In Xi's China, the Business of Business Is State-Controlled
Wakabayashi, Daisuke, Chang Che y Claire Fu [2022], "In Xi's China, the Business of Business Is State-Controlled", The New York Times, New York, 17 de octubre, https://www.nytimes.com/2022/10/17/business/china-xi-jinping-business-ec...
Daisuke Wakabayashi es un corresponsal de The New York Times, dedicado a los temas de negocios, economía, corporaciones y tecnología en Asia. Realizó sus estudios en el College of the Holy Cross, en Massachusetts. Ha colaborado con medios como The Wall Street Journal y Reuters.
Chang Che es un escritor y reportero, formado en las Universidades de Oxford y Princeton. Ha publicado textos sobre tecnología, política, economía y cultura en The New York Times, The Washington Post, The Atlantic, Foreign Affairs, SupChina y Nikkei Asian Review.
Claire Fu es una investigadora y reportera, dedicada a los temas de coyuntura en China. En 2021, Fue pasante de la Associated Press y ha realizado aportaciones en el periódico estadounidense The New York Times. Formó parte del equipo ganador del Pulitzer Prize for Public Service en 2021, por sus reportajes sobre la pandemia de la COVID-19.
El 16 de octubre de 2022, el presidente Xi Jinping inauguró el 20° Congreso Nacional del Partido Comunista de China. En su discurso, destacaron las menciones sobre la importancia de las reformas socialistas en el sector público chino, la apertura de la economía con dirección estatal, la defensa de la seguridad nacional, el combate a la corrupción y la innovación del sector tecnológico nacional.
Por las razones anteriores, a los negocios se les han impuesto estrictos cambios en su manera “normal” de funcionar: las grandes compañías “ahora están cercadas por agencias gubernamentales” chinas. Para las firmas extranjeras, entonces, se ha vuelto necesario enfrentarse a regulaciones y protestas nacionalistas; mientras que, las empresas propiedad del Estado (tanto públicas como privadas) tienen la obligación de adherirse a las políticas del Partido Comunista Chino (PCC).
Se trata de una serie de políticas públicas que intentan fortalecer la propiedad estatal de China, un proyecto económico que lleva 30 años de desarrollo (Dato crucial 1). Uno de sus aspectos más relevantes, con la administración de Jinping, es la unificación del sector privado en torno al PCC (por ejemplo, mediante la educación nacionalista) y la cooperación de aquel con los proyectos estatales (como la veloz producción de cubrebocas durante la pandemia por la COVID-19 y la industrialización del campo).
Asimismo, para el gobierno chino en turno ha sido relevante “unificar a integrantes del sector privado en el partido” nacional, razón que facilitó el rescate que empresas propiedad del Estado hicieron hacia empresas particulares sobreendeudadas. Este fue el caso de Holitech Technology, productora de pantallas de cristal líquido (utilizadas, por ejemplo, para teléfonos inteligentes). Dicha empresa fue fundada en 2004 y su dueño tan solo 10 años después se volvió una de las personas más ricas de China. No obstante, en 2018 el gobierno le señaló un excesivo endeudamiento, al tiempo que sus acciones en la bolsa se desplomaron.
En este sentido, Fujian Electronics, una compañía propiedad del estado y productora de electrónicos, financió su recuperación. El ejemplo de Holitech es significativo porque ejemplifica la visión del presidente de China sobre unificar a los miembros del sector privado al rededor del partido.
De lo anterior se entiende por qué el acceso al mercado chino prioriza a las compañías propiedad del Estado chino (Dato crucial 2). Sin embargo, esto ha provocado que las empresas se decidan entre acatar las reglas (Dato crucial 3) o reducir su cooperación con China (Dato crucial 4).
1. En la década de los años 90, el presidente chino Deng Xiaoping realizó una gira nacional a través de las costas territoriales del sureste, con el fin de conseguir apoyo ciudadano hacia las reformas económicas para “globalizarse”. Así, una gran ola de poblaciones jóvenes inundaron las grandes ciudades. Con el paso del tiempo, los manufactureros de teléfonos florecieron y para 2014 ya se contaban 70 nuevos mil millonarios chinos. No obstante, en 2018 las prioridades del Estado chino cambiaron, por lo que el presidente Xi Jinping dio comienzo a una campaña federal y legal para frenar el endeudamiento excesivo de empresas privadas; al mismo tiempo que las empresas estatales fueron aisladas de la rígidas medidas anti-deudas. Entre 2019 y 2021, las empresas estatales adquirieron más de 110 empresas chinas que cotizaban en bolsa, valoradas en más de 83 000 millones de dólares.
2. En 2018, se aprobó la operación de la primera tarjeta de crédito extranjera en la red de pagos china: American Express (Amex), una institución financiera estadounidense. Esto sólo ocurrió a causa de la asociación financiera de Amex con LianLian Digitech, una firma de pagos china. Se debe subrayar que previo a esto, 90% de los créditos y el gasto de tarjetas de crédito se concentraba en China Union Pay, una corporación china propiedad del Estado. Una vez comenzada la actividad de Amex en el territorio chino, en junio de 2020, testimonios anónimos apuntan que el Banco Central de China limitó el contacto de la empresa estadounidense con grandes compañías chinas, promoviendo el convenio con otras más pequeñas de propiedad estatal y con las que, se dice, se presentaron dificultades para continuar el trabajo conjunto.
3. Algunas de las operaciones obligatorias por parte de China son la censura proactiva de contenido, para las compañías de internet; la entrega al gobierno chino de datos de sus nacionales ubicados en otras latitudes, para las empresas de tecnología; y la represión de las críticas hechas sobre la cuestión de Taiwán y Hong Kong o sobre la garantía de los derechos humanos dentro de la jurisdicción china.
4. Stellantis, una empresa constructora de autos holandesa, intentó establecer un convenio con Guangzhou Automobile Group, una compañía propiedad el Estado chino, para producir “jeeps”. No obstante, en julio de 2022 la corporación europea disolvió el acuerdo de negocios porque las autoridades chinas no aprobaron su plan de construcción, el cual habría implicado menos empleo para trabajadores chinos.
Ministry of Foreign Affairs of the People's Republic of China [2022], 20th National Congress of Communist Party of China opens in Beijing, Xi Jinping delivers report to Congress on behalf of 19th CPC Central Committee, China, Gobierno de China, 16 de octubre, https://www.fmprc.gov.cn/mfa_eng/zxxx_662805/202210/t20221018_10785042.html
A la narrativa neoliberal no le gusta la interferencia del Estado, pero en su práctica concreta no puede prescindir de ella para privatizarlo todo y hacerlo dependiente del comercio internacional, de manera voraz, rápida y sencilla.
A la narrativa imperial no le agrada la aparición de sujetos o sujetas que pongan en duda o riesgo su dominio, por eso necesita rechazar, contrarrestar y exterminar toda posibilidad de cambio o que fragmente sus fundamentos históricos y socioecológicos de despojo, monopolio y represión totalitarios.