Byung-Chul Han es un filósofo y ensayista surcoreano experto en estudios culturales y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín.

En este texto, el pensador surcoreano hace una crítica al pensamiento tardío de Michel Foucault. A finales de los años 70 del siglo XX, Foucault intentó analizar las nuevas formas de gobierno neoliberales; para realizar esa tarea, utilizó los conceptos de biopolítica y población. No obstante, Han plantea que el pensador francés no tenía claro que los conceptos de biopolítica y población fuesen adecuados para estudiar el régimen neoliberal. Lo anterior impidió que Foucault diera un giro hacia la psicopolítica.

Entonces, Foucault no se ocupó del análisis de la biopolítica neoliberal. Al respecto, Agamben explica que el hecho de que Foucault haya muerto, impidió que éste profundizara en la investigación sobre la biopolítica neoliberal. Pero Han puntualiza que el análisis de Agamben tampoco explica las técnicas de poder del régimen neoliberal: los homines sacri no son ya excluidos, sino incluidos en el sistema.

Han explica que el concepto de biopolítica en Foucault asocia a lo biológico con lo corporal, y a su vez, esa asociación está vinculada con la forma disciplinaria del capitalismo. No obstante, el autor surcoreano señala que el capitalismo ha mutado y como resultado se observa al neoliberalismo donde se descubre a la psique como fuerza productiva.

Así, se produce el giro a la psicopolítica y su relación con el capitalismo (que está determinado por formas de producción inmateriales e incorpóreas, que producen informaciones y programas). De esta manera, el cuerpo ya no es tan central como fuerza productiva, si se compara con la sociedad disciplinaria. Lo que observa Han es que “disciplinamiento corporal cede ante la optimización mental”. Por tanto, lo que Han llama neuro-enhancement, se distingue de las técnicas disciplinarias psiquiátricas.

El cuerpo se convierte en objeto de optimización estética y técnico-sanitaria, lo que cede el paso a la intervención estética (cirugía plástica, fitness, sexness, etc.).

Otro autor que coincide en que el concepto propuesto por Foucault ya no tiene cabida en la actualidad es Bernard Stiegler. Él propone que las “psicotecnologías del psicopoder” operan en lugar del biopoder. O sea, las industrias “telecráticas” como la televisión rebajan a las personas a entes consumistas que se mueven por sus impulsos. Sin embargo, Stiegler se queda corto ya que solo analiza a la televisión. Han propone ampliar el análisis a los medios digitales genuinos que configuran a la “estructura panóptica de la red digital”.

En la década de 1980, Foucault también pensó en las "tecnologías del yo". Este concepto se refiere a las prácticas sensatas y voluntarias que son fijadas como reglas de conducta y utilizadas por las personas para transformarse a sí mismas: hacer de su vida una obra que presenta valores estéticos y que responde a criterios de estilo.

El pensador francés desarrolla esa ética histórica del yo, la cual está separada y opuesta a la técnicas de poder y dominación. Sin embargo, Han agrega que la técnica de poder del régimen neoliberal es una realidad no vista por el pensador francés. Es decir, en el régimen neoliberal, el poder de dominación acapara a la tecnología del yo y esa técnica del yo neoliberal es una eficiente forma de dominación y explotación.

Finalmente, el pensador surcoreano afirma que la técnica del poder en el neoliberalismo no se apodera directamente de la persona, sino que ésta actúa de manera que reproduce la dominación por sí misma mientras piensa que es libre. Así, se explota voluntariamente. Esta técnica neoliberal de poder se ocupa de que el individuo actúe de tal modo que reproduzca por sí mismo la dominación, que es interpretada por él como libertad.