In China's Backyard, America Has Become a Humbler Superpower
Cave, Damien [2024], "In China's Backyard, America Has Become a Humbler Superpower", The New York Times, New York, 13 de junio, https://www.nytimes.com/2024/06/13/world/australia/us-changing-role-asia...
Damien Cave cubre la región indo-pacífico en The New York Times
En el contexto de la reunión del Grupo de las 7 democracias ricas acontecida en Italia, el poder estadounidense está cambiando en la región de Asia-Pacífico, pues ya no se presenta como el garante principal de la seguridad, sino como un compañero dispuesto a colaborar en la modernización militar y el desarrollo tecnológico.
Estados Unidos está emprendiendo nuevas colaboraciones, como la construcción de submarinos nucleares con Australia, la planificación nuclear con Corea del Sur, la producción de motores de aviones de combate con India, y la vigilancia marítima compartida con pequeñas islas del Pacífico. Además, trabaja con Japón para desarrollar capacidades de ataque ofensivo.
Estas iniciativas reflejan la preocupación de la región por la creciente fuerza militar y beligerancia de China, así como por su economía post-Covid y sus políticas menos favorables al crecimiento y al emprendimiento bajo Xi Jinping.
Los países que se alían con Estados Unidos podrían estar actuando de manera pragmática, reconociendo su fuerza actual y beneficiándose de una superpotencia inestable. Entrevistas con más de 100 funcionarios indican que el próximo siglo será menos dominado por Estados Unidos debido a las guerras, el ascenso de China y las divisiones internas del mismo país norteamericano.
Estados Unidos ha disminuido
Estados Unidos ha reducido su participación en la economía global desde la Segunda Guerra Mundial, mientras Asia ha aumentado su peso industrial, con China produciendo 35% de los bienes manufacturados del mundo y aunque la superioridad militar de EE. UU. se mantiene, China tiene una armada más grande y ventajas en armas hipersónicas.
La democracia estadounidense muestra signos de debilitamiento, con dificultades para aprobar leyes y un Partido Republicano que a menudo retrasa presupuestos y ayuda a socios como Ucrania y Taiwán. Las encuestas indican que muchos republicanos prefieren que Estados Unidos tenga un papel menos activo en resolver problemas mundiales.
El "pivote hacia Asia" prometido por el gobierno de Obama no se materializó. La política exterior de Trump, con críticas a China y el abandono del acuerdo de libre comercio transpacífico, fue vista como un signo de inseguridad estadounidense frente a China, que se ha convertido en un coloso económico y socio comercial clave para muchas naciones del Indopacífico.
El aumento de la clase media y la producción industrial en la región ha reducido la dependencia del mercado estadounidense, permitiendo a más países asiáticos fortalecer sus vínculos regionales. Esto ha generado confianza y ansiedad, reflejada en el aumento de presupuestos militares y la demanda de tecnología de defensa estadounidense.
Los países de la región se consideran ahora actores de un orden multipolar emergente. Estados Unidos es visto menos como protector y más como proveedor de armas, capacitación e inversiones en tecnología. Japón, en particular, ha tomado un papel de liderazgo, aumentando su presupuesto militar y firmando acuerdos de movimiento de tropas, impulsado en parte por una evaluación crítica de Estados Unidos.
Durante un ejercicio conjunto en Guam, los comandantes japoneses expresaron su intención de volverse más activos debido a las expectativas de sus vecinos, reconociendo la incertidumbre sobre el futuro papel de Estados Unidos. Un alto funcionario de inteligencia japonés señaló que Estados Unidos ya no es lo que solía ser hace 20 o 30 años y que su papel se verá relativamente disminuido, independientemente de quién sea el próximo presidente.
Estados Unidos se adapta
Los funcionarios estadounidenses reconocen las dudas globales sobre su liderazgo, aunque algunos ven con incomodidad cualquier percepción de debilidad. Líderes del Pentágono han adoptado un enfoque de "co-todo" con socios, enfatizando co-desarrollo, co-producción y co-sostenimiento. Recientemente, las alianzas en Asia han reflejado un cambio hacia una seguridad más descentralizada y una mayor franqueza.
