Global monetary system. Thrills and spills. America is at the centre of a global monetary disorder

Cita: 

The Economist [2015], “Global monetary system. Thrills and spills. America is at the centre of a global monetary disorder”, The Economist, London, 3 de octubre, http://www.economist.com/news/special-report/21668717-america-centre-glo...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 3, 2015
Tema: 
Sistema monetario internacional como medio de hegemonía mundial.
Idea principal: 

Durante la segunda mitad del siglo XIX el Banco de Inglaterra dominaba prácticamente todo el sistema financiero internacional en un sentido de “armonía”, contrario a lo que actualmente ocurre, Estados Unidos luce como un dominante anárquico. En este sentido, el artículo argumenta la inestabilidad del sistema financiero internacional y que, de no ser reformado, representa una amenaza incluso para la nación americana.

El sistema monetario mundial se ha enfrentado a diversos retos a lo largo de su historia, por ejemplo, el patrón oro del siglo XIX se disolvió durante la crisis de 1930. Posteriormente, el sistema de comercio impuesto por Bretton Woods colapsó en 1970. Actualmente, este sistema se enfrenta a tres problemas principales:

Primero: cómo resolver el problema de las desigualdades entre países (déficits y superávits en cuenta corriente) sin dañar el crecimiento mundial. Los países con déficits, se ven obligados a reducir sus importaciones, por lo que la producción mundial será menor. Si un país abarata su moneda para incrementar sus exportaciones, como China, pueden desencadenar devaluaciones.

Segundo: el tamaño de los flujos del capital que circulan alrededor del mundo. Países con superávit generan salidas de inversiones al extranjero, países con déficit tratan de atraer capital equivalente a los primeros flujos. Durante los siglos XIX y XX se daba un hecho lo anteriormente dicho. Sin embargo, después de dos décadas de globalización, tales flujos generan desequilibrios en cuenta corriente. Esto da lugar a especulación a gran escala y caos en los mercados de divisas.

Tercero: el dólar y el papel de Estados Unidos dentro del sistema. La moneda americana funciona como medio de cambio, unidad de cuenta, depósito de valor y activo de reserva de bancos centrales a nivel internacional. Los flujos para el comercio entre países y para emitir deuda se encuentran valuados en dólares, por lo que necesitan esta moneda. Sin embargo, no existe garantía de un prestador de última instancia. El Fondo Monetario Internacional no tiene suficientes recursos ni legitimidad para adoptar ese papel. A pesar de esto, muchos países han acumulado enormes cantidades de reservas en forma de bonos del Tesoro.

Por lo tanto, los flujos de capital se mueven al ritmo financiero de Estados Unidos. Una moneda anclada al dólar con tipo de cambio fijo, tiene que imitar las políticas de la Fed. Los bancos crecen o decrecen su financiamiento para reflejar las condiciones de Estados Unidos. Las empresas con deudas en dólares o depósitos no tienen control sobre los cambios en sus costos de intereses o rendimiento, etc.

Los tres problemas mencionados anteriormente se generan por el llamado “trilema”. Este afirma que un país puede tener sólo dos de las tres cosas que quiere: una tasa de cambio estable, la apertura a los flujos globales de capital o la capacidad de fijar sus tasas de interés libremente para adaptarse a su propia economía. La crisis de Asia de 1997-1998 se generó por tratar de “tener” las tres cosas al mismo tiempo. Después de esto, las monedas se dejaron a flote. Esto, no evitaría la especulación, pero, en teoría, los golpes se podían mitigar si mantenían baja inflación, profundización de los mercados locales y si se evitaba el préstamo con otras monedas. La mayoría de los países acumularon enormes reservas de dólares y trataron de minimizar su déficit en cuenta corriente o un superávit.

No obstante, nada de esto ha funcionado. Los países aún se encuentran expuestos a la volatilidad de los mercados financieros incluso si tienen estabilidad de precios y de tasas de interés.

El control que tiene Estados Unidos sobre el sistema financiero no sólo afecta a otros países. Incluso, es afectado por su propio sistema. La demanda artificial de "activos seguros" en dólares pudo haber hecho subir el tipo de cambio, perjudicando al sector manufacturero, e incluso pudo ser causa de la crisis. Grandes compras extranjeras de bonos del Tesoro distorsionan el mercado, reducen las tasas de interés y alimentan la deuda de los bancos y los propietarios de viviendas.

