México- Estados Unidos de América ¿una estrategia de desarrollo con integración territorial de beneficios mutuos?

Cita: 

Sánchez, Adolfo [2020], "México- Estados Unidos de América ¿una estrategia de desarrollo con integración territorial de beneficios mutuos?", Factores críticos y estratégicos en la interacción territorial desafíos actuales y escenarios futuros, Vol. I, México, Amecider, http://ru.iiec.unam.mx/5061/1/4-224-Sanchez.pdf

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Enero 1, 2021
Tema: 
México y su interrelación comercial con EE. UU.
Idea principal: 

Adolfo Sánchez Almanza es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales e Investigador Titular en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.


La relación entre Estados Unidos y México es bastante amplia e incluyen múltiples dimensiones: económica, política, cultural, etc. Durante el mandato de Porfirio Díaz las inversiones norteamericanas crecieron rápidamente en diversos sectores económicos de México, entre los que destaca el de comunicaciones terrestres como el ferrocarril, que servían para fomentar aún más el comercio entre ambos países. Esto se complementó con inversiones en otros sectores como electricidad, minería y petróleo.

A partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994, las relaciones entre ambos países se han profundizado aún más, aumentando el intercambio de bienes y servicios, así como también mediante una mayor integración de varios sectores económicos y territorios mexicanos en las cadenas de producción estadounidenses, esto en el marco de la globalización y relocalización de la industria mundial.

La globalización ha avanzado por fases. En la primera aumentaron el comercio internacional, la inversión extranjera directa y la relocalización de diferentes procesos manufactureros. En la etapa actual se observa un proceso de desglobalización y el avance de medidas proteccionistas, así como también la reestructuración de diferentes alianzas comerciales producto de rompimientos en cadenas globales de valor. Esto ha implicado una reorganización de los grandes bloques comerciales, económicos y militares, que están integrados por diversos intereses, así como por menores costos, que a su vez traerán mayores ganancias.

El comercio internacional en América del Norte ha mantenido una tendencia creciente entre 2005 y 2018, siendo Estados Unidos el país del bloque que más aportó al comercio mundial (11.05%) al final de ese periodo, mientras que Canadá y México contribuyeron con 2.61% y 2.11% respectivamente, ambos también con una tendencia creciente.

México ha tenido distintos efectos debido al cambiante entorno mundial, tanto en el desenvolvimiento de sus actividades socioeconómicas, como en la estructura y funcionamiento del territorio. El cambio de modelo económico de México ha magnificado los impactos externos que se combinan con las condiciones nacionales ya presentes. En 1994, los sectores exportadores mexicanos eran principalmente el petrolero y extractivo, con 57% del valor total de las exportaciones, mientras que los manufactureros aportaban el 38%, y las exportaciones agropecuarias representaban apenas el 5%. En cambio, en 2019, las exportaciones de los manufactureros aumentaron hasta 89% del valor total de las exportaciones, dejando al petróleo y extractivos en 7% y a las exportaciones agropecuarias en 4%. Para México esto significa un cambio de rumbo hacia una menor dependencia de materias primas, avanzando así hacia la industrialización.

El sector externo mexicano que apoyó el crecimiento económico del país estuvo respaldado por la inversión extranjera directa. Entre 1999 y 2019, el sector recibió 589 mil millones de dólares, siendo Estados Unidos el país que más aportó de esta cantidad con 47%, seguido de Unión Europea con 31%, 7% de parte de Canadá y 5% de Japón.

Con el cambio hacia un modelo de economía abierta en México se ha impulsado la capacidad exportadora de manufacturas del país, destacando los subsectores de fabricación de equipo de transporte, fabricación de equipo de computación, comunicación, medición, y el subsector de extracción de petróleo y gas, entre otros. Esta estructura predominante de exportaciones tiene una gran concentración en la zona norte del país. Del valor total de las exportaciones los estados del norte como Chihuahua, Baja California, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas aportan 12.9%, 10.8%, 9.9%, 9.1% y 7.7% respectivamente, alcanzando así 50.6% del valor total de las exportaciones mexicanas. Esto está asociado directamente al destino de las mercancías, que en su mayoría van a Estados Unidos.

Entre los principales efectos de la apertura comercial de México destacan el aumento de 17.2 veces del valor total de las exportaciones entre 1994 y 2019, así como también la consolidación del país como primer socio comercial de Estados Unidos y como tercer socio comercial de Canadá. Esto indica una fuerte dependencia productiva y comercial entre los tres países integrantes del TLCAN. Entre México y Estados Unidos en algunos sectores como el automotriz, esto es particularmente cierto, considerando que entre ambos países se comercian vehículos y autopartes por un monto aproximado de 146 mil millones de dólares. A esto hay que agregarle que México es uno de los principales destinos de las exportaciones de 31 diferentes estados de Estados Unidos.

Otro sector relevante para la economía mexicana y que mostrado un gran dinamismo debido al TLCAN es el primario. La agricultura empresarial ha aprovechado la gran riqueza de ecosistemas y climas presentes en diferentes regiones del país que ofrecen condiciones adecuadas para la producción agropecuaria, pesquera y forestal que atiende la demanda externa mediante productos de alta calidad a precios accesibles durante todo el año.

La apertura comercial a la que ha estado sujeta México desde la entrada en vigor del TLCAN ha traído diferentes efectos, tanto positivos como negativos. Entre los beneficios del TLCAN destacan un crecimiento del comercio y la inversión en el país, así como el impulso que ciertos sectores nacionales han tenido tanto en tecnología como en productividad y competitividad. También cabe destacar que la economía del país ha avanzado en cuanto a su despetrolización. Sin embargo, del lado de los puntos negativos, se encuentran el bajo y desigual crecimiento económico del país, los bajos salarios, el modelo maquilador y de ensamble con bajo desarrollo de innovación y tecnología propios, la baja participación de las PYMES mexicanas en el proceso productivo, la débil transferencia tecnológica, entre otros.

Las tendencias económicas y comerciales entre los integrantes del TLCAN (ahora T-MEC), especialmente entre Estados Unidos y México indican un proceso de mayor integración en diferentes aspectos, como el cultural, demográfico, migratorio, social, económico y ambiental. México debe no solo cuidar, sino también aprovechar de mejor manera la relación con sus vecinos del norte, para así lograr un mejor crecimiento para su economía. El país se ha beneficiado de varias maneras de la apertura comercial; sin embargo, también hay que poner atención a los aspectos negativos que este modelo económico no ha podido resolver. La globalización como nueva realidad mundial es algo a lo que México deberá seguirse adaptando.

Datos cruciales: 

1. Entre 1999 y 2019, el sector exportador mexicano recibió 589 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, siendo Estados Unidos el que más aportó de esta cantidad con 47%, seguido de la Unión Europea con 31%, 7% de parte de Canadá y 5% de Japón.

2. Entre México y Estados Unidos se comercian vehículos y autopartes por un monto aproximado de 146 mil millones de dólares.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La apertura comercial es algo que ha sido beneficioso para México en ciertos aspectos, mientras que los factores que esta ha generado como la interdependencia de las cadenas productivas, del intercambio comercial y de las economías de Estados Unidos y México es algo que formará parte de la nueva realidad de la dinámica económica del país. México no puede descuidar los efectos negativos que la apertura comercial ha traído consigo, especialmente si son problemas que pueden profundizarse más con una mayor integración con las cadenas de valor globales. El Estado debe aprovechar su posición comercial privilegiada y buscar una política de industrialización en la que se procuren la generación de valor, la innovación, el crecimiento de la productividad y el desarrollo tecnológico, entre otros.