Ucrania ve nacer la era de los robots asesinos impulsados por IA
Mozur, Paul y Adam Satariano [2024], "Ucrania ve nacer la era de los robots asesinos impulsados por IA", The New York Times, New York, 5 de julio, https://www.nytimes.com/es/2024/07/05/espanol/ucrania-robots-asesinos.html
Paul Mozur es el responsable de tecnología global para The New York Times.
Adam Satanario escribe sobre tecnología para The New York Times.
En las afueras de Kiev (Ucrania), los fundadores de Vyriy, una empresa ucraniana de drones, trabajaban en una nueva arma. Oleksii Babenko, director ejecutivo de Vyriy, demostró su funcionamiento usando una motocicleta seguida por un dron autónomo, controlado por un software que utiliza su cámara para rastrear objetivos. Vyriy es una de las muchas empresas ucranianas que, impulsadas por la guerra con Rusia y apoyadas por inversiones, donaciones y contratos gubernamentales, están avanzando en la militarización de la tecnología de consumo, convirtiendo a Ucrania en un país pionero en esta tecnología.
La accesibilidad de aparatos comerciales, software fácil de diseñar, potentes algoritmos de automatización y microchips de inteligencia artificial han impulsado una carrera de innovación hacia territorios desconocidos, alimentando una posible nueva era de robots asesinos.
Las versiones avanzadas de la tecnología autónoma de drones y otras máquinas han sido posibles gracias al aprendizaje profundo, una forma de inteligencia artificial que utiliza grandes cantidades de datos para identificar patrones y tomar decisiones. Esta tecnología, que inicialmente ayudaba a drones a seguir a surfistas, ahora puede convertirse en una herramienta letal.
En Ucrania, emprendedores, ingenieros y unidades militares están desarrollando drones autoguiados y armas automatizadas, a menudo utilizando códigos en línea para obtener una ventaja en la guerra contra Rusia. De alguna manera son consideradas armas y aunque no son tan avanzadas como las de Estados Unidos., China y Rusia, son significativas por su bajo costo y accesibilidad.
La implementación de estas tecnologías en Ucrania prioriza la defensa contra un invasor, pese a las preocupaciones internacionales sobre las repercusiones éticas y legales de las armas autónomas. Mykhailo Fedorov, ministro de transformación digital de Ucrania, destacó la necesidad de máxima automatización como fundamental para la victoria del país.
En un taller improvisado en el este de Ucrania, Dev, un soldado de la 92.a Brigada de Asalto, ha transformado drones baratos en armas eficaces. Inicialmente, colocó bombas en drones de carreras, luego les añadió baterías más grandes y visión nocturna, pero para mayo, Dev fue uno de los primeros en usar drones autónomos, destacando su utilidad frente a interferencias en la comunicación. Los drones permiten que el piloto simplemente apunte al objetivo, dejando que la máquina haga el resto.
A lo largo de Ucrania, han surgido fábricas y laboratorios que construyen una variedad de drones y máquinas a control remoto, incluidos aviones de largo alcance, barcos de ataque y drones kamikaze guiados por pilotos con gafas de realidad virtual, muchos de los cuales son precursores de futuras máquinas autónomas.
Los esfuerzos por automatizar drones FPV, drones que usan una cámara y envían a diversos dispositivos imágenes de vídeo en directo, comenzaron en 2022 y se enfrentaron a continuos retrasos debido a problemas con el software de control de vuelo, pero estos ya se han solucionado. El siguiente paso es escalar la tecnología con mayor inversión pública, con empresas encargadas de la fabricación de drones autónomos además de ir de la mano con sistemas que estén en producción masiva y en pruebas activas en el frente.
El arma Wolly, desarrollada por DevDroid compañía del ya mencionado Dev un soldado, puede llegar a fijar objetivos automáticamente hasta 1000 metros de distancia y moverse entre posiciones preprogramadas para cubrir grandes áreas. DevDroid también trabaja en un sistema de puntería automática para seguir objetivos en movimiento; muchos ingenieros consideran que estas armas, que utilizan inteligencia artificial para identificar y atacar objetivos, son cruciales para mantener las posiciones en el frente debido a que el software de estas armas destaca a los objetivos en la pantalla, permitiendo que el tirador dispare a distancia con un control de videojuego.
Las exigencias del campo de batalla han impulsado la colaboración entre ingenieros y soldados, por ejemplo Oleksandr Yabchanka comandante del batallón Lobos Da Vinci, solicitó una metralleta computarizada por control remoto para defender la "carretera de la vida" en Bajmut, Ucrania; sólo publicó en Facebook el arma con los requisitos y recibió un prototipo de Roboneers, compañía de sistemas robóticos, la cuál resultó ser muy útil para su unidad, permitiéndoles operar el arma desde la trinchera mientras realizaban otras actividades.
El uso de tecnologías accesibles y avanzadas buscan principalmente la defensa nacional a pesar de las preocupaciones éticas y legales sobre estas. El uso de la tecnología se vuelve cada vez más un elemento indispensable para asegurar una ventaja en cualquier conflicto bélico. En ese sentido, la tecnología que se presenta como disruptiva para mejorar la calidad de vida del humano, adquiere un doble uso al servir también para exhacerbar el bienestar de las naciones que consideran los hegemónes como rivales o amenazas.