Vamos a un estancamiento con inflación
Huerta, Arturo [2022], "Vamos a un estancamiento con inflación", EconomíaUNAM, 19(56): 142-154, México, http://revistaeconomia.unam.mx/index.php/ecu/article/view/727
Arturo Huerta González es doctor en Economía por la DEP-FE, UNAM, se desempeña como profesor del posgrado de la Facultad de Economía UNAM y es autor de diversos libros sobre la economía mexicana, economía de Estados Unidos y de la Unión Monetaria Europea.
Introducción
Dentro de las autoridades monetarias y hacendarias predomina el enfoque económico convencional y las decisiones de política económica que están tomando para detener la inflación generada después de la pandemia por COVID 19 puede causar problemas estructurales que provocan más inflación.
La inflación que se vive en México es derivada de problemas de oferta, no de demanda, por lo que aumentar las tasas de interés e implementar recortes presupuestales dañan la productividad agravando la inflación.
1.Inflación, gasto público y mayor emisión monetaria
No existe presión en los precios impulsada por la demanda. El gobierno está aplicando políticas de austeridad y recortes presupuestales. La población incluso tiene menor poder adquisitivo derivado de los problemas de desempleo y pobreza.
La expansión de liquidez de Banxico tampoco estuvo orientada a impulsar la demanda, crecieron los activos financieros pero el dinero no se convirtió en créditos ni para el gobierno ni para el sector privado.
2. ¿La flexibilización de la política monetaria y fiscal es inflacionaria?
A la opinión convencional le preocupa el déficit fiscal y la expansión de la liquidez pues se argumenta que son herramientas inflacionarias. Estados Unidos y algunas economías europeas están implementando estas medidas y se prevé que crezcan sobre su potencial en 2021 pero también preocupa que esto provoque importantes problemas inflacionarios.
3. Mayor gasto público y mayor liquidez no son necesariamente inflacionarios
Las políticas expansivas no son inflacionarias si existe capacidad ociosa y productiva para satisfacer la demanda generada por la expansión. Estados Unidos es un ejemplo (Ver dato crucial 1), si se implementa bien el gasto las expectativas de crecimiento atraerán la inversión por lo cual también crecerá la capacidad productiva y con esto se contendrá la presión sobre los precios. También con una mayor actividad económica aumentará la recaudación que servirá para pagar la expansión original sin tener que subir impuestos.
4.Inflación e incapacidad de pago de la deuda externa
Una crisis de deuda externa puede provocar una gran inflación como pasó con Alemania en 1920 si los pagos presionan mucho al tipo de cambio. México ya sufrió ese problema en 1982 que derivó en una contracción importante de la economía.
5.Inflación derivada de los rezagos productivos
La inflación de México es un problema de oferta y no de demanda. La subida de los precios se ha dado porque la capacidad productiva actual no es capaz de satisfacer a la demanda que se está incorporando después de qué se abriera la economía.
Hay problemas con la escasez de productos y materias primas, con el cierre de la economía en 2020 hubo una importante pérdida en la capacidad productiva y ahora las empresas que están atendiendo la demanda ajustan sus precios de acuerdo con sus inventarios limitados.
6. La inflación no será temporal para México
A diferencia de los países desarrollados que están aplicando políticas expansivas en México la inflación no será temporal debido a que no hay buenas expectativas de crecimiento ni tampoco se están utilizando instrumentos para impulsar a la producción.
Debido a que su problema de oferta y estructural, si no hay una política expansiva continuará la caída en la inversión y por lo tanto no se darán las condiciones necesarias para satisfacer la demanda y frenar la presión en los precios.
7. Presiones sobre precios, importaciones y especulación
Otra consecuencia clara de los rezagos productivos internos que existen en México está en el sector agrícola. Hay una carencia de la infraestructura hidráulica que ayudaría a los cultivos y falta de planeación para conseguir la autosuficiencia en productos agrícolas.
México depende de las importaciones y está vulnerable frente a las fluctuaciones de precios (ver dato crucial 3). Esto también provoca especulación ya que los productores suben sus precios al ver que hay menos producción de la necesaria para cubrir la demanda.
8. Inflación, altas tasas de interés y austeridad fiscal
México enfrenta un escenario en el que la inflación está por encima de la tasa de interés. Esto es un problema debido a que el sector financiero, cuidando sus intereses, presiona para que la tasa de interés esté por encima de la inflación y así no se devalúa la moneda.
