How China could pull ahead in the AI race

Cita: 

Wang, Dan[2025], "How China could pull ahead in the AI race", Financial Times, London, 9 de octubre, https://www.ft.com/content/9f6c2f35-933f-4e14-85f1-1192488dda4e

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Jueves, Octubre 9, 2025
Idea principal: 

    Dang Wang es una destacada economista y analista cuyo trabajo se centra en la economía, la política industrial y la geopolítica de China. Actualmente se desempeña como Directora para China en Eurasia Group, aunque es ampliamente reconocida por su rol anterior como Economista Jefe en Hang Seng Bank China, con sede en Shanghái. Su trabajo implica el pronóstico macroeconómico y el análisis del mercado de capitales, y es una voz influyente frecuentemente citada en medios internacionales como CNBC, The Wall Street Journal y como columnista en FT China.


    El liderazgo de Estados Unidos en inteligencia artificial (IA), que se sostiene principalmente en su superioridad en el diseño y fabricación de chips avanzados, se encuentra bajo una amenaza estructural. China no solo demuestra avances tecnológicos rápidos con modelos de IA, como DeepSeek, que compiten con los estadounidenses usando menos recursos, sino que también posee ventajas estratégicas en energía, talento y filosofía de aplicación que podrían permitirle tomar la delante.

    La primera ventaja estructural china es la infraestructura energética. Los centros de datos de IA requieren cantidades masivas de electricidad, un área donde China tiene una ventaja abrumadora. El país invierte a gran escala en energía solar, con una capacidad instalada muy superior a la de Estados Unidos y tiene 32 reactores nucleares en construcción, frente a ninguno en territorio estadounidense. En contraste, la hostilidad de la administración Trump hacia las energías renovables crea un futuro cuello de botella para la industria de IA de Estados Unidos (dato crucial 1).

    La segunda ventaja es el capital humano. China forma a un gran número de ingenieros de alto nivel que son cruciales para el desarrollo de la IA. Aunque muchos de ellos trabajan en Silicon Valley, las políticas estadounidenses, como las restricciones a las visas H-1B y un clima político xenófobo, incentivan a este talento a regresar a China, fortaleciendo su ecosistema tecnológico nacional en comparación con el estadounidense.

    Finalmente, China posee una ventaja filosófica y práctica. Mientras Silicon Valley se enfoca en el objetivo abstracto de la "superinteligencia", Pekín considera la IA como una herramienta práctica para potenciar sus industrias existentes. China utiliza la IA para profundizar su dominio en la manufactura avanzada, la electrónica y los drones. Estados Unidos, en cambio, la aplica para mejorar sus sectores de servicios, como la consultoría o los litigios.

    El principal obstáculo de China es la falta de acceso a los chips de IA más potentes, pero podría ser irónicamente resuelto por la propia política estadounidense. Un posible acuerdo que permita a empresas como Nvidia y AMD exportar chips a China, a cambio de un porcentaje de ingresos, eliminaría la ventaja más significativa de Estados Unidos y aceleraría el dominio chino en la carrera de la IA (dato crucial 2).

Datos cruciales: 

    1) Según cálculos de Ember Energy para la primera mitad de 2025, China instaló 256 gigavatios (GW, por sus siglas en ingles) de capacidad solar, una cifra doce veces mayor que los 21 GW instalados en Estados Unidos Adicionalmente, China tiene 32 reactores nucleares en construcción, mientras que Estados Unidos no tiene ninguno.

    2) La administración del presidente de Estados Unidos, está evaluando un acuerdo para otorgar licencias de exportación a las empresas de semiconductores Nvidia y AMD. Este acuerdo les permitiría vender chips de inteligencia artificial (IA) avanzados a China, con la condición de que las empresas entreguen 15% de los ingresos obtenidos por esas ventas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    El articulo ofrece un análisis de las ventajas estructurales y las debilidades estatales que definirán al ganador en la competencia por la tecnología más importante del siglo XXI.

    El texto argumenta que la hegemonía no se definirá solo por quién tiene los chips más avanzados sino por quién controla los habilitadores estructurales de la inteligencia artificial (IA). China demuestra tener una ventaja en la infraestructura energética y una filosofía de aplicación mientras que Estados Unidos. se enfoca en servicios y su propio estado es activamente hostil a la infraestructura energética renovable que sus empresas de IA necesitan.

    Describe a los ingenieros de IA de élite como un capital altamente internacionalizado. Aunque formados en China (Tsinghua, Pekín), trabajan para corporaciones estadounidenses. El control sobre este talento es, por tanto, un campo de batalla. Se puede analizar cómo las políticas estatales son un intento de renacionalizar o forzar la lealtad de este capital humano, con el riesgo de empujarlo de vuelta a China.