U.S. Retakes Top Spot in Supercomputer Race
Clark, Don [2022], "U.S. Retakes Top Spot in Supercomputer Race", The New York Times, New York, 30 de mayo, https://www.nytimes.com/2022/05/30/business/us-supercomputer-frontier.html
Don Clark se desempeña como editor y reportero en la oficina de San Francisco de The New York Times. Actualmente se enfoca en empresas de semiconductores y componentes. Está interesado en startups y en temas de propiedad intelectual y el antimonopolio.
Estados Unidos es otra vez el país número uno en velocidad en computación con una nueva supercomputadora, la cual juega un papel importante en la ciencia, la medicina y otros campos.
Frontier, la máquina masiva situada en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge, fue declarada como la primera en demostrar el rendimiento de un quintillón de operaciones por segundo (mil millones de millones de cálculos) en un conjunto de pruebas estándar. El Departamento de Energía de Estados Unidos comprometió 1.8 mil millones de dólares para construir tres sistemas con ese mismo rendimiento.
Expertos creen que Frontier ha sido vencida en la carrera de exaescala por dos sistemas chinos, pero los operadores de esos sistemas no han presentado los resultados de sus evaluaciones al Top500 ranking. Se especula que las tensiones entre Estados Unidos y China han evitado la presentación de los resultados de las pruebas chinas.
El campo de las súpercomputadoras estuvo dominado por la tecnología estadounidense. En la actualidad, China le disputa esa posición. Un sistema llamado Sunway TaihuLight fue clasificado como el más rápido del mundo entre 2016 y 2018.
Japón, con su sistema llamado Fugaku, ocupó el primer puesto en 2020. Sin embargo, Frontier le devolvió esa posición superior a Estados Unidos. El sistema, construido por Hewlett Packard Enterprise fue más del doble de rápido que Fugaku en las pruebas.
Los investigadores chinos solían participar en el proceso de clasificación del ranking, pero el país ha adoptado un perfil más bajo en la promoción de sus súpercomputadoras, ya que Estados Unidos ha tomado una serie de medidas para frenar los avances tecnológicos de China. Las medidas estadounidenses contra la tecnología China dificulta que algunas empresas adquieran chips extranjeros.
Pero China ha logrado avances significativos en el diseño de sus propios microprocesadores, una clave para los avances en las súpercomputadoras. David Kahaner, quien dirige el Programa Asiático de Información Tecnológica, informó en 2021 de dos supercomputadoras de clase exaescala que usan tecnología de chip chino.
En noviembre de 2021 surgieron más pruebas de que China rompió la barrera de la exaescala, cuando un grupo de 14 investigadores chinos ganó un prestigioso premio de la Asociación de Maquinaria de Computación. El grupo de investigadores simuló un circuito de computación cuántica en el nuevo sistema Sunway que funciona a velocidades de exaescala.
Steve Conway, analista en Hyperion Research, creía que los chips de las nuevas máquinas chinas se fabricaron en Taiwán. Por lo que China sigue muy rezagada en la capacidad avanzada de fabricación de chips.
La construcción del sistema de Frontier se hizo más difícil debido a la pandemia y los problemas para obtener componentes en la crisis de la cadena de suministro.
Se espera que Frontier impacte el estudio de la Covid y ayude en la transición a fuentes de energía más limpias.
La entrega de una tercera máquina a exaescala en el Laboratorio Nacional de Argonne, que utiliza tres tipos de chips de Intel, estaba programada para 2021, pero los problemas de fabricación en Intel retrasaron ese sistema. La tercera máquina se espera a finales del 2022.
1. China representó 173 sistemas en la última lista Top500 ranking, en comparación con 126 máquinas de Estados Unidos.
En los últimos años, las empresas tecnológicas de China y Estados Unidos están en la carrera por las súpercomputadoras, ya que desempeñan un papel importante en el desarrollo de armas, vacunas, descifrar códigos, diseños de vehículos y hasta modelados del cambio climático. Actualmente, Estados Unidos está a la delantera por sus restricciones tecnológicas impuestas a China desde la era Trump, pero no ha sido impedimento para que los chinos se detengan.