Oil and the economy. The oil conundrum. Plunging prices have neither halted oil production nor stimulated a surge in global growth

Cita: 

The Economist [2016], “Oil and the economy. The oil conundrum. Plunging prices have neither halted oil production nor stimulated a surge in global growth”, The Economist, London, 23 de enero, http://www.economist.com/news/briefing/21688919-plunging-prices-have-nei...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Enero 23, 2016
Tema: 
Bajos precios del petróleo: Intensa competencia en la industria petrolera.
Idea principal: 

El levantamiento de las sanciones en Irán tuvo un impacto directo en el mercado internacional del petróleo. Durante el embargo Irán había mantenido su petróleo en grandes contenedores anclados en el mar cerca de las costas de Kharg, una isla de su propio territorio. Ahora que está de vuelta en el juego, como uno de los oferentes de petróleo más importantes del mundo, contribuyó a empujar la tendencia descendente de los precios del petróleo.

El temor presente en los productores de petróleo es por el exceso de petróleo existente. Muy diferente al panorama de 2008 por explorar y hallar nuevos yacimientos –en el Ártico, en Brasil, en aguas profundas de Angola– para satisfacer el acelerado crecimiento chino en un momento donde el barril se vendía arriba de los $140 dólares por barril.

El año pasado hubo una sobreproducción de 1.8 millones de barriles diarios (b/d) de petróleo, que iban directamente a los tanques de almacenamiento, los cuales se están llenando rápidamente y podrían empezar a desbordarse. El único lugar viable para poner los barriles sobrantes sería en buques mar adentro, como el petróleo iraní fuera de Kharg, esperando a que la demanda se recupere.

Para los productores de petróleo está situación realmente es alarmante. Incluso para Arabia Saudita, quién en 2014 forzó a la OPEP a mantener los grifos petroleros abiertos, sin importar la caída de precios, para sacar del negocio a los productores con mayores costos, como lo ha hecho en ocasiones anteriores. Por lo pronto, no se observa un cambio en la tendencia. Actualmente Irán promete un incremento en la producción de 500,000 barriles diarios, coincidiendo con la producción récord de Arabia Saudita e Irak. Un acuerdo al interior de la OPEP tampoco se ve algo cercano, debido a las rivalidades al interior.

Pero aunque el cartel de la OPEP tratará de reafirmar su influencia en la industria petrolera, es ésta la que ya es distinta. Habría que contemplar el peso de los nuevos productores de esquisto mediante alta tecnología –Estados Unidos–, también a otros grandes productores que en la reciente devaluación de sus monedas se vieron presionados a no dejar de producir petróleo –Rusia, Brasil, Venezuela–. Por otra parte las presiones sociales por el cambio climático y la aparición de nuevas tecnologías de energía alternativas de alguna manera afectan la industria petrolera actual.

La competencia se intensifica pero nadie se retira. Los productores de esquisto estadounidenses han destacado por su resistencia. La estrategia de Estados Unidos ha sido la extensión del número de pozos fracturados (“fracking”), la disminución de sus costos mejorando las técnicas de recopilación de datos y grandes recortes de personal, además de contar con un fuerte soporte financiero. Otros países con altos costos en la extracción también se han mantenido produciendo, por ejemplo Canadá cuyo petróleo es de muy baja calidad; y Brasil pese los escándalos políticos de Petrobras. El mecanismo general al que acuden los competidores para proseguir en la contienda ha sido el recortar sus gastos –principalmente personal pero también de importantes inversiones en exploración– para disminuir costos.

The Economist concluye que en la industria en general, el incentivo es seguir produciendo "tan rápido como sea posible", una vez que los costos de inversión se han hundido ya que a veces es más caro detener la producción que mantener el bombeo a precios bajos.

Por otro lado, otro enigma pendiente por explicar es el poco impacto que han tenido los precios bajos del petróleo en el crecimiento de la economía global. Quienes se han beneficiado de ello, destacan: la India, Pakistán y pos países del este de África.

¿Qué pasó con las ganancias inesperadas?

