Monsanto, PHI-Pionner y Dow AgroSciences pidieron autorizaciones para la siembra de maíz comercial; no obstante, estas autorizaciones quedaron detenidas en 2012 debido a la amplia movilización social en defensa del maíz nativo.

Los OGMs y sus plaguicidas tienen efectos negativos en la salud de los productores, consumidores y el medioambiente. En México, esto se ha presentado en la contaminación de maíces nativos a causa del maíz transgénico importado de Estados Unidos. La autora señala que, a pesar de las moratorias al maíz transgénico, el TLCAN permitía la entrada de este producto a territorio nacional, con lo que “quedó claro el doble juego del Estado mexicano”.

Conclusiones

Gouttefanjat señala que su artículo demuestra que pensar el desarrollo capitalista en el siglo XX como subsunción real del consumo —en continuidad con la subsunción formal y real del proceso de trabajo al capital teorizada por Marx– permite pensar la subordinación de la esfera consuntiva a las necesidades de acumulación del capital. Así, “la subsunción del consumo describe una manipulación del contenido material de la riqueza en la cual los valores de uso tienden a modificar la fisiología de los sujetos, su funcionamiento y sus equilibrios bioquímicos”.

En el ámbito de la alimentación, la autora considera que la subsunción del consumo al capital se presenta como la imposición de un “nuevo sistema alimentario” que relega y/o degrada al cultivo de los cereales. Tal es el caso del maíz nativo en México, que fue subordinado al capital a partir de la Revolución Verde. Más aún, Gouttefanjat establece que, por las características objetivas de las plantas genéticamente modificadas, “todo el proceso de subsunción real de la producción agrícola y del consumo alimenticio fue redimensionado cualitativamente”. Además, considera que este proceso “redondeó la expropiación del campesinado que comenzó con la llamada acumulación originaria y en el cual el ser humano se encuentra hoy hasta desposeído del núcleo mismo de la vida.”

Para cerrar, la autora enfatiza que el análisis del proceso de degradación del maíz nativo desde el concepto de subsunción real del consumo al capital, permite el desarrollo de una perspectiva integral para entender la continuidad de los fenómenos descritos en su artículo y ayuda a reflexionar, de mejor manera, sobre la articulación entre los movimientos a favor del cultivo de maíz nativo y las contiendas en otros ámbitos de la sociedad.

Datos cruciales: 

1. En 2000, 30% del maíz cultivado en Estados Unidos era transgénico y en 2010, esta proporción alcanzaba 80%.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La degradación del cultivo de maíz nativo y la introducción del maíz transgénico en México es, como la autora señala, resultado del desarrollo histórico del capitalismo. Este proceso transforma muchos ámbitos de la esfera social que lo convierten en un objeto de estudio importante. Algunos de estos ámbitos son: el medio ambiente, la salud humana, la relación entre empresas, Estado y sociead, así como los éxodos rurales y la urbanización.