Silicon Valley Is in Its 'Hard Tech' Era

Cita: 

Isaac, Mike [2025], "Silicon Valley Is in Its 'Hard Tech' Era", The New York Times, New York, 4 de agosto, https://www.nytimes.com/2025/08/04/technology/ai-silicon-valley-hard-tec...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Agosto 4, 2025
Tema: 
Transformación de Silicon Valley: Auge de la inteligencia artificial y giro político-cultural
Idea principal: 

    Mike Isaac es corresponsal de tecnología de The New York Times con sede en San Francisco. Cubre de forma regular Facebook y Silicon Valley.


    La era de los sitios web de consumo y las aplicaciones móviles llegó a su fin. En los años de la Web 2.0, jóvenes ingenieros de Facebook, Apple, Netflix y Google construyeron servicios como redes sociales, música en streaming o plataformas para compartir fotos. Fue la época marcada por Mark Zuckerberg y la imagen de Silicon Valley como antítesis de la cultura corporativa.

    Durante esa etapa de euforia (con fenómenos como Twitch, Waymo o las criptomonedas) el capital de inversión fluyó con facilidad. El Googleplex, la sede de la empresa en Mountain View creció sin parar y Larry Page y Sergey Brin institucionalizaron el “20% de tiempo”, que permitía a los empleados dedicar un día a la semana a cualquier proyecto libre.

    Luego llegó la pandemia: el trabajo remoto vació el centro de San Francisco. Facebook, Google y otras compañías contrataron en exceso en 2020 y 2021; al levantarse las restricciones, recortaron plantillas.

    En 2022, Meta despidió a un tercio de su personal y Elon Musk eliminó tres cuartas partes de los empleados de Twitter. Otras firmas redujeron marketing, relaciones públicas y programas de diversidad, con desventaja para quienes tenían formación en humanidades.

    Ese año OpenAI lanzó ChatGPT y la inteligencia artificial (IA) irrumpió con fuerza. Meta, Google y otros consorcios sustituyeron trabajadores por especialistas en aprendizaje profundo (deep learning) y redes neuronales; los capitalistas de riesgo financiaron proyectos de “IA”. San Francisco recuperó protagonismo y muchos emprendedores que miraban a Miami o Austin regresaron al Área de la Bahía.

    La expansión de la IA transformó la ciudad. El espacio entre Mission y Potrero Hill pasó a llamarse The Arena, con nuevas empresas junto a OpenAI; Hayes Valley se conoció como Cerebral Valley; y aparecieron espacios privados de coworking cerca del Ferry Building.

    Al mismo tiempo, la región, antes identificada con políticas liberales, dejó de ser un monocultivo político. Capitalistas de riesgo y fundadores de la Generación Z, más inclinados a la derecha, impulsaron un giro definido como liberaltarian (liberal en lo social y contrario a la regulación estatal).

    Con ese cambio, sectores como la defensa y el armamento se volvieron atractivos para invertir; la política en el lugar de trabajo y el globalismo perdieron atractivo; y algunos sostuvieron que compartir tecnología globalmente puso en riesgo el liderazgo de Silicon Valley frente a China. Las nuevas empresas reflejaron esta evolución: en lugar de aplicaciones de pago sin contacto como Clinkle o Bump, surgieron compañías que fabrican drones no tripulados con misiles de crucero Barracuda guiados por inteligencia artificial.

    Hoy, conocer términos como neural network, large language model, graphical processing unit resulta indispensable. Frente a la capacidad de ChatGPT para transformar imágenes, los filtros de Instagram parecen reliquias; y la conversación ya no gira sobre apps en HTML5, sino sobre cuántas tarjetas gráficas H100 tiene cada laboratorio. Si la Web 2.0 exaltó a fundadores que “jugaban a ser Dios” con redes sociales, la nueva era se centra en quienes buscan computadoras “superinteligentes”: un posible “Dios en la máquina”.

Datos cruciales: 

    1) El apetito por la exuberancia sigue presente. Una fiesta en torno al lanzamiento de ChatGPT en 2022 se vivió como un momento decisivo para la IA en San Francisco. Ese mismo año, Stability AI, una start-up de generación de imágenes, alquiló el museo de ciencia Exploratorium (fundado por Frank, hermano menor de Robert Oppenheimer) para celebrar una ronda de financiación de 101 millones de dólares.

    2) En 2023, Uber subarrendó 46 450 metros cuadrados de oficinas a OpenAI como parte de su expansión. Scale AI, en la que Meta invirtió 14 300 millones de dólares, se instaló en un edificio del Design District de San Francisco que antes pertenecía a Zynga, la empresa de videojuegos.

Nexo con el tema que estudiamos: 
    Dado el peso económico y político de los capitalistas de la alta tecnología, los cambios referidos por el artículo son muy importantes para consolidar la agenda y las políticas conservadoras en Estados Unidos.

    La contradicción es evidente: hacia afuera, las plataformas se muestran como espacios amigables que promueven bienestar e inclusión; pero hacia adentro niegan esos mismos principios, precarizan el empleo y cargan con un costo ambiental creciente. La inteligencia artificial exige enormes cantidades de energía, agua y recursos, dejando tras de sí contaminación y desechos electrónicos que rara vez son mencionados en el relato liberal.