Why America's economy is soaring ahead of its rivals

Cita: 

Romei, Valentina, William Crofton y Colby Smith [2024], "Why America's economy is soaring ahead of its rivals", Financial Times, London, 2 de diciembre, https://www.ft.com/content/1201f834-6407-4bb5-ac9d-18496ec2948b

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Diciembre 2, 2024
Tema: 
Diferencias estructurales en crecimiento económico y productividad entre Estados Unidos y otras economías avanzadas
Idea principal: 
    Este artículo analiza las razones estructurales por las cuales Estados Unidos ha logrado superar con creces a otras economías desarrolladas en crecimiento económico desde el final de la pandemia. Mientras Japón, Reino Unido y la eurozona enfrentan un estancamiento prolongado, Estados Unidos ha mantenido un ritmo de expansión significativamente más alto (dato crucial 1). Esta diferencia se explica principalmente por el crecimiento de la productividad laboral, impulsada por la innovación tecnológica y la inversión en sectores estratégicos (dato crucial 2).

    La productividad, más allá de ser un indicador técnico, representa una variable clave que permite aumentar los ingresos reales, mejorar la rentabilidad empresarial y ampliar el margen fiscal. En este marco, Estados Unidos ha sabido consolidar un ecosistema que favorece la creación y expansión de empresas tecnológicas. La experiencia de la startup Pika Art muestra cómo la articulación entre universidades, redes de capital de riesgo y mercados laborales dinámicos puede generar empresas innovadoras a gran escala en tiempos reducidos (dato crucial 3).

    El dinamismo estadounidense contrasta con el bajo crecimiento de la productividad en Europa, Canadá y Japón. Estas regiones enfrentan barreras como mercados fragmentados, regulación excesiva, baja inversión en investigación y desarrollo, y una limitada cultura empresarial de riesgo. Mientras tanto, Estados Unidos lidera en atracción de capital de riesgo e inversión extranjera directa (datos cruciales 4, 5 y 6).

    Aunque en el pasado Europa y Japón lograron igualar la productividad estadounidense, especialmente en el periodo de posguerra gracias al Plan Marshall (dato crucial 7) y a procesos de reconstrucción acelerada, desde los años noventa del siglo XX, Estados Unidos ha ampliado su ventaja mediante la revolución digital. Esta tendencia se ha consolidado con su liderazgo actual en sectores como inteligencia artificial, software y servicios digitales.

    No obstante, el modelo estadounidense no está exento de contradicciones. Presenta altos niveles de desigualdad, bajos niveles de esperanza de vida y altos costos de vivienda. Estos problemas estructurales ponen en cuestión la distribución de los beneficios del crecimiento económico (dato crucial 8). Aun así, el país ha logrado mantenerse a la vanguardia en innovación y productividad, lo que lo posiciona como referente económico global (datos cruciales 9, 10 y 11).

    Las políticas económicas de Trump empañarán la excepcionalidad tecnológica de Estados Unidos, pero no la socavarán

    Se examina cómo una posible segunda presidencia de Donald Trump podría modificar el contexto económico estadounidense. Aunque heredaría una economía con buen desempeño, las políticas que ha propuesto —como la imposición de aranceles, la reducción de impuestos para los sectores más ricos y una política migratoria restrictiva— podrían tener efectos negativos sobre la inversión, la inflación y el gasto público.

    A pesar de estas amenazas, economistas como Mark Zandi sostienen que el impacto estructural sería limitado. El ecosistema de innovación estadounidense es sólido: incluye universidades de prestigio, un mercado de capital de riesgo altamente desarrollado y una cultura empresarial consolidada. Por ello, aunque las políticas de Trump podrían afectar la percepción global del liderazgo tecnológico estadounidense, no eliminarían las bases que lo sostienen.

    Los inversionistas estadounidenses asumen mayores riesgos en tecnología que cualquier otro país

    Una de las principales ventajas comparativas de Estados Unidos es la disposición de sus inversionistas a asumir riesgos en todos los sectores tecnológicos. En contraste con Europa y Japón, donde los sistemas fiscales y regulatorios tienden a la prudencia, en Estados Unidos existe una cultura financiera orientada al riesgo, lo que permite financiar emprendimientos innovadores desde etapas tempranas. Este entorno propicia un “efecto volante”: las startups exitosas generan ganancias que son reinvertidas en nuevos fondos de capital, que a su vez financian nuevos proyectos. En el artículo se presentan testimonios de emprendedores europeos que enfrentaron resistencias en sus países de origen, como la renuencia de los primeros inversionistas, la falta de incentivos fiscales o la dificultad para acceder a créditos especializados.

    En consecuencia, el éxito del modelo estadounidense no depende únicamente de las grandes empresas tecnológicas, sino también de una red de financiamiento que permite la escalabilidad de ideas innovadoras. Esta característica es difícil de replicar sin cambios institucionales y financieros profundos.

