Paul Mozur es corresponsal del New York Times y formó parte de un grupo que ganó el premio Pulitzer en 2021 por la cobertura a la pandemia por coronavirus.

Adam Satariano es corresponsal del New York Times y su trabajo ha tenido presencia en Bloomberg News y Congressional Quarterly.
Emiliano Rodríguez Mega es corresponsal del New York Times, su trabajo ha aparecido en Associated Press, Nature y Science.

Conforme avanzan los centros de datos, las comunidades cercanas son afectadas por apagones y escasez de agua.
Estados Unidos ha sido el centro del crecimiento de los centros de datos, pero las empresas han salido al extranjero (datos cruciales 1 y 2).

Los centros de datos necesitan grandes cantidades de energía y agua para operar y enfriar las computadoras. Esto ha provocado problemas en múltiples países según el New York Times. De ello, han surgido múltiples preocupaciones en Brasil, Reino Unido, India, Malasia, Países Bajos, Singapur y España (dato crucial 3).

La falta de transparencia agrava el problema. Las empresas tecnológicas subcontratan empresas para enmascarar su presencia y su uso de recursos. Asimismo, los gobiernos que desean sumarse a esta ola proporcionan terrenos baratos, exenciones fiscales y no imponen ningún tipo de regulación ni transparencia en la materia.

Las empresas tecnológicas que desean expandir sus centros de datos explican que estos generan puestos de trabajo e inversión, además de que trabajan en reducir su huella medioambiental generando energía y reciclando el agua. Microsoft dijo que no tiene información de que sus complejos afecten al suministro de energía o agua (dato crucial 4). El vicepresidente de Microsoft, Bowen Wallace, dijo que han investigado a fondo y no hay indicios de que sus centros sean los causantes y que siempre darán prioridad a las necesidades básicas de la comunidad.

Es difícil vincular esta relación de manera directa. Sin embargo, la ya existente inestabilidad de las redes de distribución se ve presionada por la construcción de centros de datos y genera un efecto en cascada.

En Irlanda se han limitado los centros de datos al área de Dublín por el riesgo al suministro eléctrico. En Chile, Google retiró sus planes de construcción por las múltiples protestas de agotamiento de las reservas de agua. En Países Bajos se detuvo la construcción de centros de datos por riesgos medioambientales.

Aún con esto no hay signos de desaceleración (dato crucial 5).

Un movimiento ecologista

Grupos ecologistas en Ennis, Irlanda han presentado objeciones legales para bloquear un proyecto de centro de datos (dato crucial 6). Irlanda ha permitido la entrada a las empresas tecnológicas como Apple, Google, Microsoft y TikTok (datos cruciales 7 y 8).

La oposición a los centros de datos tomó fuerza en 2021 cuando el grupo ecologista People Before Profit (La gente frente a las ganancias) protestó en una conferencia de centros de datos en Dublin. El movimiento ha crecido y Darragh Adelaide, activista de la organización, fue elegido miembro del Consejo del Condado de Dublín del Sur y rechazó una solicitud de centro de datos por parte de Google.

En España, la ecologista Aurora Gómez Delgado protestó contra una instalación de Meta en Madrid y su grupo Tu Nube Seca Mi Río inspiró la creación de otro grupo en Francia.

Según la Agencia Internacional de la Energía, se espera que en 2035 los centros de datos del mundo consuman tanta energía como la India (dato crucial 9).

En Irlanda las autoridades buscan agilizar las autorizaciones en zonas rurales. Los ecologistas irlandeses han perdido múltiples apelaciones pero esperan que sus acciones disuadan a las empresas.

Políticas de acogida

El funcionario Alejandro Sterling, director de desarrollo industrial de Querétaro, dijo que las interrupciones de electricidad agua son problemas felices y el precio del progreso.

En Brasil, hay exenciones fiscales. Malasia creó una zona industrial. Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita hacen campañas diplomáticas para conseguir apoyo del Donald Trump en la compra de chips. Unión Europea ha prometido gastar miles de millones para centros de datos. Estos apoyos gubernamentales ayudan a reducir la responsabilidad de las empresas.

Sterling dijo que firmó un acuerdo de confidencialidad donde no revelará información a las comunidades y a la empresa eléctrica mexicana (dato crucial 10).

Las empresas utilizan filiales o subcontratan para ocultar su presencia, como Microsoft en México mediante Ascenty y Amazon en Irlanda mediante Art Data Centres (mpresa irlandesa dedicada al desarrollo y operación de centros de datos). Los representantes de este tipo de empresas mencionan que reducen la escasez de recursos con la reutilización del agua.

Más activistas como Teresa Roldán mencionan que ya tienen acceso a las aguas subterráneas por lo que el reutilizar aguas residuales significa que los residentes recibirían agua residual filtrada.

'Toda la electricidad'

En Querétaro los centros de electricidad llegaron en 2020 por la cercanía a Estados Unidos, relativa seguridad del narcotráfico y un gobierno local que daba la bienvenida a las multinacionales. Primero llegó Microsoft, luego Amazon, Google y varias más.

Los pueblos de la zona han experimentado escasez de agua prolongada y apagones. En zonas como Viborillas, los vecinos se reparten una cuota de 60 dólares para pagar a camiones cisterna. Los apagones igualmente obligan a las familias a desechar la comida de sus refrigeradores y la falta de agua a comprar más tinacos.

Los habitantes apuntan a que los problemas coinciden con la entrada en funcionamiento del complejo de centro de datos de Microsoft.