The tech wars are about to enter a fiery new phase. America, China and the battle for supremacy
The Economist [2024], "Autarky rules OK. The tech wars are about to enter a fiery new phase", The Economist, London, 27 de abril, https://www.economist.com/international/2024/04/25/the-tech-wars-are-abo...
La hegemonía tecnológica mundial enfrenta a Estados Unidos y China desde 2017 hasta la actualidad. El control sobre los flujos de energía e información se ha vuelto un tema central para ambas potencias en su lucha por la superioridad económica mundial. Estas "guerras tecnológicas" y los controles a la "alta tecnología" -argumenta la revista londinense- están reconfigurando las dinámicas internacionales y -específicamente- las cadenas de suministros en todo el mundo (dato crucial 1).
Las "tecnologías de la información" son una cuestión vital para la construcción geopolítica de ambas potencias y, aunque el conflicto por ahora se desarrolla en el terreno de las aplicaciones digitales (dato crucial 2), la disputa puede extenderse en los próximos años a otros campos de interés estratégico, principalmente la industria de los chips (la base del procesamiento de datos) y la tecnología verde (la futura base energética de la economía mundial), campos en los que ambos países "avanzan" es sus estrategias para ampliar y subsidiar su producción tomando cierta delantera (datos cruciales 3 y 4).
The Economist considera que China no cuenta con herramientas fuertes para controlar sus exportaciones (dato crucial 5); en cambio, Estados Unidos ha logrado, con fuertes controles de exportación, bloquear de forma exitosa los flujos de fabricación de chips a China, y se esperan nuevas campañas contra las empresas tecnológicas chinas como sucedió con Huawei, solo que ahora con los chips (lo que ya hace la Ley de Chips y la Oficina de Industria y Seguridad). El objetivo de negarle a China el acceso a tecnologías de punta también puede extenderse, lo que beneficia a la industria de los chips pero afectará a muchas otras.
En el campo de las tecnologías verdes, China tiene el dominio tecnológico y de mercado. Las empresas de energía verde y los vehículos eléctricos chinos toman ventaja ante Estados Unidos. The Economist, sin embargo, hace hincapié en que -pese a la division entre republicanos y demócratas acerca de las políticas de descarbonización- la intensidad en la nueva fase del conflicto ha devenido en nuevos aunque inciertos planes de Estados Unidos para los próximos años: negando la entrada de los "autos verdes" a su mercado (tratando de incentivar a Europa a hacer lo mismo), aplicando aranceles y revisando la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) para excluir a los componentes que vienen de China.
Descubriendo los costos
Los costos geopolíticos y económicos en la disputa son posibles efectos colaterales y preocupantes que pueden llevar a peores resultados para ambas naciones y para el mundo entero. A la par que Estados Unidos pierde fuerza en su pelea en el campo de las renovables (dato crucial 6), las guerras tecnológicas pueden tener secuelas en el crecimiento económico mundial y sobre el proceso de descarbonización -ahora mas lento-. A la larga, incluso los ataques y controles de Estados Unidos sobre la tecnología china pueden ser un arma de doble filo, ayudando indirectamente a China para establecer sus propios estándares tecnológicos, mediante el uso cada vez más amplio de los equipos que fabrica.
1) El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que eliminar el comercio de alta tecnología entre los dos "bloques" puede costar 1.2% del PIB mundial cada año (un billón de dólares).
2) El 23 de abril se aprobó una ley en el Congreso de los Estados Unidos con el fin de exigir a la empresa china ByteDance, propietaria de TikTok (con 170 millones de usuarios en Estados Unidos), venda la compañía o enfrente la prohibición en su territorio.
3) Estados Unidos ha anunciado, en el marco de la Ley de chips (proyecto de 280 mil millones de dólares), 6.6 mil millones de dólares para la empresa taiwanesa TSMC y 6.4 mil millones para Samsung, para que construyan fábricas en su territorio. También aprobó la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que otorgará 369 mil millones de dólares en subsidios verdes, a la par que impuso aranceles sobre los paneles solares y vehículos chinos (entre 14.25% y 25%).
4) China, por su parte, tiene al mayor fabricante de paneles solares en el mundo (Longi), la mayor fabricante de baterías (CATL) y una de las mayores empresa de autos eléctricos, BYD. El total de sus subsidios (en los últimos diez años) alcanzan los 150 mil millones de dólares, además de instalar en 2023 más paneles solares de los que Estados Unidos ha colocado en toda su historia.
5) Aunque China proporciona 98% del galio y 60% del germanio del mercado mundial (fundamentales para los chips), sus controles de exportación a Estados Unidos (impuestos como medida de reciprocidad) no han tenido efectos en la producción tecnológica de su rival.
6) Gráfico Staying in the shade (permaneciendo en la sombra). Muestra los destinos de exportación de los paneles solares de China desde 2017 a 2023, por valor (miles de millones).
El artículo destaca un elemento importante para la comprensión de las nuevas dinámicas de competencia mundial en el siglo XXI, concretamente en el terreno de surgimiento de nuevas tecnologías de la información (chips, centros de datos, inteligencia artificial generativa, etc.), y en el contexto de la crisis climática. La propuesta de campos estratégicos (chips y energías verdes) dibuja un escenario de mediano plazo para analizar la disputa por el liderazgo económico mundial.
El conflicto tecnológico entre China y Estados Unidos puede ayudar a entender cómo las dinámicas mundiales de competencia entre estados y grandes capitales nacionales moldean, en gran medida, la construcción de una nueva hegemonía global, donde las relaciones sociedad-estado-empresas transnacionales influyen de forma directa en la gobernanza mundial.