Li Yu

Doctor en Administración, Profesor. Estudió Administración de Empresas en la Universidad de Liaoning, se especializa en investigación acerca de empresas transnacionales e innovación tecnológica

Idea principal

Numerosos estudios empíricos han arrojado información relevante respecto a las economías de escala y la capacidad para la investigación y desarrollo, este conocimiento se crea a partir de la especialización y división del trabajo. Estas grandes empresas son propicias para desarrollar lo anterior pues poseen gran capacidad financiera que les permite manejar los costos, y asumir ciertos riesgos, pueden mantenerse en esa condición gracias al poder monopólico que poseen. Este argumento es acorde a la tesis que Schumpeter mantiene al respecto, no obstante, existen otros estudios que señalan que la investigación y el desarrollo se da mejor en empresas pequeñas sobre todo en mercados sensibles y organizados (p.1).

Estas dos vertientes han generado un nutrido debate que ha forjado la necesidad de hacer una clasificación de las empresas de acuerdo a su giro y el mercado al que pertenecen, dicho trabajo ha sido realizado por Aghion (2005), y Pingfang Zhu con Xianzhi Zhu (20079. En este capítulo la intención es hacer una comparación entre las empresas chinas y las empresas estadounidenses, las primeras siguen un hilo conductor tradicional al estilo Schumpeteriano con grandes economías de escala, y en cambio las estadounidenses apuestan por empresas más pequeñas (p.2).

Worley (1961) realizó pruebas contundentes que también ponen en entredicho la tesis de Schumpeter, este investigador estudió a ocho industrias distintas que contenían empresas de distintos tamaños, y pudo observar que las diferencias metodológicas de investigación y desarrollo entre industrias eran mucho más pronunciadas que las que tenían que ver con el tamaño de las empresas. Y esto incluía grandes contribuciones de empresas muy pequeñas (p.3).

El autor argumenta que la curva de investigación propuesta por Schumpeter, en vez de ser creciente, presenta la forma de una U invertida, con dos puntos críticos, cuando la compañía comienza a crecer, se ve fuertemente incentivada a generar desarrollos que le permitan acaparar mercado, sin embargo, cuando ya ha conseguido cierto tamaño, pierde dicho interés y se presenta el segundo punto crítico, donde se deja de innovar (p.4).

Categorización de la industria

Después de la exposición teórica en relación al tamaño de las empresas, los autores realizan una clasificación de estas, en China, hay tres categorías, que abarcan 29 tipos de industrias; la textil-alimenticia, la industria química petrolera, y la categoría de las industrias mecánicas eléctricas. Estas categorías fueron comparadas con las industrias en Estados Unidos que se divide en bienes duraderos y bienes no duraderos (p.6).

El período que se utiliza para el análisis abarca desde 1990 hasta el año 2007, se elige 1990 como punto de partida porque desde entonces la economía china ha permanecido en constante crecimiento a tasas muy elevadas, y por su parte Estados Unidos emerge en esa época de la depresión que vivió en los años ochenta a raíz de su crisis energética. El análisis considera que 2007 es el último año representativo del estudio, pues posterior a ello la crisis mundial de 2008 modifica los comportamientos (p. 6-7).

El análisis econométrico se realizó con el ponderador Watson con el método cruzado, y a pesar de que la media y la mediana fueron similares tanto para las 3 categorías chinas como para los dos tipos de industrias estadounidenses, se percibe mucha variabilidad en los resultados ya que la distribución de los datos no es normal. Los resultados del análisis mostraron que sí existe cierta correlación entre el tamaño de las firmas en China y su interés por la innovación y desarrollo tecnológico, mientras que en Estados Unidos el resultado mantuvo la forma de la U invertida que se contrapone a la hipótesis de Schumpeter (p.10-11).

Suarez y Utterback (1995) diseñaron un modelo de dominancia que puede ser esclarecedor para los resultados que surgieron del análisis econométrico, las nuevas industrias que se van desarrollando suelen tener muchos altibajos de producción, precios caídos, riesgos, variaciones en la cantidad etc. Esto genera la necesidad de innovar para obtener mejores resultados que el competidor, sin embargo, cuando una de estas empresas domina el mercado y adquiere poder monopólico seguramente dejará de invertir en estos desarrollos pues ya no tendrá necesidad de innovar, y las otras empresas contendientes habrán perdido el capital que requieren para este objetivo, en consecuencia, la dominancia monopólica podría ser un bloqueo muy importante para la innovación y el desarrollo (p.12).

El análisis econométrico que realizan los autores permite dividir en dos etapas el proceso de investigación y desarrollo según la madurez de la industria, después de superar la fase de monopolio, donde hay muy poca innovación, puede existir una disputa por el mercado entre grandes empresas, bajo este esquema los ingresos de la producción se basan sobre todo en la tecnología y a partir de ello es posible una disputa de mercado que permite la innovación. Posterior a este período los autores señalan una segunda etapa en donde pequeñas empresas encuentran una rendija de mercado que es descuidada por las grandes empresas y logran obtener cierta participación, que, al ser tan pequeña no representa un problema para estos gigantes corporativos y se presenta un fenómeno de coexistencia, en esta etapa la tecnología sigue siendo quien dicta el proceso de investigación pero ya no de forma exclusiva (p.15-16).

Existe también otro tipo de innovación que los autores denominan auxiliar, es decir, se trata de inversiones considerables que se hacen para la mejora de un producto, (o en muchos casos de varios) pero que no son fáciles de cuantificar pues el producto podría seguir en operación sin ellas. Sobre este tipo de innovación es difícil medir su impacto en cada industria, programadores computacionales pueden ser un ejemplo de esta categoría, que, dicho sea de paso, es mucho más frecuente en Estados Unidos que en China (p.16).

Conclusiones

Las conclusiones de los autores obtenidas a partir de su análisis econométrico, arrojan que si bien el tamaño de las empresas puede ser un factor a considerar para su disponibilidad para realizar inversión en investigación y desarrollo, francamente ello no representa la determinante principal de la cuestión, en cambio la disputa en el mercado representa un incentivo más poderoso para estas inversiones en su afán por ganar mercado (p.18).

También se recalca la importancia de la ciencia y la tecnología como el principal motor de la innovación, ya que a partir de estas ramas es verdaderamente posible generar cambios en los modelos de conducta establecidos en cada industria. Si las empresas no interfieren este motor de búsqueda pueden coexistir eficientemente en el mercado, aún si se trata de una comparación entre pequeñas y grandes empresas (p.18-19).

Finalmente en una brevísima mirada a la economía china, se argumenta que está economía, continúa en la búsqueda de obtener grandes planteamientos a partir del viejo modelo schumpeteriano de grandes empresas, en vez de optar por la cooperación, de decenas de ellas en industrias competidas donde el tamaño de las mismas es lo de menos y simplemente la innovación se propicia a través de la competencia (p. 20).