Informe sobre las Inversiones en el mundo 1993. Corporaciones trasnacionales y la producción internacional integrada.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo [1993], Informe sobre las inversiones en el mundo 1993. Corporaciones trasnacionales y la producción internacional integrada, Naciones Unidas, Nueva York y Ginebra, 287 pp.
Prefacio
“En la actualidad existen cerca de 37.000 empresas transnacionales en el mundo, con más de 170.000 filiales extranjeras. A pesar de la caída temporal de los flujos de inversión extranjera directa en todo el mundo durante la década de 1990, las perspectivas futuras de las actividades de producción internacionales sugieren que estos flujos tendrán una recuperación pronta y crecerán sustancialmente durante la década” (p. 3)
“Asimismo, la inversión en los países en desarrollo continúa aumentando; y, con la apertura de los países de Europa central y oriental, la inversión extranjera directa se han convertido en una oportunidad de carácter verdaderamente global” (p. 3).
“La década de 1990 también han sido testigos de la creciente integración económica entre países, con el mercado único de la Comunidad Europea, del Espacio Económico Europeo, el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, el MERCOSUR y la ASEAN como los ejemplos más visibles” (p. 3).
“Tal vez de mayor importancia es la aparición de un sistema de producción internacional integrado, provocado por las actividades de las empresas transnacionales que están cada vez más allá de las fronteras, integrando las funciones requeridas para producir bienes y servicios. Esta integración presenta desafíos y oportunidades tanto para los países receptores y de origen, y, en particular, plantea cuestiones importantes para los países en desarrollo que buscan mejorar sus perspectivas de desarrollo mediante la integración de sus economías en la economía mundial” (p. 3).
El Informe sobre las inversiones en el mundo 1993 ha sido preparado bajo la dirección de Karl P. Sauvant . Director de Inversión, Tecnología y Desarrollo Empresarial en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo.
Esta ficha está hecha a partir del resumen ejecutivo presentado por la CNUCD: http://unctad.org/en/Docs/wir1993overview_en.pdf
El informe completo se puede descargar en: http://unctad.org/en/Docs/wir1993_en.pdf
Cuenta con las secciones:
I. Tendencias Mundiales en la Inversión Extranjera Directa
A. Tendencias.
B. El universo de las corporaciones transnacionales.
C. El panorama político.
II. Tendencias Regionales en la Inversión Extranjera Directa
A. Países Desarrollados.
B. Países en Desarrollo.
C. Europa Central y Oriental.
III. Tendencias Sectoriales de la Inversión Extranjera Directa
A. Tendencias Generales.
B. Sector Primario.
C. Sector Secundario.
D. Sector Terciario.
IV. El crecimiento de la Inversión Extranjera Directa en los años de 1980: el alza en la tendencia
A. Factores a corto plazo.
B. Cambios Políticos.
C. Factores Estructurales.
D. Perspectivas futuras.
Estos capítulos aparecen en cada informe. A continuación presentamos la síntesis del tema anual: Corporaciones trasnacionales y la producción internacional integrada.
V. Estrategias de las corporaciones trasnacionales
“La capacidad de las empresas transnacionales de contribuir a la integración económica internacional es el resultado tanto de sus atributos, como de la forma en que responden al entorno económico y político en el que operan. Las estrategias de las empresas transnacionales evolucionan, ya que las empresas responden a diversas presiones y oportunidades, incluyendo mejoras en tecnologías de la información, la convergencia de los patrones de demanda en todos los países, la intensificación de la competencia y la apertura de los mercados para el comercio internacional y la inversión extranjera directa. Las nuevas estrategias implican cambios significativos en la organización productiva través de las fronteras; que han llevado a las empresas a localizar una gama más amplia de sus actividades en el extranjero” (p.13).
“Las estrategias de las empresas transnacionales implican cada vez formas más complejas de integración transfronteriza (…). En este sentido, a medida que desaparecen las barreras comerciales y, la comunicación y la tecnología mejoran, la competencia internacional se intensifica y las empresas recurren cada vez más a la externalización de sus operaciones de valor añadido” (p. 13).