    El verdadero desafío para otras economías avanzadas no es solo replicar la eficiencia del modelo estadounidense, sino hacerlo sin desmantelar sus propias redes de protección social. Europa, por ejemplo, necesitaría incrementar considerablemente su inversión en sectores estratégicos si desea cerrar la brecha tecnológica con Estados Unidos y China.

Datos cruciales: 

    1- Desde finales de 2019, el PIB de Estados Unidos creció 11.4%, mientras que Japón y Reino Unido crecieron solo 3%.

    2- La productividad laboral en Estados Unidos aumentó 30% desde la crisis de 2008-2009; en la eurozona solo creció 8%.

    3- La startup Pika Art, fundada por dos jóvenes de 26 años, recaudó 135 millones de dólares en poco más de un año y superó el millón de usuarios.

    4- Estados Unidos concentra el 83% del capital de riesgo entre los países del G7.

    5- Estados Unidos atrajo el 14.6% de la inversión extranjera directa global en los primeros 10 meses de 2024, un récord histórico; Alemania registró su nivel más bajo en 18 años.

    6- El artículo presenta una gráfica interactiva con las inversiones en investigación y desarrollo en varios países del mundo. Es evidente el liderazgo estadounidense, así como el peso con que ya cuenta China en esta competencia. Consultar la fuente de la gráfica: EU Industrial R&D Investment Scoreboard (World 2500)

    7- Entre 1945 y 1980, la productividad laboral en la eurozona se cuadruplicó, impulsada por los fondos del Plan Marshall.

    8- Estados Unidos presenta la mayor desigualdad de ingresos del G7, la esperanza de vida más baja y los costos de vivienda más elevados.

    9- Esta gráfica compara la productividad laboral por hora trabajada (en dólares constantes de 2022, en paridad de poder adquisitivo) en Francia, Alemania y Canadá, tomando como referencia 100 para Estados Unidos. Se observa un declive sostenido en las tres economías desde principios de los 2000. Alemania y Francia han caído por debajo del nivel de Estados Unidos, mientras que Canadá muestra una tendencia descendente más aguda. Esta visualización refuerza el argumento de que la brecha en productividad entre Estados Unidos y el resto del G7 se ha ampliado en las últimas dos décadas.

    10- Esta gráfica muestra la composición de las 2 500 empresas globales con mayor gasto en investigación y desarrollo (I+D), clasificadas por país o grupo: Estados Unidos, China, G7 sin Estados Unidos y “otros”. Entre 2018 y 2022, se observa que el número de empresas estadounidenses se mantiene dominante, mientras que el bloque G7 (excluyendo Estados Unidos) pierde participación relativa. China, en cambio, gana terreno rápidamente. El artículo hace énfasis en esta tendencia para mostrar cómo Estados Unidos no solo lidera la innovación, sino que además resiste mejor que otros países el ascenso tecnológico de China.

    11- Esta gráfica muestra la inversión empresarial desde el cuarto trimestre de 2004 (base 100), comparando el desempeño de Estados Unidos (línea azul) con el resto del G7 (área sombreada). Desde aproximadamente 2010, la inversión en Estados Unidos crece sostenidamente, alejándose del promedio del G7, especialmente tras la pandemia. Esta evolución respalda la tesis del artículo de que la economía estadounidense ha mantenido una estrategia proactiva de reinversión productiva, lo que ha sostenido su dinamismo frente a los rezagos de otras economías avanzadas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    El liderazgo económico de Estados Unidos se explica no solo por factores coyunturales, sino por una base estructural que combina inversión intensiva en investigación y desarrollo, cultura de riesgo, redes de financiamiento y ecosistemas tecnológicos profundamente interconectados. Esta capacidad de traducir innovación en productividad marca una diferencia decisiva respecto a otras economías avanzadas que enfrentan estancamiento crónico. Este artículo nos facilita el estudio de modelos comparados de desarrollo, en especial el contraste entre el dinamismo estadounidense y las limitaciones institucionales y estructurales de Europa, Japón o Canadá. Además, permite explorar el vínculo entre capital de riesgo, adopción tecnológica y escalamiento empresarial, lo que resulta relevante para pensar políticas públicas orientadas a la transformación productiva desde contextos periféricos.

    Finalmente, se pone sobre la mesa un dilema crucial: cómo combinar eficiencia económica con cohesión social. Aunque Estados Unidos lidera en productividad, también enfrenta altos niveles de desigualdad, precarización laboral y deterioro de indicadores sociales. Esta tensión entre crecimiento e inclusión es clave para evaluar los límites del modelo estadounidense y su viabilidad como referente global.

    Una tarea por hacer es establecer estas mismas comparación pero entre Estados Unidos y China que es el territorio que cuenta con los recursos, el dinamismo y las estrategias para desafiar el liderazgo estadounidense.