El viejo cálculo de que los países eran capaces de suavizar el gasto a través del ciclo del precio del petróleo se ha vuelto menos fiable. En un grado mayor que en el pasado, los productores de petróleo han gastados sus ingresos inesperados –ganancias excedentes provenientes de momentos de auge de precios– y ahora se han visto obligados a reducir gastos presupuestales, sociales –Rusia, Nigeria, Arabia Saudita– o disminución en los subsidios destinados al uso del petróleo para ajustar sus balanzas.

Tal vez lo más preocupante es la forma en que la caída del precio del petróleo está agravando la fragilidad financiera en todo el mundo. Bajas tasas de interés en Estados Unidos y Europa después de 2009 desplazaron a los inversores ricos a los mercados emergentes, creando un auge de los préstamos. Esto se puede observar en el incremento de la deuda de las empresas en los mercados emergentes (50% del PIB en 2008 al 75% en 2014).

Ahora que llegó a su fin el programa de compra de bonos en 2014 y el reciente aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal ha atraído el dinero de vuelta a Estados Unidos, apreciando el dólar y el endurecimiento de las condiciones monetarias globales. Los productores de petróleo, especialmente en América Latina, están teniendo que ajustar la política monetaria interna para hacer frente a la inflación, en parte causado por las grandes caídas en sus monedas –Brasil, Colombia, México, Nigeria, Angola–.

Las preocupaciones sobre los prestatarios morosos en la industria del petróleo provocaron un agudo aumento en sus rendimientos en el mercado de bonos basura de Estados Unidos a finales del año pasado. Los rendimientos de los bonos basura emitidos por otros tipos de prestatarios aumentaron en aparente simpatía. Incluso los rendimientos de los bonos de grado de inversión están terminando.

Datos cruciales: 

-Estados Unidos incrementó la producción de petróleo más que cualquier otro país en el 2015 con una producción adicional de 900.000 b/d.

-El Brent y el West Texas Intermediate (WTI) llegaron a su nivel más bajo el 20 de enero desde el año 2003; WTI cayó un 6,7% por debajo de $ 27 dólares por barril, su más grande caída desde septiembre.

-El año pasado, 2015, el mundo produjo 96.3 millones barriles diarios (b/d) de petróleo, de la que consumió solamente 94.5 millones b/d. Por lo que cada día cerca de 1.8 millones b/d entraron en tanques de almacenamiento.

- Gráfica 1. “Pendiente resbaladiza”. Muestra la caída del precio del crudo vs el incremento de su oferta durante 2013 a 2016.

- Gráfica 2. “Cálculos del Crudo”. Costo Directo de Producción de petróleo 2015. (Dólares por barril)

- Gráfica 3. La inversión privada fija estadounidense en energía. Como porcentaje de la inversión privada total.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La energía fosilista ha sido vital en la historia del capitalismo desde sus orígenes. Comprender su importancia nodal es indispensable para explicar de la disputa que gira en torno a ella. La actual sobreproducción petrolera, ha provocado un descenso en su precio en el mercado mundial, ha tensado las relaciones de competencia entre las empresas por lograr subsistir en la búsqueda de los menores costos posibles. En la contienda se enfrentan los tradicionales países beneficiados por vastas reservas naturales y aquellos que presionan mediante el desarrollo de alta tecnología. Es interesante observar que a diferencia de ocasiones anteriores, el bajo precio del petróleo no ha tenido impactos positivos de arrastre en la economía global, únicamente en pequeña escala y muy locales han sido los ejemplos beneficiados. Lo cual pone sobre la mesa secuelas de la crisis detonada en 2008. Es pertinente relacionar el presente fenómeno con tal crisis, que desde su inició encarrilo fuertes movimientos financieros, especulativos y de deudas en torno a la industria petrolera, hoy en severos aprietos.

No es de menor importancia señalar que la súbita batalla por la persistencia del patrón fosilista lleva consigo la amenaza a la reproducción de la vida humana, tal y como la conocemos hoy.