“Sin embargo, la existencia de externalización se basa en gran medida de las ventajas de costo de un determinado país anfitrión para un componente concreto. En este sentido, el afiliado o subcontratista dedicado a la externalización no puede estar solo, pues depende de la empresa matriz que dicta una serie de actividades clave” (p. 14).
Muchas empresas transnacionales han modificado sus estrategias de integración, transitando de una integración sencilla a una integración compleja. “Ahora –las empresas trasnacionales- están tratando a todas las actividades de toda la cadena de valor con uno o más afiliados a la producción (…) Lo anterior es posible gracias a enormes mejoras en las tecnologías de comunicación e información, pues esto permite a las empresas coordinar un número creciente de actividades en una gama cada vez mayor de localizaciones” (p. 14).
Asimismo, la competencia obliga a las empresas a buscar ahorro de costos y beneficios en todos los segmentos de sus cadenas de valor. “Como resultado, las empresas están organizando determinadas funciones relacionadas con la investigación y el desarrollo, la adquisición, la contabilidad, el ingreso y procesamiento de datos, así como las actividades específicas para los productos o líneas de productos, tales como la fabricación de componentes y el montaje” (p. 14).
Considerando que la integración también se produce a través de líneas geográficas, las empresas están creando estrategias multidomésticas que engloban un mayor número de estratégias regionales y globales. “La institución o el fortalecimiento de los acuerdos de integración regional ha ayudado a las estrategias regionales de las empresas transnacionales. Asimismo, algunas empresas transnacionales están empezando a aplicar estrategias globales que incluyen varias regiones importantes y abarcan una mayor asignación de los muchos elementos en sus cadenas de valor” (p. 15).
VI. Estructuras de organización de las corporaciones trasnacionales
“Las estrategias adoptadas por las empresas transnacionales van de la mano con los cambios en las estructuras organizativas. En particular, las estrategias complejas han dado lugar a mecanismos más complejos para la organización de la producción internacional” (p. 15).
“Dentro de las empresas, la descentralización de las actividades funcionales ha dado lugar a un mayor uso de las sedes regionales para gestionar las actividades regionales; sedes de productos ubicados en el país anfitrión para gestionar la organización regional o global de productos específicos; y, de las sedes funcionales en el país anfitrión para gestionar las actividades de toda la empresa para una función en específico” (p. 15).
Además, el crecimiento de alianzas estratégicas ha dado lugar a vínculos firmes orientados a las actividades específicas que, con frecuencia, no se limitan a períodos definidos de tiempo. “Asimismo, las alianzas estratégicas implican generalmente compartir la responsabilidad funcional y (…) la multiplicidad de vínculos intra y entre empresas, combinando líneas horizontales y verticales de autoridad y flujos de recursos entre unidades y países, que puede describirse en términos de redes” (p. 15).
“Aunque la naturaleza de la integración de las empresas transnacionales ha tendido a ser más compleja, muchas empresas siguen manteniendo formas más antiguas y más simples de organizar su producción internacional. Esto es en parte debido a que las condiciones que conducen a la integración compleja siguen evolucionando, y también porque muchas de las formas de organización más simples siguen siendo útiles” (p. 15).
VII. Producción internacional integrada y sus implicaciones
“Las estrategias complejas, que se persiguen con una mayor integración funcional dentro y fuera de las empresas y sobre un área geográfica amplia, combinadas con estructuras de redes de la organización de actividades, describen la producción internacional integrada a nivel de la empresa” (p. 16).
“La agregación de las actividades de esas empresas transnacionales que están involucradas en este tipo de producción crea un sistema de producción internacional integrada a nivel de los países”. En este sentido, dentro del Informe se menciona que en Japón y Estados Unidos, entre un cuarto y un tercio de los activos productivos del sector privado están potencialmente concentrados en el gobierno común de las empresas transnacionales, que persiguen la producción internacional integrada” (p. 16).
De igual forma, la integración puede ocurrir en diferentes niveles. La reducción de las barreras arancelarias en la mayor parte del mundo en los últimos 45 años, y la reciente expansión de los acuerdos de integración regional han estimulado el intercambio de bienes y servicios entre países. De tal manera que, esta forma ‘superficial’ de la integración abre muchas áreas de la economía a la influencia de la evolución económica internacional.
