Ernesto Martínez es corresponsal en el diario La Jornada.

El sacerdote Gregorio López denunció la falta de acción de las autoridades federales y estatales ante el desplazamiento forzado de las familias de Tierra Caliente por las amenazas del crimen organizado. “Te vas de inmediato o te mueres”, dicen los criminales a los expulsados. Dichas familias se ven en la obligación de vender sus tierras, animales y posesiones. Gregorio asegura que han huido sobre todo durante 2021, pero que desde 2013 la gente huye de su localidad, busca albergue por unos días y después continua su camino hacia la frontera norte u otros estados del país.

López también comenta que junto con otros curas y organizaciones sociales han habilitado refugios donde reciben a las familias provenientes de Coalcomán, Chinicuila, Tepalcatepec, Buenavista y Aguililla. “En Tepalcatepec se calculan más de mil desplazados; en Aguililla al menos 8 mil; mil en Coalcomán, pero toda esa región, a decir del cura, fueron más de 34 mil”.

Además, explicó que grupos altruistas y la iglesia misma apoyan 39 albergues donde se atienden a familias y perseguidos. Incluso se les otorga asesoría legal a aquellos que desean refugiarse en Estados Unidos.

Sin embargo, los sacerdotes también están expuestos. En 2020 el cura fue expulsado de Apatzingán por su activismo contra el crimen organizado. A finales de 2021 regresó y abrió el albergue El Buen Samaritano, para indigentes. También fue amenazado por Los Caballeros Templarios.