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Transforming food systems through agroecology: enhancing farmers' autonomy for a safe and just transition

Enviado por Ximena Hernández en Jue, 11/06/2025 - 15:04
Cita: 

Ceddia, Graziano, Sébastien Boillat y Johanna Jacobi [2024], "Transforming food systems through agroecology: enhancing farmers' autonomy for a safe and just transition", The Lancet Planetary Health, 8(11): e958-e965, noviembre, https://doi.org/10.1016/S2542-5196 [1](24)00234-1

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Noviembre 1, 2024
Revista descriptores: 
Alternativas civilizatorias [2]
Combate y adaptación frente a la destrucción del ambiente [3]
Fronteras del capital [4]
Papel de las CTN en el colapso sistémico - Alimentos [5]
Tema: 
Alternativas al sistema alimentario
Idea principal: 

    Michelle Graziano Ceddia es doctor en Economía Ambiental por la Universidad de York en Inglaterra. Sus intereses se centran en la economía política, economía ecológica, ecología política y actualmente trabaja en temas de agroecología.

    Sébastien Boillat es biólogo y geógrafo por las universidades de San Simón y Bern respectivamente. Sus líneas de investigación son: ciencias ambientales, geografía y antropología social.

    Johanna Jacobi es geógrafa, bióloga y antropóloga social. Su investigación se enfoca en la agroecología como ciencia transformadora. Es miembro de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología y actualmente es asistente de profesor en el departamento de Ciencias de Sistemas Ambientales.


    Los sistemas de alimentación son el centro de la policrisis. Tienen responsabilidad en más de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, contribuyen sustancialmente a la pérdida de biodiversidad y están envueltos en la propagación de nuevas enfermedades infecciosas.

    Los sistemas alimentarios también están caracterizados por la explotación humana incluyendo esclavitud y el agotamiento de recursos de países del Sur Global que fluyen hacia el Norte Global.

    Estos sistemas alimentarios median la satisfacción de un derecho humano básico y una necesidad: la comida (dato crucial 1). Ha surgido un llamado a la transformación de sistemas alimentarios que aborden problemas políticos y de gobernanza.

    Un ejemplo de las protestas del sur global contra el sistema alimentario es Vía Campesina en Brasil, también recientemente hubo protestas en el Norte Global, específicamente en Europa.

    Además de ser una aplicación con principios ecológicos para el diseño de sistemas alimentarios sostenible, la agroecología también es un movimiento social que apoya formas de producción de alimentos por pequeños agricultores y sus familias, la soberanía alimentaria, los saberes locales, justicia social, identidades y culturas locales y derechos indígenas sobre semillas y especies. El potencial transformador de la agroecología se sustenta en su naturaleza tanto política como técnica.

    Sistemas alimentarios y acumulación de ganancias

    Una publicación del 2020, Hacia un sistema alimentario sostenible del Grupo de asesores científicos principales (GASC por su sigla en inglés) de la Comisión Europea, estableció que para la mayoría de la gente los alimentos eran un bien comerciable y que el sistema alimentario actual estaba enmarcado en ese sentido, de modo que ver los alimentos como una mercancía no es compatible con la idea de sostenibilidad. En su afán de seguir expandiendo la acumulación de ganancias, el capitalismo considera la equidad y sostenibilidad como cuestiones secundarios. Hay bastante evidencia de que estas dos cuestiones son incompatibles, pues la expansión de producción no puede ser sostenible ni con alimentación saludable para todo el planeta.

    El modo de producción capitalista: una perspectiva de economía política crítica (EPC)

    El capitalismo desde una definición popular es un sistema en el que los medios de producción son propiedad privada, hay trabajo asalariado y una coordinación del mercado descentralizado. Esta definición es limitada para analizar la producción agrícola, que está mayormente basada en la labor familiar no asalariada, mientras que las unidades agrícolas son integradas al capitalismo global.

    Desde la perspectiva de la EPC, se destaca que bajo el capitalismo, por primera vez en la historia, toda la producción y reproducción social están mediadas por el mercado, ligadas a las ganancias y por lo tanto a la acumulación del capital. La dependencia generalizada del mercado se logra estableciendo relaciones de producción específicas del capitalismo. Esta relación requiere de la separación de los productores con sus medios de subsistencia (aunque no necesariamente de sus medios de producción). Para el establecimiento de relaciones de producción capitalistas es necesario un dinamismo tecnológico y organizacional, por lo tanto el capitalismo tiene una tendencia a revolucionar continuamente sus fuerza productivas. Estas cuestiones son relevantes para analizar la producción agrícola.

    La integración de los sistemas alimentarios dentro del capitalismo global

    El capitalismo tiene raíces agrícolas. Las relaciones sociales capitalistas se originaron en Inglaterra en el siglo XV a través de la emergencia del mercado de tenencia. A pesar de ese origen, la integración de los sistemas alimentarios al capitalismo no fue instantánea.

