Discursos y realidades de la transición baja en carbono: reproducción, mujeres y etnicidad

    Tesis

    Paola Jiménez de León*

    Ante el colapso ecológico, muchos estados-nacionales adoptan ambiciosas propuestas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La conversión hacia “soluciones de cero emisiones de carbono” o “energías limpias” son algunos de los ejes de estos planes. Para alcanzar estos objetivos, diversos actores (sobre todo del norte global) abogan por una “transición energética”. Sin embargo, en la construcción de estos programas destacan múltiples exclusiones, que funcionan como plataformas para la reproducción de desigualdades sociales e históricas.

    Una de estas exclusiones, señalada por los denominados ecofeminismos y la ecología política feminista, es la omisión de la esfera de reproducción de la vida. Aunque indispensable para el mantenimiento y la reproducción de las formas de vida humana y no-humana en el planeta, el trabajo reproductivo continúa subordinado a (e invisibilizado por) lo que se considera en la política climática el trabajo “productivo”. Esto no solo reproduce la división sexual del trabajo en los planes de transición, sino que refuerza las relaciones jerárquicas de género. Para completar estas perspectivas se pueden vincular los estudios de la ecología política y la geografía crítica, que exploran los impactos materiales de dichos programas, así como sus dimensiones geográficas. Estos análisis demuestran cómo las estrategias de los proyectos de transición desencadenan impactos socio-ecológicos negativos, como resultado, entre otras cosas, de un patrón de relaciones geográficas desiguales multiescalares. Un ejemplo claro es la concentración de daños en territorios habitados por minorías étnicas.

    Estos señalamientos sirven para cuestionar los programas de transición baja en carbono, tomando como punto de partida su dimensión material localizada. Para ello, es indispensable entender la construcción de los sujetos políticos y sus agendas en las zonas que se convierten en áreas de sacrificio para garantizar este tipo proyectos.1 En específico, es fundamental el estudio de la perspectiva de las mujeres, ya que son ellas a quienes se les asigna el cuidado de las condiciones materiales para la reproducción de la vida (como expresión de la división sexual del trabajo). En esta línea, esta tesis se guio por la siguiente pregunta: ¿cuáles son las motivaciones de las mujeres (en relación con las que impulsan a los hombres) para participar políticamente en los conflictos socioambientales en las zonas verdes de sacrificio?

    Para responder a esta pregunta de investigación la tesis abordó como caso de estudio el conflicto socio-ambiental en torno al megaproyecto Ticul A y B en la península de Yucatán, México. Esta región, ubicada en el sureste del país, se convirtió en escenario de proyectos de infraestructura de energías alternativas a partir de la reforma energética implementada por el gobierno mexicano en 2015. Como respuesta, detonaron diversos conflictos socioambientales liderados por las comunidades afectadas en esta zona. En ellos se visibilizan disputas históricas de los pueblos indígenas por la defensa de sus territorios.

    Ticul A y B es el nombre de dos parques fotovoltaicos, en los que se pretendía instalar 1.2 millones de paneles solares, en una superficie de 738 hectáreas, a 200 metros de la comunidad maya de San José Tipceh. Desde el primer acercamiento de SunPower con los pobladores en 2016, hasta el anuncio de la suspensión definitiva del proyecto en 2022, un grupo de habitantes se opuso a la construcción de los parques; hecho que suscitó un conflicto socio-ambiental que involucró a diversos actores. Una de las características del conflicto fue la participación de las mujeres, quienes, gracias a las formas de organización derivadas de las consultas indígenas, pudieron responder al megaproyecto utilizando herramientas político-jurídicas por ser parte de comunidades indígenas.2

    Para la realizar esta tesis se reunieron testimonios de opositores a Ticul A y B (hombres y mujeres), para explorar sus motivaciones y su posicionamiento político a través de un análisis de contenido cualitativo (QCA por su sigla en inglés); se destacó la información contenida en los testimonios de las mujeres. La investigación siguió un enfoque abductivo y se estructuró de la siguiente manera: el primer capítulo explora las aportaciones de los ecofeminismos y la ecología política feminista sobre los vínculos entre la división sexual del trabajo y las cuestiones medioambientales. También sitúa y revisa la bibliografía existente sobre la participación política de las mujeres en esta intersección. El segundo capítulo establece los vínculos teóricos y conceptuales entre los programas de “transición baja en carbono” y el extractivismo (entendido como modelo histórico de creación de valor basado en el intercambio ecológico desigual entre centros y periferias), con el fin de abordar, desde una perspectiva estructural, los impactos socioambientales de las soluciones dominantes frente a la crisis climática en territorios como la Península de Yucatán. El capítulo final describe el contexto y desarrolla el caso de estudio, junto con las conclusiones del análisis y su discusión.