Las políticas de contracción del gasto y aumento de las tasas de interés han funcionado debido a que se atrae capital financiero lo que le da fuerza al peso, y por ende baja el precio de las importaciones. Es cierto que esta política ha sido útil para contener la inflación, pero ha sido a costa de reducir la competitividad y la actividad económica. Esta práctica tiene un límite y será cuando ya no se puedan adquirir dólares baratos.
El problema de aplicar esa política económica en este momento es que la inflación actual es fruto de problemas en la oferta, una baja actividad económica, desempleo y falta de productividad. Aplicar esa política implica agudizar los problemas que están causando la propia inflación.
México ya ha anunciado su postura de adelantarse a la Reserva Federal en la subida de las tasas de interés y de seguir aplicando la austeridad. Lo hacen por miedo a recurrir al déficit fiscal que en una situación de mayores tasas de interés implicaría una mayor carga en el servicio de la deuda y problemas de deuda podrían afectar la inversión.
El gran problema con esa lógica es que la inversión ya está alejada y es debido a la propia política de austeridad, con poca actividad económica también se recauda menos y por ende el servicio de la deuda ya está creciendo respecto a los ingresos.
La economía no está utilizando toda su capacidad productiva y tampoco está en pleno empleo, por lo tanto, tratar de frenar la inflación como lo están haciendo sólo está generando un contexto recesivo y de alta inflación.
9. ¿El alza de precios presiona sobre salarios?
Aunque es normal que ante una subida de los precios agrícolas se dé un incremento de los salarios esto parece que no puede ocurrir en México. Hay bajos niveles de sindicalización, desempleo, subempleo y poca actividad económica por lo que no están las condiciones necesarias para que los trabajadores puedan pelear por salarios que se ajusten a la inflación.
Los salarios sólo podrían afectar si crecieran por encima de la productividad, pero los salarios no están creciendo y parece que no podrán hacerlo. En este escenario donde se sigue aplicando la misma política económica sólo se va a profundizar los problemas de inflación y al no existir respuesta en los salarios bajará el nivel de vida de la población, aumentará la desigualdad y disminuirá la actividad económica creando un círculo vicioso.
Los mayores ingresos fruto del aumento de los precios no se están dirigiendo al crecimiento de la productividad sino hacia actividades especulativas y financieras.
10. Temor de las autoridades monetarias a bajar la tasa de interés
El principal argumento de mantener altas tasas de interés es que la deuda mexicana sea atractiva para que fortalezca al peso y mantenga el ahorro bancario. Pero la alta tasa de interés está reduciendo la inversión y los capitales que son atraídos por la alta tasa de interés son especulativos y a corto plazo. El gobierno debería centrarse en buscar la inversión en el sector productivo que sí tiene impacto en el crecimiento económico y no puede salir tan fácil como el capital financiero.
Idealmente el ingreso nacional tendría que estar por encima de la tasa de interés para evitar problemas de deuda y redirigir la inversión al sector productivo para estimular el crecimiento económico, el empleo y por ende el ahorro interno.
11. Temor de las autoridades hacendarias a incrementar el gasto público
En defensa del tipo de cambio y por miedo a una mayor inflación se rechaza la expansión fiscal y monetaria pero una expansión del gasto ayudaría en la reactivación económica pues incentivaría la inversión privada, crecería la productividad y con una mayor producción liberaría los problemas de oferta que presionen a los precios.
Sólo se cuestiona cuando se habla de flexibilización pero no se cuestiona cuando salvan a la banca comercial con dinero público o cuando se prioriza los intereses del sector financiero aunque eso afecte al empleo.
12. El alza de la tasa de interés de referencia de 4% a 4.25%
En junio de 2021 el banco de México implementó una subida en la tasa de interés del 4% a 4.25% con el objetivo de frenar la inflación situada en 6.02%, el problema de atacar a la inflación a través de la tasa de interés es que se hace a costa de dañar la productividad la inversión y el empleo.
Los energéticos y los alimentos son los que más subieron de precio (ver dato crucial 7). Subir la tasa de interés solamente complica la expansión del gasto que podría aplicarse para invertir en el sector energético que ayudaría a disminuir la dependencia de importaciones de energéticos.
El Banco de México demuestra poca flexibilidad al encarar la inflación sólo con subidas en la tasa de interés. Aunque la lógica de abaratar dólares pueda servir, el costo es muy alto pues acentúa la desindustrialización, como por ejemplo en el sector de los alimentos donde se hace más difícil invertir pero se hace más fácil importar, haciendo imposible la autosuficiencia alimentaria.