El secretario de Estado Antony J. Blinken ha abogado por una mayor humildad en la política exterior, mientras que el general David H. Berger rediseñó la estrategia militar en Asia para contrarrestar a China con fuerzas más móviles y descentralizadas. En Singapur, un alto funcionario de defensa destacó la importancia de que las naciones inviertan en sí mismas y trabajen en asociación con Estados Unidos, que ahora acepta no ser el centro de todas las relaciones.
Este enfoque más humilde de Estados Unidos se evidencia en ejercicios militares multinacionales y en proyectos como el Centro de Fusión del Pacífico en Vanuatu, que se ha convertido en una colaboración con los socios locales para el análisis de amenazas marítimas.
India ilustra una evolución compleja en la relación con Estados Unidos, que busca colaborar estrechamente con una Nueva Delhi más segura de sí misma, a pesar de preocupaciones sobre el retroceso democrático en India. La retirada estadounidense de Afganistán en 2021 marcó un punto de inflexión, revelando la necesidad de una mayor consulta regional.
Tras la retirada, Estados Unidos ha suavizado su postura, abordando las preocupaciones sobre su propia democracia y mostrando un enfoque más matizado hacia la India. Los diplomáticos de ambos países ahora ven a India no solo como un gran mercado, sino también como un importante innovador, abordando conjuntamente temas como extremismo, discurso de odio y desinformación.
India gradúa más de 1,4 millones de ingenieros al año, similar a China, lo que ofrece a Estados Unidos un valioso grupo de talentos en un momento de preocupación por los avances tecnológicos chinos. Durante la visita del primer ministro Narendra Modi a Washington en 2023, se formalizó un acuerdo estratégico en defensa y tecnología, destacando la coproducción de motores de aviones y la inversión compartida en diversas áreas, desde energía nuclear hasta microchips.
La Casa Blanca subrayó que la asociación entre India y Estados Unidos abarca múltiples ámbitos, desde el mar hasta el espacio. Ryan Crocker, diplomático retirado, comentó que un enfoque más humilde en las relaciones internacionales puede ser eficaz, enfatizando que Estados Unidos no debe intentar hacerlo todo solo, sino colaborar con sus aliados para alcanzar resultados poderosos.
Los riesgos de las acciones estadounidenses.
Estados Unidos, bajo la administración de Biden, ha intensificado su apoyo a países como Japón, Vietnam, Palau e India, proporcionando misiles, barcos, infraestructura y entrenamiento. Sin embargo, este enfoque de generosidad ha generado preocupaciones entre algunos analistas, quienes temen que la expansión de la red de seguridad de EE. UU. pueda aumentar el riesgo de malentendidos y conflictos con China.
Pekín ha expresado descontento con el crecimiento de las alianzas militares lideradas por Estados Unidos, considerándolas como “alianzas exclusivas” que no contribuyen a la seguridad regional. Además, existe el riesgo de que Estados Unidos no obtenga suficientes beneficios de sus asociaciones si su enfoque se vuelve excesivo o descoordinado.
Estados Unidos, bajo la administración de Biden, está adaptando su papel en Asia-Pacífico al colaborar más estrechamente con países como Japón, India y Vietnam en defensa y tecnología, y mostrando un enfoque más descentralizado en la seguridad. Aunque esta estrategia refleja una mayor humildad y un cambio hacia una asociación más equitativa, también plantea riesgos.
La expansión de la red de seguridad estadounidense podría incrementar las tensiones con China, que critica estas alianzas como exclusivas, y existe el peligro de que Estados Unidos no obtenga suficientes beneficios si su enfoque se vuelve excesivo o descoordinado. La situación refleja un cambio en el equilibrio de poder global y el intento de Estados Unidos por adaptarse a un mundo multipolar emergente.