Ivan Penn cubre la industria energética. Su trabajo ha incluido reportajes sobre energía limpia, fallas en la red eléctrica y la economía de los servicios públicos.

A consecuencia de la disminución en las lluvias y nevadas en Canadá, el suministro de energía de las presas hidroeléctricas ha disminuido. Además, los incendios producidos en los bosques canadienses originados por el calentamiento global, hacen más difícil la predicción de lluvia y/o nieve. Es así que desde febrero de 2024, las exportaciones de electricidad por parte de Estados Unidos hacia Canadá han aumentado considerablemente a raíz del aumento en la demanda de energía en América del Norte. La opinión de Chris O'Riley, presidente y director ejecutivo de la Autoridad Hidroeléctrica y de Energía de Columbia Británica, destaca una mayor importación de energía relacionada a los altibajos que producen las escasas lluvias en Canadá.

Ambos países son codependientes en relación a su demanda energética. Por un lado, Canadá alcanza su punto máximo en temporada invernal por el uso de calefacción, mientras que Estados Unidos, lo hace en verano cuando aumenta el uso de aire acondicionado. Sin embargo, la demanda de electricidad aumenta cada vez más en verano e invierno (dato crucial 1), demanda que no puede ser atendida en su totalidad por los bajos niveles de agua en las plantas hidroeléctricas porque se vuelven inestables en la generación de electricidad. Esto refleja las dificultades que tienen las presas hidroeléctricas derivadas del cambio de condiciones climáticas, por lo que existe la necesidad de valerse de recursos como la energía solar y eólica dentro de los servicios públicos.

La demanda de electricidad también será acrecentada en medida que se realice la descarbonización dentro del sector energético. Para atender esta problemática, se tiene prevista la instalación de más líneas eléctricas (acciones realizadas por la administración de Biden y algunos estados) situación que también podría tener alcance en Canadá, lo que se traduce en abastecimiento de Estados Unidos hacia Canadá cuando este último no tenga agua en sus represas y que a su vez, en cuanto este país tenga tenga suficiente energía, la envíe al sur (dato crucial 2).

Año con año, existen variaciones en los flujos hídricos (dato crucial 3) debido a las sequías que afectan a las presas, pero, desde otro punto de vista, se cree que los efectos de la dependencia de Canadá hacia Estados Unidos ha implicado un ahorro de agua de las centrales hidroeléctricas canadienses. También Estados Unidos se benefició al tener un ahorro (dato crucial 4) al realizar importaciones de energía eléctrica desde Canadá a raíz de que las plantas hidroeléctricas canadienses se construyeron y pagaron tiempo atrás.

Con el fin de suministrar energía suficiente, Hydro-Québec, se encuentra construyendo más líneas eléctricas con el proyecto Champlain Hudson Power Express (dato crucial 5). Aunque se debe prever que el calentamiento global podría sobrecargar los embalses, haciendo imposible para las empresas de servicios públicos canadienses mantener suficiente agua en reserva para sobrevivir largas sequías.

Al haber dependencia entre Estados Unidos y Canadá debe existir una cooperación entre ambos países para resolver las problemáticas que podrían derivar en un colapso energético al aumentar la demanda de electricidad. Por ejemplo, el rastreo de flujos de agua y nieve en Columbia Británica desde Portland, realizado por Portland General Electric. Además, se deben anticipar también las sequías y los incendios forestales que puedan poner en riesgo a las zonas alrededor del río Columbia, las plantas hidroeléctricas y las líneas de transmisión de Canadá, Washington, Oregón y California.

Fenómenos meteorológicos como las sequías que afectaron a California se tornaron en tormentas de nieve, ríos atmosféricos y otras tormentas que aumentaron los niveles de agua y por ende, su producción energética. Adicionalmente, la instalación de baterías grandes impulsa el uso de energía solar en las horas en las que ya no hay radiación. Esta producción excedente de energía que tiene California podría ser llevada hacia Columbia británica, Oregón y Washington, aunque no se cuentan con los medios suficientes para transportar la energía hacia el norte, lo cual perpetúa la dependencia entre las dos naciones en cuanto a la energía eléctrica.