Por tanto, “las condiciones que estimulan la integración superficial también animan a las empresas transnacionales para establecer sistemas de producción transfronterizos que conducen a la integración ‘profunda’, que refiere a la integración a nivel de la producción de bienes y servicios como resultado de estrategias corporativas complejas y de las estructuras de redes entre las empresas” (p. 16).
El poder de las empresas transnacionales en la estimulación de la integración se deriva de su papel como organizadores centrales de una amplia gama de actividades económicas. “Asimismo, la liberalización en muchos de los países anfitriones permite regulaciones laxas en función del control extranjero de los activos. Además, la proliferación de acuerdos de integración regional son en función de generar ‘acuerdos de libre producción’ entre las economías nacionales” (p. 16).
Como resultado de lo anterior, la división del trabajo entre países y los flujos de comercio y tecnología, especialmente dentro de las empresas, aunque también entre las mismas empresas, aumenta.
“La inversión extranjera directa ha tendido a concentrarse en las economías industrializadas (…). En cierta medida, esto se debe a que la inversión extranjera directa ‘sigue’ al comercio, y éste se encuentra concentrado también regionalmente” (p. 18).
“Lo anterior sugiere que el comercio puede haber jugado un papel destacado en la integración intrarregional, mientras que la inversión extranjera directa tiene una mayor capacidad para la promoción de la integración regional y global” (p. 18).
“La aparición de la producción internacional integrada, que es probable que sea más ampliamente dispersa, debe fortalecer aún más el potencial de la inversión extranjera directa como fuerza de integración global. Si eso sucede, el comercio también puede comenzar a mostrar más patrones entre las regiones, teniendo en cuenta los vínculos entre la inversión extranjera directa y el comercio” (p. 18).
La aparición de las estrategias y estructuras complejas de integración implica cambios en la naturaleza de la propiedad, la internalización y de las ventajas de localización de las empresas transnacionales. En particular, ventajas de propiedad que se están convirtiendo en la naturaleza de todo el sistema y que son explotadas ya sea dentro de las empresas o entre las empresas.
“Teniendo en cuenta la diferenciación que prevalece con respecto a los atributos de los países en desarrollo receptores, los tipos de inversiones que pueden atraer es probable que difieran. También hay que reconocer que el sistema de producción internacional emergente puede dejar a muchos países en vías de desarrollo en gran parte intactos o fuera de las estrategias y estructuras de producción” (p. 18).
Para aquellos países que se convierten en parte del sistema, la participación en la división internacional del trabajo es cada vez más decidida y coordinada por las empresas transnacionales y sus filiales. “(…) Sin embargo, para aprovechar todas las ventajas, los países en desarrollo deben aumentar sus recursos humanos a través de la educación y la formación y su infraestructura física y técnica por medio de la inversión” (p. 18).
Todos estos cambios plantean una amplia gama de cuestiones de política, incluyendo la nacionalidad corporativa, las relaciones de los socios afiliados y de las responsabilidades, la asignación internacional de la renta gravable de las empresas transnacionales y las opciones de política para los países de acogida que maximizan los beneficios de la producción integrada.
VIII. Nacionalidad Corporativa
“El enfoque establecido en la legislación nacional e internacional atribuye la nacionalidad a las empresas de acuerdo con ciertos criterios. Esto se hace para determinar qué leyes son aplicables a las empresas o para determinar el gobierno que puede ejercer la protección diplomática en su favor. En condiciones de producción internacional integrada, este enfoque es cada vez más difícil de aplicar y también menos significativo” (p. 20).
“El creciente uso de la norma de trato nacional y de las amplias disposiciones de los tratados de protección de inversiones puede, en el largo plazo, reducir el valor práctico de la nacionalidad corporativa como un concepto jurídico. Sin embargo, los acuerdos informales para aclarar las cuestiones de esquemas y procedimientos pueden evitar o resolver los conflictos y hacer frente a los problemas emergentes” (p. 20).
IX. Relaciones de los socios afiliados y las responsabilidades
Otro de los problemas que afecta la producción internacional integrada y el funcionamiento de las empresas transnacionales se refiere a las relaciones entre empresas matrices y sus filiales extranjeras.