    El estudio de los regímenes alimentarios reconoce el papel de la agricultura en el desarrollo de la economía capitalista mundial. Esto ocurrió a través del establecimiento de relaciones de producción capitalista en los sistemas alimentarios en todo el mundo.

    El primer régimen alimentario estuvo caracterizado por la importación de granos baratos y carne de las Neo-Europas (América del Norte, Argentina, Australia y Nueva Zelanda) y la importación de productos tropicales de las colonias asiáticas y africanas. El propósito de esos flujos fue mantener los salarios bajos del sector manufacturero europeo en desarrollo, favoreciendo la acumulación de capital.

    El segundo régimen (1945-73) coincidió con la emergencia de los agronegocios globales y la difusión de agricultura intensiva en el Norte Global y regiones del Sur Global a través de la Revolución Verde. Este periodo peligroso para la agricultura fue llamado Primavera Silenciosa por la bióloga Rachel Carson. En esta fase hubo una profundización de las relaciones capitalistas.

    El tercer régimen alimentario (1980-actualidad) marcó una internacionalización de los sistemas agroalimentarios. La incorporación de la agricultura en la Organización Mundial del Comercio promovió una intensificación del comercio global de producción agrícola, y resultó en una división del trabajo aún más marcada con una mayor influencia por corporaciones transnacionales. Estas emplean directamente a trabajadores de fincas o subcontratan a campesinos del Sur Global para convertir grandes extensiones de tierra en cultivos de alto valor para consumidores del Norte Global.

    Formas de subordinación del sistema alimentario a la acumulación de ganancias

    Según la EPC, las relaciones de producción se establecen separando a la mayoría de personas de sus medios de subsistencia. Una forma puede ser separando a las personas de los medios de producción, principalmente el acceso a la tierra y convirtiéndolos en trabajadores asalariados , en este caso hay un control directo del capital pues los trabajadores producen mercancías que producen ganancias.

    La segunda forma es permitiendo que las personas conserven acceso a algunos o todos los medios de producción pero forzándolas a producir mercancías que se puedan vender en el mercado para obtener parte de los elementos necesarios de producción. Aunque en este caso los trabajadores controlan la producción, indirectamente la producción depende de la ganancia y acumulación. También suelen estar condicionados por proveedores, financieros, distribuidores y minoristas asociados al lucro. Estos actores se apropian de una parte de los ingresos de los campesinos.

    En los sistemas alimentarios contemporáneos, la subordinación a la ganancia sigue presente de manera directa e indirecta. Existen los sectores ascendentes o de insumos (por ejemplo, la producción de insumos agrícolas) y los sectores descendentes o de transformación y venta (almacenamiento, procesamiento, distribución y venta minorista) por un lado, y la agricultura por otro.

    Tanto en el Norte como el Sur Global, la producción, el almacenamiento y el procesamiento de productos agrícolas y alimentos están bajo el control del capital privado y dependen del trabajo asalariado, este proceso es conocido como apropiacionismo.

    Sin embargo la agricultura no está controlada en su mayor parte por el capital. En el Norte Global, las granjas familiares no asalariadas siguen siendo la forma organizativa predominante (dato crucial 2). En el Sur Global prevalece la agricultura campesina, conservan de alguna forma la tierra y se emplea la mano de obra familiar.

    Los agricultores familiares del Norte Global generalmente tienen más capital y mantienen un enfoque de acumulación, mientras que los del Sur Global se caracterizan por menores niveles de capitalización y se centran en la supervivencia a través de la producción.

    El control directo del capital en los procesos de producción ascendentes y descendentes de los sistemas alimentarios representa una forma de control indirecto de la agricultura. Por esa razón aunque los campesinos tienen acceso a la tierra, no son libres de producir lo que quieren sino lo que sirve para sustentar la acumulación.

    Terribles consecuencias: La policrisis y pérdida de autonomía campesina

    Las relaciones de producción capitalistas dentro de los sistemas alimentarios implican la subordinación de la producción, distribución y consumo de alimentos respecto de la acumulación. Para el beneficio de grandes corporaciones, la producción se orienta principalmente al mercado de calorías baratas.

    A medida que los diferentes capitales en los sectores ascendentes y descendentes chocan entre sí para maximizar la ganancias, generan una presión creciente sobre la agricultura. Esta presión se manifiesta en la distribución de valor a lo largo de la cadena de suministros (dato crucial 3).

    Para absorber estas presiones y mantenerse competitivos, los agricultores deben reducir sus costos unitarios, y lo hacen aumentando la productividad de la tierra mediante tecnología o con productividad del trabajador mediante tecnologías que ahorran mano de obra, impactando tanto las relaciones sociales (aumento de la explotación, esclavitud), como al ambiente. La fuerza que tienen las relaciones de producción capitalistas solo aumenta más la subordinación de la agricultura a los sectores ascendentes y descendentes.

