Going feral. Vladimir Putin's spies are plotting global chaos
The Economist [2024], "Going feral. Vladimir Putin's spies are plotting global chaos", The Economist, London, 13 de octubre, https://www.economist.com/international/2024/10/13/vladimir-putins-spies...
Vladimir Putin’s “everything, everywhere, all at once” strategy of assassination, arson, sabotage and hacking against the West
Ken McCallum, director del Servicio de Seguridad Interior de Reino Unido, alerta que la Dirección General de Inteligencia (Glavnoye Razvedyvatel'noye Upravleniye, GRU por su sigla en ruso) de Rusia, mantiene una “misión sostenida para generar caos” mediante incendios, sabotajes y acciones cada vez más temerarias en calles británicas y europeas. Su par en el Servicio de Inteligencia Exterior británico, Sir Richard Moore, resulta igual de tajante: “los servicios de inteligencia rusos se vuelven un poco salvajes”.
En Alemania, Thomas Haldenwang, presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, informa al Parlamento federal que un sabotaje ruso casi provoca un siniestro aéreo y denuncia un comportamiento “agresivo” que pone vidas en riesgo; Nils Andreas Stensones, jefe del Servicio de Inteligencia de Noruega, confirma que estos actos ya se perciben de forma sistemática en todo el continente.
El telón de fondo explica la estrategia rusa de “todo, en todas partes, al mismo tiempo”: golpes de baja intensidad distribuidos por varios frentes que obligan a Occidente a vigilarlo todo sin descanso. En Europa hubo un rosario de sabotajes: en abril de 2024 Alemania detuvo a dos germano-rusos que planean ataques contra instalaciones militares de Estados Unidos; Polonia capturó a un colaborador que espiaba el aeropuerto de Rzeszów, eje de ayuda militar a Ucrania; y Reino Unido procesó a varios implicados en el incendio de una firma logística ucraniana en Londres. En junio, París detuvo a un ruso ucraniano herido al fabricar una bomba casera, y en julio las autoridades frustraron un complot para asesinar a Armin Papperger, presidente de la empresa de armamento Rheinmetall. El nueve de septiembre drones cierraron durante dos horas el aeropuerto de Arlanda en Estocolmo, y Washington denunció que embarcaciones rusas cartografían cables submarinos críticos. Esas incursiones buscan robar, filtrar o destruir datos con fines de “daño reputacional” y sabotaje sistemático.
Moscú también recurre a provocaciones simbólicas para atizar la discordia: ataúdes con la leyenda “Soldados franceses de Ucrania” aparecen junto a la Torre Eiffel, mientras doscientas cincuenta estrellas de David pintadas en muros parisinos intentan avivar el antisemitismo tras el estallido del conflicto entre Israel y Hamás.
En los Estados bálticos, varias detenciones frustraron montajes menores destinados a sembrar agitación. De forma paralela, la dimensión cibernética se acelera: en abril de 2024 piratas vinculados a la GRU manipularon sistemas de control de plantas de agua en Estados Unidos y Polonia; en septiembre, Estados Unidos, Reino Unido y Ucrania divulgaron los ataques cometidos durante años por la Unidad 29155, célula conocida por el intento de envenenar a Serguéi Skripal, exoficial ruso refugiado en Reino Unido.
Fuera de Europa, oficiales de la GRU asesoran a los hutíes yemeníes, movimiento rebelde chií, llamado Ansar Allah y alineado con Irán, que ataca buques en el mar Rojo. Molesto por el envío de misiles de largo alcance de Estados Unidos a Ucrania, Moscú amenazó con entregar armamento a los hutíes en julio, pero la presión del gobierno de Arabia Saudita encabezado por el príncipe heredero Mohamed bin Salman, detuvo la operación. En estos escenarios, el Kremlin recurre a intermediarios, mercenarios, facciones rebeldes o redes criminales, que ejecutan acciones y ofrecen a Rusia un margen de negación plausible.
Everything everywhere
Rusia despliega al Grupo Wagner para sustituir la presencia francesa y estadounidense tras los golpes militares en Burkina Faso, Malí y Níger; sus combatientes, llamados wagneritas, actúan como brazo armado de la GRU. En Estados Unidos, los servicios de inteligencia advierten sobre campañas que segmentan al electorado para dividir la opinión pública, y la red CopyCop reescribe artículos mediante ChatGPT para atacar al gobierno de Emmanuel Macron en Francia y expandir la desinformación.
El historiador Serguéi Radchenko recuerda que la propaganda y los asesinatos selectivos no son nuevos. Cita la falsificación Tanaka, un documento fabricado por Unión Soviética en 1927 para difamar a Japón, y la presencia de tropas soviéticas disfrazadas en Yemen en los años sesenta del siglo XX. Señala que la diferencia actual radica en que las operaciones especiales se convierten en la propia política exterior rusa.
Vladímir Putin respalda esa visión al calificar la coyuntura como «situación revolucionaria» y, junto a Xi Jinping, proclamar el fin del viejo orden. La doctrina rusa de 2023 niega repudio hacia Occidente, pero un anexo secreto propone minar a una «coalición hostil» liderada por Estados Unidos. A pesar de ese impulso, Moscú exhibe límites: depende cada vez más de China, pierde influencia en Siria y, en julio, dejó sin apoyo a sus propios wagneritas cuando decenas de ellos caen ante rebeldes malienses respaldados por Ucrania.
1) En septiembre, el Departamento de Justicia acusó a dos empleados de RT (medio controlado por el Kremlin) de pagar 10 millones de dólares a una empresa de Tennessee, presuntamente Tenet Media, que difundió casi 2 000 vídeos en TikTok, Instagram, X y YouTube. El departamento también incautó 32 dominios en internet manejados por Moscú, que imitaban portales de noticias legítimos.
El recuento de las acciones de la inteligencia militar rusa que hace The Economist destaca las estrategias defensivas de Rusia y el sobredimensionamiento que hacen los gobiernos y los medios sobre tales acciones. Por una parte, las estrategias de "espectro completo" tienen décadas siendo desarrolladas por las potencias militares y algunos gobiernos participantes en conflictos regionales. Por otra, el recuento de las acciones desestabilizadoras de las potencias de Occidente, particularmente de la parte anglosajona, sería mucho más numeroso y escandaloso. La guerra por todos los medios posibles, introduce más factores de conflicto en una situación global de por sí volátil. Nadie deberá asombrarse de las escaladas bélicas o de nuevos repartos de esferas de influencia.