“Desde el punto de vista jurídico tradicional es que cada filial de un grupo empresarial más grande es una entidad independiente con sus propios derechos y responsabilidades. Sin embargo, el concepto de personalidad jurídica propia no refleja con precisión las relaciones funcionales entre los afiliados como un grupo empresarial, y puede obstaculizar la atribución de responsabilidades entre ellos (p. 20)”.
“A medida que las filiales extranjeras se convierten en partes integrales de los sistemas corporativos regionales y globales, pueden perder la autonomía sobre los aspectos operacionales y de gestión. En un entorno de este tipo, puede ser necesario volver a evaluar el concepto de ‘responsabilidad parental’” (p. 20).
“Lo que hay que hacer, por tanto, puede ser centrarse en las relaciones y responsabilidades entre todos los miembros de un grupo empresarial, en lugar de solamente en la empresa matriz o filial de la responsabilidad; tal vez el concepto de "responsabilidad grupo" -en donde las decisiones se toman a partir de las relaciones y responsabilidades de todo el grupo empresarial y no sólo desde la empresa matriz- merece una mayor exploración” (p. 21).
“La creciente complejidad de las actividades empresariales ya ha dado lugar a la adopción de conceptos de grupo en diversas áreas del derecho. No obstante, la práctica difiere de una jurisdicción a otra, dependiendo de las preocupaciones específicas que deben abordarse” (p. 21).
X. La política tributaria
“El enfoque convencional que prevalece en la asignación de los ingresos de negocios para efectos fiscales ha sido para el tratamiento de la empresa matriz y sus filiales extranjeras como empresas separadas e independientes, y aplicar la norma de plena competencia para determinar la asignación de la renta gravable de las transacciones en las partes relacionadas o no relacionadas” (p. 22).
Una serie de pruebas se han desarrollado a lo largo de los años para determinar si las transacciones con partes relacionadas se ajustan a las normas de libre competencia para fines fiscales. “Sin embargo, con la creciente complejidad de la división del trabajo dentro de las empresas, es más difícil de identificar los costos y las ganancias separadas de las transacciones individuales e intentar compararlas con las transacciones no relacionadas con los fabricantes” (p. 22).
“Estas dificultades han llevado a las autoridades a explorar otros enfoques y métodos para la asignación de los ingresos. En general, la norma general parece ser la utilización del enfoque de la empresa separada cuando existen precios comparables, y el uso de un enfoque de distribución que conlleva a observar al mismo sistema de corporaciones transnacionales como un todo” (p. 22).
Tabla 1. Número de corporaciones transnacionales socios y afiliados, por área y países, antes de 1980 (p. 3).
Tabla 2. Las más grandes empresas trasnacionales de carácter no financiero, clasificadas según el monto de sus activos en el extranjero, 1990 (p. 6).
Tabla 3. Entradas y salidas de IED, 1987-1992 (p. 8).
Tabla 5. Distribución sectorial de la inversión extranjera directa para los mayores países de origen desarrollados y los principales países receptores desarrollados y en desarrollo (p. 10).
Tabla 6. Evolución de las estrategias y estructuras de las empresas transnacionales (p. 14).
Figura 1. Salidas de IED, 1970-1991 (p. 11).
Figura 3. Clusters de IED de los miembros de la tríada económica, 1990 (p. 19).
La producción internacional integrada se ha convertido en una estrategia de las grandes empresas transnacionales mediante la cual se busca una reducción de costos y mayores ganancias para las mismas. No obstante, esta nueva estrategia de producción ha representado un reto para las mismas empresas, en función de poder controlar a sus filiales en el extranjero, pues depende de una amplia capacidad de gestión que no sólo tome en cuenta el país de receptor de una parte de la cadena productiva, sino en un aspecto más amplio que considere a la región en donde se piense insertar dicha cadena productiva.
Asimismo, tal producción internacional integrada ha buscado crear grandes redes que le permitan una mayor productividad, y a su vez, un amplio margen de ganancias y utilidades. La deslocalización de la producción, en el mundo actual, ha significado una forma de las empresas para buscar mecanismos de evasión fiscal y una máxima reducción de costos posibles. Ante lo anterior, los gobiernos de los países deben buscar mecanismos jurídicos que les permitan llevar un correcto funcionamiento de su sistema fiscal, pero a su vez, un ambiente propicio para atraer la mayor cantidad de inversiones a sus economías.