    Esta presión otorga un fuerte impulso expansionista a los sistemas alimentarios. Según la Base de Datos Estadísticos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, entre 1991 y 2021, tanto el valor bruto global de la producción de alimentos como el valor del comercio mundial de alimentos creció exponencialmente (dato crucial 4). En el mismo periodo, la tierra de cultivo global aumentó en 94 millones de hectáreas. Este aumento fue particularmente pronunciado en África, América del Sur y el Sudeste asiático. Esta expansión invadió hábitats naturales.

    El control del capital tiene consecuencias en la autonomía de los agricultores. Se erosiona tanto en el control directo como en el indirecto a través de los intermediarios. Como ejemplo tenemos al endeudamiento rural, que causa cambios hacia cultivos más rentable para pagar las deudas. La dependencia tecnológica es otro ejemplo, las semillas certificadas responden a ciertas especificidades que modifican las formas tradicionales de agricultura.

    Agroecología, autonomía y sistemas alimentarios sostenibles y justos: aspectos teóricos

    La agroecología representa una estrategia importante para reducir la subordinación de los sistemas alimentarios a la acumulación de capital, aumentando así la autonomía de los agricultores y abordando las disfunciones sociales y ambientales. Es la aplicación de principios ecológicos a los sistemas alimentarios y agrícolas, y también un proceso social y político que centra el conocimiento y agencia de los pueblos indígenas y campesinos en la determinación de la política y práctica del sistema alimentario. El potencial de la agroecología sólo puede activarse cambiando los modos de producción y reduciendo la penetración de las relaciones de producción capitalistas.

    La agroecología resuena con la autonomía y con la soberanía alimentaria. La soberanía alimentaria aboga por el control democrático del proceso de producción, distribución y consumo de alimentos, según Vía Campesina.[1] Desafía las relaciones de producción existentes dentro de los sistemas alimentarios.

    El Panel de expertos de alto nivel en seguridad alimentaria y nutrición propone un conjunto de 13 principios que conforman la agroecología, principios que abarcan todo el ciclo de producción, distribución y consumo. Existe evidencia suficiente de cómo estas prácticas agroecológicas tienen efectos positivos en los suelos y la biodiversidad al tiempo que promueven la resistencia al cambio climático. Estas transformaciones también tienen implicaciones sociales y políticas, buscando fortalecer el control democrático de los sistemas alimentarios (dato crucial 1).

    La mayor participación democrática de los actores involucrados puede promover formas concretas de producción, consumo y distribución, estableciendo redes de prácticas agroecológicas. Modificar la gobernanza de la tierra facilitaría el acceso de los campesinos a ella y puede ser transformador en términos de producción concreta.

    Hay una interacción dialéctica entre los elementos concretos y sociales de la agroecología, con un potencial ciclo virtuoso de transformación. El resultado de estos pasos emancipatorios podría resultar en un debilitamiento de las relaciones de producción predominantes, la reconfiguración de las fuerzas productivas y la reapropiación de los sectores ascendentes y descendentes de los sistemas alimentarios. Esto traería aumento en la autonomía de los agricultores, esencial para la soberanía alimentaria, a la vez que haría sostenible a la agricultura.

    Experiencias prácticas

    La Rede Ecovida en el sur de Brasil

    Fue fundada en 1998 como una alternativa a la agricultura de la Revolución Verde y sus mercados; es una red regional en los estados del sur de Brasil. Reúne diferentes actores de la cadena de valor y organizaciones no gubernamentales. La membresía implica una certificación participativa a través de un sello y un pago pequeño de las ventas de sus productos para un programa de enseñanza y extensión en agroecología. El sistema de garantía participativa incluye compromisos para proporcionar condiciones laborales saludables, fomentar la agricultura familiar, empoderamiento de mujeres y jóvenes, precios justos, solidaridad, diversificación de productos con enfoque en variedad locales. Esta red se ha ido extendiendo, en 2019 estaba presente en más de 350 municipios y cientos de mercados orgánicos locales incluyendo a más de 3mil familias.

    La Rede Ecovida cumple con los principios de soberanía alimentaria establecidos en la Declaración de Nyéleni de 2007. [2] También ha permitido a sus miembros controlar la distribución de manera más directa creando redes de distribución y para participar los grupos de agricultores deben de aceptar priorizar la venta entre miembros de la red, comprar (no solo vender) y tener precios justos.