Ante este panorama, la respuesta es que el sistema en algún punto se equilibrará. Los déficits y superávits de los países serán más estrechos, dada la caída de los precios del petróleo y que China está tratando de alejarse de su modelo de exportaciones. Las economías emergentes tratan de defender su moneda con reservas.

Sin embargo, los desequilibrios reflejan factores de largo plazo. Si este sistema es propenso a las crisis y los tropiezos fuesen alargados por otra década, seria estirar los nervios hasta su ruptura. Generalmente se acepta que la recuperación de la economía de Estados Unidos es un beneficio para los países emergentes. Un estudio del FMI llega a la conclusión de que un aumento de un punto porcentual en el rendimiento de los bonos estadounidenses, si es impulsado por la esperanza de un mejor crecimiento, hará subir los rendimientos de la deuda en las economías emergentes, pero el consiguiente aumento de las importaciones estadounidenses impulsará la producción industrial de los mercados emergentes en un 2%. El problema es que los rendimientos de los bonos estadounidenses a menudo suben por otras razones, lo que significa que el efecto neto puede ser malo para las economías emergentes. Incluso, Estados Unidos ha reducido sus importaciones, por lo que estar anclado a su economía no resulta una buena idea.

Estados Unidos puede observar que seguir con su actual sistema financiero no es conveniente debido a las relaciones de los bancos en distintos países. El mercado de eurodólares estaba en el corazón de la crisis de 2007-08. Depositantes e inversores de bonos en dólares en los bancos europeos entraron en pánico y se negaron a continuar su financiación, refugiándose en los bonos del Tesoro. Las tasas interbancarias en Londres se dispararon en relación con las tasas de interés estadounidenses. La Fed se vio obligada a proporcionar más de $ 1 billón de dólares de liquidez.

Desde entonces, los flujos de dólares en el extranjero han aumentado. Ahora es la mitad del tamaño del sector bancario nacional de Estados Unidos, en 1970 sólo era el 10%. El crédito ha crecido al 54% del PIB de Estados Unidos y 16% del PIB mundial. Y continuará en aumento debido a la necesidad de financiamiento de las economías emergentes.

Pero mientras los flujos de dólares en el extranjero crece, Estados Unidos pierde su control, derivado de las altas multas impuestas a bancos internacionales en años pasados. Se están creando intermediarios para evitar el contacto directo con Nueva York.

Ante una crisis, el margen de maniobra de la Fed es limitado. Los flujos en el extranjero son al menos dos veces más grandes que los que eran en 2007-2008, por lo que un rescate tendría que ser aún mayor. Los aliados de Estados Unidos se están alejando, por lo que las consecuencias puedes ser catastróficas.

En conclusión, el sistema monetario global es irreformable, inestable y posiblemente insostenible. Lo que necesita es un diseño de formas inteligentes para controlar los flujos de capital, leyes para detener las políticas de empobrecer al vecino, un prestamista de última instancia, y un juez para ejecutar la imparcialidad del sistema mundial de pagos. Por parte del sistema político de Estados Unidos no se ven respuestas ¿China las tendrá?.

Datos cruciales: 

En 2007, los flujos de capital internacional, llegaron a alcanzar el 20% del PIB mundial.

En 2013, el dólar representó alrededor del 60% del PIB mundial.

Para todas las economías emergentes, la deuda neta promedio en moneda extranjera (deuda total menos las reservas) se redujo de un 20% del PIB en 1995 a cerca de cero en la actualidad.

Las importaciones globales de Estados Unidos han disminuido un tercio desde 2012, a 12% en 2015.

Una muestra de una docena de los mayores bancos de Asia (excluyendo Japón) tiene un total de $ 1 billón de dólares en activos

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo aporta una revisión de las consecuencias que tiene el sistema financiero internacional y los riesgos a los que se enfrentan los países después de la crisis de 2008, donde se ha visto un crecimiento desordenado, que resulta en alta volatilidad.
Cuando el ritmo de las finanzas mundiales la dicta una sola nación, hay poco poder de maniobra, principalmente para las naciones económicamente menores. Las leyes que rigen las políticas en la economía liberal son las que guían y forman una sola manera de actuar y mantener el hacer económico para los fines y ambiciones de unos cuantos en detrimento de la mayor parte de la población, conllevando a crisis cada vez más severas.