Nicole Hong escribe sobre economía, mientras Zixu Wang cubre las noticias en China continental y Hong Kong para The New York Times.

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La iniciativa generada en una provincia de China demuestra la preocupación por la baja tasa de natalidad en la nación, por ello, las autoridades pretenden provocar un baby boom, esto después de que su población se redujera en 2022 por primera vez desde una hambruna nacional en los años setenta. De esta forma, un país que limitó en algún momento el número de hijos de las parejas a tres, hoy busca incentivar que los ciudadanos procreen tantos bebés como se quiera, sin estar casados, pues la nación ha envejecido más rápido que otros países.

En ese sentido, la propuesta se ha centrado en las personas jóvenes, como estudiantes universitarios que les recomiendan donen esperma para estimular el crecimiento demográfico, además proyectan expandir las coberturas de seguro nacional en tratamientos de fertilidad, incluyendo la fecundación in vitro.

No obstante, ante el público se generó un ambiente de escepticismo, burlas y debate, de manera que los retos para las autoridades chinas serán más enfocadas si se quiere evitar una reducción de la población activa. De igual forma, al pasar por el periodo de la política del hijo único, los jóvenes chinos se oponen a los incentivos del gobierno para tener más hijos en uno de los países más caros del mundo para criar, a su vez, que los incentivos no contribuyen a lidiar con mantener a sus padres ancianos y enfrentar los aumentos de los costes de la educación, la vivienda y la atención sanitaria. Algunos testimonios aseguran necesitar por lo menos el doble de su salario mensual actual para poder procrear.

Con la aplicación de la política del hijo único se buscaba frenar el crecimiento poblacional, pero al aplicar la política con mano dura y firme originó un descenso considerable de los nacimientos, provocando un cambio generacional en las actitudes sobre el tamaño de las familias. Asimismo, países como Japón, Rusia o Suecia comienzan a enfrentarse a los retos demográficos, y los incrementos de nuevos bebés con subvenciones como apoyo económico han tenido un impacto limitado.

La anterior iniciativa se llevó a cabo en la región de Sichuan, la quinta provincia más grande del país con cerca de 84 millones de habitantes, de la que se generó un proceso de derecho a los padres por un permiso parental remunerado y reembolso de las facturas hospitalarias, aspecto que ahora incluye a los padres solteros. Un punto a retomar con la nueva política, es que profundiza en las situaciones de familias no tradicionales como las madres solteras que previamente sufren discriminación, pues en la mayor parte de la nación se les niegan prestaciones públicas que sí se ofrecen a las parejas casadas, hasta se les multaba por dar a luz; sin embargo, ante la escasez de bebés las autoridades comienzan a reconocer legalmente a los niños nacidos de madres solteras, esto como impulso del Partido Comunista hacia desarrollar políticas demográficas más inclusivas. Por ello, los testimonios de las mujeres solteras afirman buscar más la protección de sus derechos y el respeto de la sociedad. Del mismo modo, lo relevante es que ignora los límites de natalidad, haciendo ver la crisis demográfica de la nación y la gestión del partido al estricto control sobre los derechos reproductivos de sus ciudadanos.
Por su parte, las defensoras de los derechos de la mujer argumentan que el esfuerzo por aumentar las tasas de fertilidad solo refuerza la discriminación contra la mujer, pues permite que en el área laboral se den abusos de autoridad, por lo que será relevante la transformación de las instituciones sociales en busca de que haya más igualdad de género.

Desde la aplicación de la iniciativa, por una parte se han generado burlas en el ambiente, mientras, en cuanto al registro de donantes se da un apoyo de cerca de 4 500 yuanes, es decir cerca de 660 dólares, donde se observa cierta clasificación entre los estudiantes universitarios que cumplan con una estatura de más de 1.70 metros. Lo anterior se ha fomentado con un eslogan de "Yo dono esperma. Soy Excepcional. Estoy orgulloso" como un forma de propaganda.

De acuerdo con los expertos, las condiciones del descenso de natalidad tiene más relación con los cambios económicos y culturales que con la infertilidad, así como con el aumento de los costes y las presiones del sistema educativo, por lo que se recomiendan estrategias políticas en el tiempo de escolarización y considerar eliminar el examen competitivo de acceso a la enseñanza.

Además, con las condiciones de incertidumbre laboral con la Covid-19 casi uno de cada cinco chinos de entre 16 y 24 años no ven con buenos ojos tener hijos, esto como un acto de resistencia política (Dato Crucial 1).
Uno de los mecanismos ejercidos para apoyar las presiones financieras de los padres fue con pagos directos en efectivo, promocionando pagos adicionales por tener más de un hijo.

Finalmente, ante un subsidio que no llega a sostener las necesidades básicas de criar a los hijos, las mujeres que imaginaban tener una familia numerosa no ven las condiciones para hacerlo, por lo que mencionan que el apoyo económico no es determinante en sus decisión de tener hijos.