    Tras un recorrido por las aportaciones teóricas de la economía feminista, el primer capítulo expone cómo el capitalismo depende de una división sexual del trabajo: la separación del trabajo productivo (orientado al mercado, usualmente remunerado) del reproductivo (vinculado con la reproducción de la vida humana y no-humana, usualmente no remunerados). La división sexual del trabajo implica tanto una separación, como una jerarquía entre ambas esferas; como resultado, el trabajo reproductivo, históricamente llevado a cabo por las mujeres y, por tanto, socialmente feminizado, se devalúa y se hace invisible frente al trabajo productivo (asignado socialmente a los hombres).

    Esta estructura de fragmentación y jerarquización (entre trabajos y géneros) está presente en la relación capitalista de lo humano con la naturaleza. Mientras los programas medioambientales dominantes subordinan las cuestiones de la reproducción de la vida a la esfera de la producción, la participación política de las mujeres en estos contextos se vincula a las tareas reproductivas. En la política climática, a través de prácticas, discursos y representaciones, se relegan los procesos de la reproducción de la vida, al tiempo que se excluye a las mujeres de los espacios formales de toma de decisión. En este capítulo, también se describe cómo las subjetividades de las mujeres, y la reproducción de las desigualdades sociales por las estrategias climáticas, están vinculadas con otra categoría social: la etnia.

    En el segundo capítulo se describe a los megaproyectos de infraestructura de energías alternativas en la Península de Yucatán como una continuación del extractivismo: un modelo de intercambio ecológico desigual fundado en la colonia, que se reproduce por relaciones de poder basadas, entre otras cosas, en las segregaciones étnico-raciales. Bajo el concepto de extractivismo verde, en este capítulo se expone cómo, a través del despojo masivo de tierras, estos proyectos, impulsados por los programas de “transición baja en carbono”, reproducen las rupturas en los ciclos de reproducción de la vida (una de las características del extractivismo) en los territorios en donde se implementan.

    En América Latina, al igual que en el extractivismo tradicional, las reconfiguraciones territoriales de los megaproyectos de infraestructura para energías alternativas son respondidas con demandas de autonomía y defensa del territorio por las comunidades que los habitan (principalmente indígenas y campesinas). En la tesis también se hace hincapié en cómo, dentro de estos movimientos, la resistencia de las mujeres establece vínculos entre la defensa de sus territorios y la preservación de las condiciones materiales para su reproducción, que es, al mismo tiempo, la reproducción de sus comunidades.

    En el caso de la resistencia contra los parques fotovoltaicos Ticul A y B, cuyas características son descritas en el capítulo 3, este tipo de demandas estuvieron presentes, junto a otras, en los testimonios de los participantes. A raíz del análisis de contenido cualitativo, en esta tesis se clasificaron las motivaciones de las y los habitantes de San José Tipceh para oponerse al megaproyecto en diez categorías: 1) rechazo a la manipulación, la imposición y las amenazas; 2) beneficios para la comunidad, solidaridad y justicia; 3) rechazo a la violencia y la confrontación; 4) defensa de los derechos de la comunidad, dignidad y autonomía; 5) defensa de los medios de subsistencia e impacto en la vida cotidiana; 6) cuidado de la niñez y las futuras generaciones; 7) defensa de los recursos naturales y bienestar socio-ambiental; 8) criticismo a las instituciones y las autoridades; 9) ganancias económicas; y 10) defensa de las formas de producción comunitarias (ejidos).

