No cooling. Trump's indifference to climate change has not changed China's view. Once a foot-dragger, it now wants to lead

Cita: 

The Economist [2017], "No cooling. Trump's indifference to climate change has not changed China's view. Once a foot-dragger, it now wants to lead", The Economist, London, 22 de abril, https://www.economist.com/news/china/21721227-once-foot-dragger-it-now-w...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 22, 2017
Tema: 
La lucha de China contra el calentamiento global
Idea principal: 

Hasta hace poco, los culpables en China de la niebla tóxica que envuelve a muchas ciudades eran las emisiones de las centrales térmicas de carbón, los gases del escape de los automóviles y el polvo de las obras de construcción. Este año, sin embargo, en los informes de los medios estatales se comenzó a reconocer que el cambio climático también es un factor. Los científicos chinos han dicho que en el este de su país el calentamiento global ha ocasionado menos lluvia y viento con los cuales eliminar los contaminantes.

Para el presidente actual de Estados Unidos esto puede ser de poco interés: según Wilbur Ross, el secretario de comercio, el cambio climático no es una parte importante de la discusión. Pero en China el gobierno, y sobre todo la población, ven cada vez más a este problema como algo grave.

Anteriormente China no había mostrado las señales de cooperación que ha mostrado en la actualidad para luchar en contra del cambio climático. Li Shuo, un asesor de Greenpeace en Beijing, dice que China fue una de las principales fuerzas impulsoras detrás del consenso que se originó en la conferencia sobre el cambio climático de la ONU en París en 2015.

El gobierno chino quiere ahora que la economía sea menos dependiente de la manufactura que requiere una gran cantidad de energía contaminante y menos impulsada por la inversión masiva en la construcción. Esto implica el uso de menos carbón, lo que a su vez ayudará a limpiar el aire y a reducir las emisiones que alteran el clima.

El gobierno está asustado por las investigaciones que muestran lo vulnerable que es el país a los daños causados por el cambio climático. Un estudio publicado en 2013 por el Banco Mundial y la OCDE concluyó que las pérdidas económicas en Guangzhou, en el sur de China, serían las más grandes de todo el mundo.

Xie Zhenhua, un representante para el cambio climático de China, aseguró que su país era capaz de asumir un papel de liderazgo en la lucha global contra el cambio climático.

Hay poderosos intereses que se resisten a las medidas de reducción de las emisiones de carbono; un ejemplo de ello es la industria del acero, que es altamente contaminante y consume gran cantidad de la energía que el carbón produce. El gobierno central dice que quiere reducir la producción de acero, pero algunas autoridades han hecho caso omiso de esas órdenes, debido en gran parte al riesgo de protestas por parte de los trabajadores despedidos.

En 2016 el consumo de carbón se redujo en un 4.7%, y fue el tercer año consecutivo de descenso. China espera sacar provecho de las energías verdes. Se están invirtiendo grandes sumas de dinero en este tipo de energía que incluye la solar, eólica, hidroeléctrica y nuclear. Se dice que esto va a crear 13 millones de puestos de trabajo.

A finales de este año se planea introducir un impuesto sobre el carbono, y esto, combinado con otras medidas, genera la noción de que se podría hacer el cielo azul otra vez, promesa hecha por el primer ministro Li Keqiang el mes pasado.

Datos cruciales: 

Una gráfica muestra el consumo de energía dividido por la fuente de donde proviene esa energía para el caso de China. Desde 2013 la energía que proporciona el carbón ha disminuido, mientras que la proporcionada por el petróleo, el viento, el agua y el gas natural ha aumentado.

Nexo con el tema que estudiamos: 

En los últimos años, el problema del calentamiento global ha sido uno de los principales puntos de debate y preocupación por parte de todo el mundo. La devastación ambiental que genera el modo de producción capitalista es cada vez más extrema y ha llegado a niveles irreversibles.

La coyuntura geopolítica abierta por el ascenso de Trump a la presidencia de Estados Unidos ha creado dos paradojas capitales:

Uno de los países más dirigistas se sitúa como defensor del libre comercio y la globalización.

Uno de los países con la mayor devastación ambiental se coloca como paladín de la lucha contra el cambio climático.

Ejemplos de que las estrategias y las prácticas de los liderazgos tienen un peso significativo en la trayectoria del capitalismo.