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La isla tiene elementos raros necesarios para los coches eléctricos y las turbinas eólicas. Los manifestante bloquean un proyecto, lo cual indica que las empresas mineras deben ser más cuidadosas. La isla Narsaq tiene pocos habitantes y es conocida por sus paisajes y sus glaciares.

Groenlandia es conocida por sus minerales raros, lo cual se debe al cambio climático y al interés mundial por el desarrollo de tecnología ecológica. Estas tierras “raras” que son usadas en turbinas eólicas, motores eléctricos y dispositivos electrónicos son materias primas esenciales para dejar de usar combustibles fósiles. China tiene casi el monopolio completo de estos minerales.

La idea de que Groenlandia puede ser un proveedor rival de tierras raras ha desencadenado una fiebre del oro moderna. Las superpotencias mundiales se disputan la influencia. Los inversores millonarios están haciendo grandes apuestas.

Las empresas mineras quieren explorar toda la isla y buscar níquel, cobalto, titanio y oro. No obstante, los que quieren explorar la isla deberán lidiar con Mariane Paviasen y los residentes indígenas de la aldea de Narsaq. Paviasen fue elegida miembro del Parlamento de Groenlandia en abril de 2021 y antes era gerente de un helipuerto que proporcionaba una de las escasas formas de llegar a Narsaq.

El clima extremo causado por el cambio climático, la creciente demanda de vehículos eléctricos y otras tecnologías ecológicas que necesitan metales raros apuntan a la conquista de Narsaq. La pesca en Narsaq es la industria principal y muchas personas viven en casas de madera. El fiordo cercano ya no se congela tan sólidamente en invierno debido a las altas temperaturas y las personas ya no pueden conducir sus autos en él.

La piedra imán de las alturas de Narsaq atrajo a una empresa australiana respaldada por inversores chinos que querían explotar una mina, hasta que se encontraron con la Sra. Paviasen. La mina iba a crear puestos de trabajo e ingresos fiscales, pero también produciría uranio radiactivo.

La Sra. Paviasen formó un grupo de protesta en 2013 al que llamó “¿Urani? Namiik”, es decir “¿Uranio? No”. La Sra. Paviasen es cuidadosa con lo que dice y es conocida por ser implacable.

En abril de 2021 la Sra. Paviasen y un grupo de protesta se sobrepusieron a la empresa Greenland Mineral e influyeron en la opinión pública a favor de un proyecto que frenaría la mina. La victoria de este grupo envió una señal a quienes tienen en la mira la riqueza de Groenlandia. El mensaje fue que cualquier proyecto que amenazara al medio ambiente tendría problemas con la población.

Los residentes no quieren sufrir más las consecuencias del cambio climático a causa de la explotación de estos metales. Groenlandia ha sido el objetivo de exploradores desde el siglo XIX debido a su historia geológica porque casi no hay árboles y hay poca vegetación, esto hace más fácil la lectura de rocas.

El cambio climático ha expuesto más depósitos potenciales de minerales. Los barcos que van hacia el Pacífico ya pueden navegar por la parte superior de Canadá gran parte del año acortando sus viajes hacia Asia.

Estados Unidos ha aumentado su presencia diplomática: Antony J. Blinken visitó Groenlandia poco después de ser nombrado secretario de Estado de Biden.

En 2020 Estados Unidos abrió un consulado en Nuuk por primera vez desde 1950. Anglo American, una minera británica, ha delimitado franjas de una isla donde creen que tiene depósitos de níquel, que es esencial para las baterías de los coches eléctricos.

KoBold Metal, empresa respaldada por Bill Gates y Jeff Bezos formó una empresa conjunta con Bluejay Mining para buscar minerales en la zona usando inteligencia artificial para localizar depósitos.

Los líderes del nuevo gobierno de Groenlandia ven el mineral del país como un medio para trabajar hacia la independencia financiera de Dinamarca. Pero nadie cree que las reservas de Groenlandia sean lo suficientemente grandes como para convertirla en la Arabia Saudita de níquel o titanio.

Una promesa de riquezas

Un grupo de hombres se dirigió a un muelle de Narsaq, la mayoría iban armados. Algunos se dirigían a cazar focas y otros querían buscar ballenas. Estas personas no temen enfrentarse a las empresas mineras extranjeras, por ello la oposición a la mina pareció ser unánime.

Emanuel Joelsen, uno de los cazadores de ballenas dijo que a sus futuros parientes les gustaría vivir en esa ciudad, además la carne de ballena sigue siendo elemental en la dieta de los groenlandeses. La caza de ballenas se permite en un número limitado. El mar o aire son las únicas formas de llegar a Narsaq. La mayoría de la gente habla groenlandés.

Los principales empleadores son el gobierno y una pequeña fábrica que limpia y congela el fletán, el salmón y los camarones capturados por la población local para exportarlos a Asia. Los residentes de Narsaq primero estaban a favor de la mina porque creían que crearía mejores trabajos.

La gente poco a poco fue desconfiando de las promesas y garantías de Greenland Minerals cuando decían que una presa evitaría que agua radioactiva les afectara.

Minería “de manera correcta”

Los ejecutivos mineros dicen ser conscientes de las necesidades de atender las preocupaciones climáticas. Bo Moller Stensgaard, ex geólogo del gobierno danés quien es el director ejecutivo de Bluejay Mining, señaló que esta empresa tiene planes para extraer ilmenita.

La ilmenita es un mineral alto en titanio que se puede separar de la arena negra que la contiene usando imanes en lugar de productos químicos tóxicos.

Una alternativa a China

En el lado opuesto de Narsaq hay un proyecto minero y su principal patrocinador no ha generado la misma hostilidad que Greenland Minerals. Greg Barnes, un ciudadano australiano, tiene una licencia para explotar el área conocida como Tanbreez.

El sitio tiene tazas de radioactividad, pero ricos depósitos de metales como tantalio, el cual se usa en teléfonos móviles. El circonio también se encuentra en el área y se usa en celdas de combustible y productos electrónicos.

Donald Trump anunció en 2019 que quería comprar Groenlandia poco después de que Barnes visitara la Casa Blanca para informar sobre las riquezas de Groenlandia. Los funcionarios estadounidenses no quieren que China domine este tipo de territorios.

La Sra. Paviasen y su grupo están centrados en detener el proyecto Greenland Minerals y observan con cautela a Barnes.

“Mucho dinero para la población local”

Greenland Minerals ha mantenido un perfil bajo desde que las elecciones de abril de 2021 llevaron al poder a un gobierno anti-uranio. La compañía ha enviado los minerales a otro lugar para su procesamiento en lugar de separar el uranio de Narsaq.

La empresa prometió capacitar a la población para que trabajara y dijo que la radiactividad sería mínima. John Mair, director de la empresa, dijo que el proyecto de Greenland Minerals traería beneficios a Groenlandia y que traería estímulos económicos a empresas locales.

El Sr. Mair negó que los intereses chinos influyeran en Greenland Minerals y dijo que Shenghe Resources juega un papel de asesor crucial. El Sr. Mair considera que la competencia y experiencia en minerales raros de Shenghe en occidente es inigualable.

Una liga de ganaderos de ovejas

Muchas personas como Aviaja Lennert están preocupadas porque los desechos radioactivos de las minas dañen sus rebaños. La Sra. Paviasen dice que esta zona es una de las más hermosas de Groenlandia y vale la pena luchar por ella.