Eagle v Dragon. In some areas of military strength, China has surpassed America
The Economist [2024], "Eagle v Dragon. In some areas of military strength, China has surpassed America", The Economist, London, 9 de noviembre, https://www.economist.com/china/2024/11/04/in-some-areas-of-military-str...
Las 18 agencias de inteligencia de Estados Unidos coinciden: Rusia causa estragos en Europa, pero China posee recursos para desafiar a Estados Unidos en el plano global. Pekín acelera capacidades que, según su propio gobierno, permitirán al Ejército Popular de Liberación enfrentar un conflicto de gran escala y duración contra Estados Unidos. China fija dos metas: alcanzar una modernización completa de sus capacidades militares en 2035 y la categoría de clase mundial en 2049.
La Armada del Ejército Popular de Liberación ya constituye la flota más grande del mundo y opera buques más nuevos. Sus celdas de lanzamiento vertical, dispositivos que se consideran una capacidad militar decisiva, se multiplican y los submarinos de la clase Zhou usan propulsión híbrida que Estados Unidos no iguala. Un buque de asalto anfibio en construcción, Tipo 076, promete convertirse en el mayor del mundo y contará con catapulta para drones.
La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación avanza en la misma línea. China fabrica cazas furtivos casi al nivel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y los produce a un ritmo superior al de Estados Unidos. Sus misiles aire-aire y antibuque destacan por alcance, velocidad, sensores y resistencia a interferencias electrónicas.
El arsenal hipersónico chino vuela a más de cinco veces la velocidad del sonido. El Instituto Australiano de Política Estratégica situó a China en el primer lugar de seis ámbitos cruciales: motores de aeronaves avanzados; drones y robots colaborativos; detección y seguimiento hipersónicos; robótica avanzada; sistemas autónomos; sistemas de lanzamiento espacial. Estados Unidos encabezó solo la categoría de satélites pequeños.
Estas afirmaciones reciben críticas y no revelan investigación secreta, y la eficacia en combate depende de factores intangibles. La invasión rusa de 2022 mostró que la suma de armas no garantiza la victoria. En este orden de ideas, las fuerzas chinas enfrentan problemas internos: corrupción; logística insuficiente; escasa integración entre ejército, marina y fuerza aérea. Además, carecen de experiencia de combate reciente, porque su última guerra ocurrió hace décadas.
1) Alrededor de 70% de los buques de guerra chinos se desplegaron después de 2010, frente a una cuarta parte de los estadounidenses, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). En cuanto a diseño y calidad de materiales, muchas embarcaciones chinas son comparables a las estadounidenses, afirma la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos.
2) El progreso del Ejército Popular de Liberación en las dos últimas décadas carece de precedentes en tiempos de paz. China moderniza con rapidez y a gran escala sus seis fuerzas principales: terrestre, naval, aérea, cohetes, apoyo estratégico y apoyo logístico conjunto. Todo ello sucede con un gasto de defensa inferior a 2% de su Producto Interno Bruto, mientras Estados Unidos supera 3%.
3) El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales calcula que en 2004 los barcos estadounidenses tenían, en promedio, 222 celdas de lanzamiento vertical (VLS) por cada una que fuera china. La gráfica 1 usa una escala para mostrar la proporción de celdas de lanzamiento vertical entre Estados Unidos y China de 2004 a 2028. En 2004 Estados Unidos tenía casi 100 veces más celdas que China. La ventaja se reduce cada año y la proyección para la segunda mitad de la década de 2020 coloca la proporción por debajo de 1, señal de igualdad y posible dominio chino si la tendencia continúa.
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The Economist difunde la visión del liderazgo estadounidense y de analistas occidentales sobre la carrera armamentística sino-estadounidense. Elaborar un panorama realista requiere de observaciones menos "interesadas" acerca de las capacidades militares chinas. Es indudable la inversión y los avances logrados por China en décadas recientes, pero la inexperiencia en combates de gran escala contra fuerzas militares similares constituye un problema existencial. También hay que destacar que no se observan impulsos para una guerra de agresión por parte de China, que se enfoca en la defensa de su territorio y sus intereses en otras regiones, por lo que su apuesta militar es distinta respecto a la de Estados Unidos.
