Habiendo pasado los estragos más difíciles de la Gran Recesión de 2008, muchas de las economías más afectadas comenzaron su recuperación, una de ellas fue la economía estadounidense. A pesar de que ésta no ha alcanzado aún el crecimiento que en años anteriores había logrado, sin duda ha sido la que más se ha recobrado. Su progresivo avance es debido a que Estados Unidos concentra en la actualidad 54 de las 100 empresas más grandes del mundo, lo cual le ha permitido una recuperación bastante afortunada.

Los motivos para explicar el triunfo de las empresas estadounidenses son varios, sin embargo, Robert Tornabell, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade, menciona que las razones más relevantes son, por una parte, la estructura de financiamiento que las empresas utilizan. La mayoría recurre a la Bolsa para financiar sus actividades, lo que les permite crecer más rápido que aquellas empresas que aún utilizan el crédito bancario.

Por otra parte, se dice que las grandes firmas estadounidenses han apostado por el sector de las ideas, enfocándose en el negocio del conocimiento tecnológico.

Apple es sólo la punta del iceberg del peso que ha ganado el sector de la tecnología, dado que cinco de las diez compañías más capitalizadas son tecnológicas: Apple, Google, Microsoft, Facebook y Amazon. En este sentido, lo que el mercado busca es una capacidad amplia de innovar y generar nuevos modelos de negocios con alto potencial de crecimiento.

Al igual que el sector tecnológico, la rama farmacéutica se encuentra en auge y es uno de los sectores que ha ido colocando miembros en el listado poco a poco. Las farmacéuticas han sido grandes depredadoras en las últimas 2 décadas y ya acumulan 17 miembros entre las 100 mayores empresas del mundo. Destacan Johnson & Johnson en el octavo lugar, Novartis y Roche en el lugar 16 y 17 respectivamente y Pfizer en el puesto 19.

A pesar de que en el top ten se encuentren empresas en su mayoría con sede estadounidense o europea, las empresas chinas han obtenido también un puesto en el ranking de las 100 más grandes. En 1993 sólo se encontraban 2 empresas chinas en el ranking, en la actualidad, ya son 11 las que han logrado posicionarse dentro del mismo. Entre las 20 mayores empresas del mundo figuran Industrial & Commercial Bank of China, Petrochina, China Mobile y Alibaba. Asimismo, agrega David Fernández, “el gigante asiático del comercio electrónico –China Mobile- comenzó a participar en la Bolsa en septiembre de 2014 y ya es la empresa 18 del mundo por valoración” (p. 3).

Así como China, otros países aún mantienen un status de país emergente, no obstante, la fortuna de éstos ha sido muy distinta a la del gigante asiático si de grandes empresas se habla. A diferencia de las grandes empresas de nacionalidad estadounidense, las empresas de los países en desarrollo aún no cotizan en Bolsa, pues continúan siendo de propiedad estatal o familiar. En este contexto, su impacto en la economía mundial logra medirse mejor con otro tipo de rankings que no basan su estudio en la capitalización, sino en otros parámetros como las ventas. La revista Fortune 500 ejemplifica que el mayor número de compañías cuya sede está en algún país emergente ha pasado de 21 en el año 2000 a 132 en 2014 (95 de ellas son chinas) (p.3).

Sin embargo, y a pesar de todo lo anterior, el autor asume la conclusión de que nada puede negar que las empresas estadounidenses, hoy en día, son las que ocupan los primeros puestos en la mayoría de los rankings económico-empresariales. En consecuencia, menciona, agrega un valor estratégico a la nación americana, pues el tener un gran número de multinacionales entre las mayores del mundo no sólo le otorga prestigio al país, sino que también recae en una importancia geopolítica que se muestra a través de la imagen proyectada, la capacidad financiera y la influencia de Estados Unidos alrededor del mundo.