Desde 2018 México está aplicando un proceso de reducción de la tasa de interés desde 8.25% hasta 4%, pero fue justo durante la parálisis económica de 2020 que estas reducciones no asumieron ese papel contra cíclico como lo fue en otros países donde la tasa llegó hasta el 0%.
13. Inflación, aumento de productividad y producción
Aunque la actual capacidad productiva ociosa podría cubrir la demanda que se está incorporando al mercado con la reactivación económica, el problema vendrá cuando la economía necesite un incremento de la capacidad productividad y ante una política que no da incentivos a la inversión esa demanda causará presión en los precios.
El gobierno se debe alejar de la austeridad y debe priorizar la inversión en ciencia y tecnología para aumentar la capacidad productiva y se requiere una política industrial y una política de estímulo de la demanda para que continúe el proceso de inversión que reubique los recursos del sector financiero al sector productivo.
Mantener la actual política económica solo va a retroalimentar el círculo vicioso de pérdida de productividad, competitividad, autosuficiencia y empleo. Crecerá la inflación pues el problema en la oferta se hará más grande por lo que estaremos en un escenario de estancamiento económico y alta inflación.
14. Un alza de precios moderada puede beneficiar a la economía
Existe el miedo de que la inflación pueda frenar la reactivación económica que se está suscitando por la pérdida de poder adquisitivo pero si la subida de precios es acompañada de programas de estímulo económico puede ser algo beneficioso para la economía.
Los productores al ver precios más altos querrán aumentar su producción y al aumentar la capacidad productiva se frenarían los problemas de oferta que sí pueden crear una inflación permanente.
Se debe priorizar la inversión en el sector productivo y no en el sector financiero. Las inversiones en el sector productivo ayuda en el crecimiento de la economía y están hechos a largo plazo a diferencia del sector financiero que son especulativas pueden salir con facilidad.
La inflación actual debe ser usada para salir de la crisis, si se insiste en detenerla mediante las actuales políticas económicas solo se crearía un círculo vicioso.
Conclusiones
Seguir con la actual política económica puede crear un escenario de poco crecimiento económico y subida sostenida de precios. Seguir priorizando al capital financiero y protegiendo sus rendimientos mediante el abaratamiento de las importaciones dañará la capacidad productiva, el empleo, aumentará la desigualdad y bajarán los niveles de vida de la mayoría. Además, a largo plazo la defensa del tipo de cambio no es sostenible y puede llegar el momento donde se comprometa la capacidad de pago y los inversionistas financieros abandonen buscando otro país con mejores rendimientos.
1. Estados Unidos tiene un déficit fiscal de 25% del Producto Interno Bruto y al mismo tiempo mantiene una tasa de interés entre el 0% y 0.25%.
2. La inflación de México se situaba en 6.02% durante la primera quincena de junio en 2021.
3. Según datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, en los primeros cuatro meses de 2021, el valor de las importaciones de granos y oleaginosas tuvieron un incremento del 51.5% respecto al mismo periodo en 2020.
4. El índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó una media de 127.1 puntos en mayo, 39.7 más que en mayo de 2020.
5. El 24 de junio de 2021 banco de México aumentó la tasa de interés del 4% a 4.25%.
6. La inflación de México según el índice nacional de precios al consumidor fue 6.02% el 15 de junio de 2021.
7. En 2021 los precios que más aumentaron fueron los productos energéticos (18.54% anual) y alimentos y bebidas (5.94%).
8. Con la subida de la tasa de interés de junio de 2021 de 4% a 4.25% se concluyó el proceso de reducciones en la tasa de interés que se estaban aplicando desde 2018.
Es interesante la postura del autor sobre la equivocación de priorizar al sector financiero sobre el bienestar de la economía nacional y sobre cómo esta política de abaratamiento de las importaciones es dañina para el desarrollo de la economía nacional y la autosuficiencia. Además, hay muchos ejemplos donde la defensa fuerte del tipo de cambio ha terminado creando problemas más graves y finalmente insolvencia cuando el crecimiento es tan pobre que empieza la desconfianza en el país y terminan retirándose los inversores especulativos.
Es muy grande el riesgo de seguir ignorando a la inversión a costa de sostener la austeridad y negarse a la deuda.