    El bosque de Frisia septentrional en Países Bajos

    El bosque de Frisia septentrional es una cooperativa territorial para la gestión del entorno agrícola con más de mil miembros, cubre 50mil hectáreas. La cooperativa surge en los años ochenta del siglo XX, como respuesta a la designación del área como sensible a la acidificación y con restricciones a la agricultura para prevenirla. Los agricultores hicieron una contrapropuesta: se comprometieron a mantener la biodiversidad en el área y a reducir las emisiones de amoniaco a cambio de que al área se le quitara la clasificación de sensibilidad a la acidificación.

    A través de investigación autogestionada en el lugar, los agricultores redujeron el nitrógeno a través de concentrados para la alimentación animal así como fertilizantes para el suelo. Cambiaron la dieta de las vacas y la calidad del estiércol reduciendo así la lixiviación [3] y acidificación del suelo. Esta investigación fue posible por la cooperación entre agricultores y científicos, los agricultores también participan en la producción y difusión del conocimiento, participan en actividades de formación y divulgación.

    El caso de la cooperativa del bosque de Frisia septentrional ejemplifica la operación de principios agroecológicos, al actuar tanto en los aspectos concretos como en los sociales y políticos, ha tenido impactos ambientales positivos al tiempo que crea espacios de autonomía y autogobierno para los agricultores.

    Conclusiones

    La integración completa de los sistemas alimentarios dentro del capitalismo global y su subordinación representa el principal impulsor de la actual policrisis y la pérdida de autonomía en los productores de alimentos.

    Transformar los sistemas alimentarios para abordar la policrisis y aumentar la autonomía de los agricultores requiere el debilitamiento y la disolución de las relaciones de producción capitalistas prevalecientes dentro de los sistemas alimentarios, y una reconfiguración de las fuerzas productivas. La agroecología podría representar una estrategia importante en esa dirección, su poder transformador radica en su doble naturaleza: concreta y social.

    Las dos dimensiones de la agroecología mantienen una relación dialéctica entre sí. Al actuar sobre la dimensión concreta, altera las relaciones sociales de producción. Al actuar sobre la dimensión social, puede permitir la adopción de nuevos métodos de producción que respondan a las condiciones sociales y ambientales locales.

    Expandir la agroecología requerirá dos tipos de esfuerzos. A nivel internacional, su expansión requerirá una lucha común por parte de los productores para debilitar la fuerza de las relaciones de producción capitalistas ejerciendo un control mayor sobre la producción, procesamiento y distribución de alimentos. A nivel local, requerirá la capacidad de desarrollar soluciones controladas democráticamente adaptadas a diferentes contextos sociales y ecológicos.

    La agroecología no es una cuestión meramente técnica como lo plantean las diversas corporaciones y organizaciones oportunistas. A menos que se involucren los elementos sociales y políticos, la subordinación de los sistemas alimentarios a la acumulación del capital persistirá y con ella la destrucción ambiental y social.


    Notas

    [1] La Vía Campesina es un movimiento internacional en defensa de la agricultura campesina que lucha por la soberanía alimentaria. Reúne a trabajadores agrícolas de todo el mundo.

    [2] En 2007, representantes de distintos países del mundo se reunieron en Nyéleni, en Selingue, Malí para fortalecer el movimiento global para la soberanía alimentaria.

    [3] La lixiviación es un proceso químico para separar varios componentes solubles presentes en la fase sólida.

Datos cruciales: 

    1) La realidad muestra que al menos 800 millones de personas están desnutridas; la Organización Mundial por la Salud estima que más de 3 mil millones tienen sobrepeso o sufren obesidad.

    2) En Unión Europea, los datos de la Red de Información Contable Agrícola muestran que en 2020 las granjas familiares representaban 85% del total y la mano de obra asalariada representaba menos de 30% de toda la mano de obra utilizada.

    3) Según los datos de la Red de Información Contable Agrícola en Europa, los intereses, alquileres e insumos agrícolas absorbieron casi 30% de los ingresos agrarios en 2020. Esta proporción ha aumentado constantemente con el tiempo.

    4) De 1991 a 2001, el valor bruto global de la producción de alimentos pasó de 1.8 a 4.2 billones, mientras que el valor del comercio mundial de alimentos (excluyendo pescados) pasó de 253 a 1.485 billones.

    5) Figura 1. Los 13 principios de la agroecología.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    La agroecología es una propuesta emancipatoria que busca influir tanto en los ámbitos técnicos y concretos como en los sociales y políticos.

    Aunque la agroecología tiene un potencial transformador, requiere de propuestas concretas para hacer que los campesinos logren autonomía. A pesar de que existen diversas experiencias agroecológicas, hay muchas otras que siguen siguen sumergidas bajo el sistema capitalista y necesitan rendir cuentas a los sectores ascendentes y descendentes para poder vivir de sus cosechas y productos.

Image icon principios de la agroecología.png [6]

Source URL (modified on 16 Diciembre 2025 - 5:17pm):https://let.iiec.unam.mx/node/5663

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