    Esta indagación mostró que, además de tener una mayor variedad de motivaciones para participar políticamente en el conflicto, las mujeres prestaron más atención a los impactos socioambientales de los proyectos Ticul A y B. Mientras los hombres se centraron en el rechazo de la violencia y la confrontación que ocasionó el conflicto, las mujeres plantearon preocupaciones sobre los efectos que los parques fotovoltaicos tendrían en la reproducción de la vida comunitaria. En particular, mostraron inquietud por los impactos socioambientales negativos del megaproyecto en la calidad de vida de sus hijos e hijas. Los argumentos de las mujeres se encuadraron en términos como “cuidado de la niñez y las futuras generaciones”, “defensa de los medios de subsistencia y el impacto en la vida cotidiana” y “defensa de los recursos naturales y bienestar socio-ambiental”. La mayoría de los argumentos presentes en los testimonios de hombres (60%) se justificaban por “el rechazo a la manipulación, la imposición y las amenazas” y “el rechazo a la violencia y la confrontación”.

    Asimismo, se encontró un sesgo de género en la concepción de los “derechos de la comunidad, la dignidad y la autonomía”, esta fue referida en 85% de los testimonios de mujeres. El análisis de los resultados demostró que las mujeres de San José Tipceh asociaron la defensa de sus derechos y la autonomía de sus comunidades con las posibles afectaciones socio-ambientales del megaproyecto, las cuales pondrían en riesgo la reproducción de la vida en sus territorios (principalmente la de sus hijas e hijos). Se puede argumentar que, para ellas, decidir sobre el uso de la tierra en el territorio de San José Tipceh es una condición para: 1) la conservación de los medios de subsistencia y 2) asegurar las adecuadas condiciones medioambientales que permitan la reproducción comunitaria. Este planteamiento hace eco de la intersección entre las luchas feministas o de mujeres y las luchas anti-extractivas en América Latina, a partir de la cual se construyen conceptos como: “feminismos eco-territoriales”, “feminismos comunales” o “feminismo de la supervivencia”.

    La agenda política de las mujeres en San José Tipceh en contra del extractivismo verde puede ser vista como parte de la resistencia de las mujeres (principalmente indígenas) a las amenazas patriarcales y coloniales (como el despojo de sus territorios, impulsada por los programas climáticos) que subordinan la reproducción de la vida a la creación de valor. Al defender el derecho a decidir cómo organizar las condiciones materiales de su existencia, las mujeres desafían la forma capitalista de establecer la relación entre los seres humanos y la naturaleza.

    Además de confirmar las aportaciones de los ecofeminismos y la ecología política feminista sobre la invisibilización de la esfera de reproducción de la vida en los programas de “transición baja en carbono”, esta tesis concluye que, en las zonas verdes de sacrificio, las mujeres ponen de relieve al territorio y su control como una dimensión clave. Al estar asociado con desigualdades sociales, que se reproducen a través del extractivismo verde, la tesis abona a un entendimiento crítico de la política climática y su relación con la justicia social. Además, plantea cuestiones acerca de cómo pueden repensarse el género y la etnia (así como las relaciones sociales en torno a estos conceptos) a raíz de la crisis climática.

    En el seno del colapso ecológico, la investigación feminista estudia y posiciona propuestas para la inclusión de la esfera de la reproducción de la vida en los programas de transición. Investigaciones como la realizada en esta tesis son indispensables en el marco de estas propuestas, ya que aportan un entendimiento de la realidad sobre el terreno, resaltando las interconexiones entre los discursos y sus efectos materiales.

    “From Low-carbon Transition Agendas to Ground Reality: Life Reproduction, Women and Ethnicity”. Tesis realizada en el Master Economic policies for the Global Transition, disponible en https://let.iiec.unam.mx/node/5327



    * Doctorante en sociología y género en la Universidad de París Cité, correo electrónico: paola.deleon@politicas.unam.mx.
    1 En la bibliografía especializada se denomina zonas verdes de sacrificio (o Green Sacrifice Zones).
    2 El recurso a la consulta indígena, derecho garantizado por la Constitución mexicana, permitió a las y
    los habitantes de San José Tipceh decidir sobre el uso de sus tierras más allá de la negociación privada
    entre ejidatarios y compradores-arrendatarios.