Fierce contests. Deception and destruction can still blind the enemy

Cita: 

The Economist [2022], "Fierce contests. Deception and destruction can still blind the enemy", The Economist, London, 29 de enero, https://www.economist.com/technology-quarterly/2022/01/27/deception-and-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Enero 29, 2022
Tema: 
Las tácticas para combatir los sensores en la nueva era de los enfrentamientos bélicos.
Idea principal: 

El avance tecnológico ha hecho posible la introducción de más sensores al campo de batalla, pero los logros depende de las tácticas de guerra que se utilicen. Existen cuatro formas para hacer frente a los sensores de los enemigos: destruirlos, desafiarlos, desaparecer y engañarlos.

El uso de radares se ha hecho esencial para establecer superioridad aérea. En este caso para que funcionen deben revelar su ubicación. Los sistemas de defensa aérea no están diseñados para detectar pequeños drones que llevan un teléfono inteligente de alta resolución con cámaras y destruirlos sería una forma costosa de hacerlo.

Por lo tanto, el gobierno de Estados Unidos se encuentra invirtiendo en defensa aérea de corto alcance. Las fuerzas armadas que cuenten con pocos drones, que son la gran mayoría, verán sus recursos militares desperdiciados ante un enfrentamiento contra un enemigo bien equipado y experimentado de drones.

Sin embargo, a medida que el avance tecnológico abarata los costos de adquisición de drones también se abarata el desarrollo de tecnologías anti drones.

Para la migración del uso de chips al uso de sensores resulta vital la tecnología satelital para la vigilancia y comunicación. No obstante, hacerse dependiente de los satélites es también asumir sus vulnerabilidades. China, Estados Unidos, India y Rusia, quienes han puesto en funcionamiento el uso de sus satélites, también han hecho pruebas de misiles contra satélites. Sin embargo, no han sido usados en el campo de batalla real por las posibles represalias de contraataques nucleares.

Otro recurso es atascar, sobrecargar o ensordecer los radares como parte de la guerra electrónica (EW por sus siglas en inglés). Estas tácticas de EW en el campo de batalla han sido usados en pruebas por parte del gobierno de Estados Unidos, como el ejercicio realizado en Octubre de 2021 en California por el cuerpo de Marines.

La Estrategia de Seguridad Informática de Gran Bretaña publicado en diciembre de 2021, señala explícitamente que una de tareas del nuevo cuerpo militar de seguridad informática es desmantelar sistemas de comunicaciones por internet.

Sin embargo, las tácticas de desmantelar sistemas de comunicaciones por internet no reemplazan las tácticas de camuflaje de objetos en el campo de batalla. Pero el camuflaje es usado actualmente para repeler las señales de sensores o para evitar ser vistos. Pero dado el alcance de los sensores más actuales resulta casi imposible no ser visto. Frente a lo cual resulta conveniente recurrir a la táctica del engaño. Poner el mayor número de objetos visibles en el campo de los radares de tal forma que haya un mayor margen de error al detectar o al contraatacar, ya que se volvería costoso destruir los señuelos.

A menudo ambas tácticas van de la mano: desaparecer y engañar. Las tecnologías furtivas no necesitan hacer completamente invisible a un avión, sino hacer su señal de radar lo suficientemente pequeña como para que un pequeño señuelo barato pueda imitarlo. Y destruir muchos señuelos resulta costoso y arriesgado. Ya que al disparar a un blanco pone en evidencia la localización del radar.

El uso de la inteligencia artificial ayuda a identificar señuelos, pero su perfeccionamiento requiere de prueba y error para el aprendizaje de modelos, lo cual puede traer oportunidades para poder engañarlos.

Las ventajas de llevar a cabo enfrentamientos con el uso de sensores, a parte de la expectativa del abaratamiento de costos en el futuro cercano, es poder librar batallas sin la necesidad de destrucción del enemigo. Argumenta Franz-Stefan Gady del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos, un think-tank. Sobrevivir a un mundo cada vez más transparente en el espacio de batalla puede ser posible pero requerirá mayores esfuerzos, ya que ambos atacantes necesitarán construir “capas defensivas múltiples”, tales como: defensa área, tácticas de guerra electrónica y de sensores.

Una revolución en los sensores, el uso de datos y la forma en la cual se toman las decisiones pueden llegar a facilitar la selección de objetivos y matar cada vez más rápido, pero también da como resultado una forma de guerra más prolongada, dura y desordenada.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La tecnología y la guerra van de la mano en un mundo capitalista donde la lógica por la ganancia rige los nuevos patrones de consumo y de enfrentamientos bélicos. El alcance de las nuevas tecnologías digitales también renueva las formas de la guerra, abriendo el terreno de su uso militar.