Andrea Cárdenas es reportera en 5°Elemento Lab, un espacio de investigaciones e innovación periodística sin fines de lucro. Ha escrito sobre corrupción, política y temas económicos.

La filtración de los Pandora Papers, a cargo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (CIPI), ha dejado al descubierto que al menos 3 mil 47 mexicanos o residentes trasladaron parte de su patrimonio e ingresos a más de veinte paraísos fiscales, donde se encuentran las tasas impositivas más bajas del mundo y esquemas laxos de regulación, gracias a la creación de mil 913 sociedades offshore.

Actualmente se considera la mayor filtración de documentos financieros al sumar un total de 11.9 millones de archivos, los cuales ofrecen un panorama de cómo el dinero oscuro fluye a través del sistema financiero global, en lugar de ser recaudado por los ministerios de hacienda.

Las empresas offshore o empresas papel (porque si bien no tienen actividad empresarial, sí gozan de tal figura jurídica) se encuentran principalmente en las Islas Vírgenes Británicas, Panamá, Nueva Zelanda, Escocia, y recientemente en Dakota del Sur, Nevada y Delaware, territorios de Estados Unidos. “Aunque tener una sociedad offshore no es un delito, a menudo los paraísos fiscales ayudan a políticos, empresarios o incluso a criminales a mantener sus actividades fuera del radar de las autoridades hacendarias y de las agencias reguladoras”.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) en México estima que la evasión fiscal de los grandes contribuyentes equivale a 3% del PIB, alrededor de 700 mil millones de pesos. En los Pandora Papers se identifican al menos 14 millonarios mexicanos de la lista Forbes, algunos son, María Asunción Aramburuzabala, Fernando Chico Pardo, Alberto Baillères, Germán Larrea, familiares de Ricardo Salinas Pliego, Leopoldo Espinosa Abdala, los herederos Emilio Azcárraga, la nieta del fundador de Arca Continental y Olegario Vázquez Raña y su familia.

Las empresas offshore ofrecen servicios bancarios y legales que permiten a los clientes ocultar su identidad bajo capas y capas de protección en el traslado de sus fortunas y compra de propiedades o artículos lujosos. A continuación, se presentan los principales despachos que ayudaron a mexicanos a crear empresas offshore.

Por ejemplo, Germán Larrea, poseedor de la segunda fortuna más grande de México, entre 2013 y 2016 adquirió residencias en Estados Unidos con un valor conjunto de 36.9 millones de dólares (md) a través de empresas establecidas en dicho país, pero controladas desde las Islas Vírgenes. Al presente, el millonario es director y accionista de nueve firmas ubicadas en el oasis del medio del Caribe, algunas de ellas son Albermarle Overseas Limited, Kinnardway Overseas Limited y Quivery Ventures Limited.

EU, la nueva escalera al paraíso fiscal

Por muchos años, el sistema offshore estuvo concentrado en un grupo de islas en el Caribe, sin embargo, los Pandora Papers muestran que Estados Unidos se halla en el top 10 de las jurisdicciones favoritas de los mexicanos para afincar sus empresas y fideicomisos offshore, debido a que en 2014 el país del Norte “se negó a sumarse a un acuerdo apoyado por más de 100 jurisdicciones que hubiera obligado a las instituciones financieras estadounidenses a compartir la información que tienen sobre los bienes de personas del extranjero”.

María Asunción Aramburuzabala, única mujer mexicana en la lista Forbes y heredera de la cervecería Modelo, en 2006 compró una mansión de 6.8 md mediante la firma DC 16 Inc., establecida en Delaware. También es beneficiaria, junto con su hermana, de un fideicomiso creado a partir de recursos provenientes de la venta de Grupo Modelo, mismo que entre 2010 y 2013 movió en secreto 40 md a las cuentas de Sky Chariot LLC, una empresa offshore creada por su madre, Lucrecia Larregui González en Delaware.

Otros mexicanos que figuran en los Pandora Papers son Alberto Baillères González, director por más de 5 años de Grupo Bal, y el abuelo de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas y TV Azteca, quién creo prácticamente una maquinaria de sociedades en paraísos fiscales en beneficio de sus 5 hijos y otros familiares, el dinero fluyó desde Suiza y Estados Unidos para pagar pólizas de seguro, comprar y mantener exclusivas residencias en la Riviera Maya e invertir en proyectos de hotelería. Muchas de estas familias se han rehusado a realizar comentarios al respecto.

Chuck Collins, autor de Los acumuladores de riqueza, comenta que los multimillonarios pagan millones para ocultar billones. Entre las razones por las cuales los más ricos eligen paraísos fiscales es para poder transferir la riqueza a la siguiente generación con la menor carga fiscal posible; comprar bienes raíces y ponerlos a nombre de otros miembros de la familia permite diversificar el patrimonio, simular una pérdida de dinero cuando en realidad se está ganando dinero, además de que en Estados Unidos nadie confiscará una propiedad sin el debido proceso.