Cheap minerals, bad policies. The return of the resource curse. The worst growth figures for two decades fail to keep pace with a rising population

Cita: 

The Economist [2017], "Cheap minerals, bad policies. The return of the resource curse. The worst growth figures for two decades fail to keep pace with a rising population", The Economist, London, 3 de junio, http://www.economist.com/news/middle-east-and-africa/21722851-worst-grow...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 3, 2017
Tema: 
La fragilidad de las economías de África subsahariana ante la caída en los precios de los <em>commodities</em>, las sequías y el endeudamiento
Idea principal: 

Las economías de África han sido fuertemente golpeadas por una convergencia desafortunada: la sequía y los bajos precios de los minerales. En 2015 el crecimiento de las economías del África subsahariana fue de únicamente 1.4%, su ritmo más lento en décadas. La población de la región tiene una tasa de crecimiento que duplica a este reducido ritmo del crecimiento económico; esto trae como resultado una caída del PIB per cápita por primera vez en veinte años.

La caída en los precios del petróleo que inició en 2015 tuvo efectos diferenciados en la región. En un primer momento, la economía de países como Nigeria y Angola, donde las exportaciones de crudo representan el 90% del total, tuvo un desempeño de pesadilla; los países que importan la mayor parte de sus combustibles, en contraparte, experimentaron un breve auge.

Sin embargo, cuando los precios del petróleo cayeron aún más en los primeros meses de 2016, la situación empeoró para todos los países. Las economías exportadoras de petróleo cayeron en recesión, pero la situación de las economías que importan combustibles no mejoró con la caída de los precios -como había sucedido antes. La miseria se esparció por toda el África subsahariana como no había sucedido en muchos lustros. Esto se debió a dos factores: 1) la sequía que afectó a gran parte del sur y este de África, que arruinó los cultivos y disparó los precios de los alimentos; y 2) las políticas que limitan el crecimiento impulsadas por los gobiernos de las dos mayores economías de África, Nigeria y Sudáfrica, que exacerbaron los males que ya afectaban a la región.

El gobierno nigeriano se negó a permitir la libre flotación de su moneda ante la fuerte caída en sus ingresos por exportaciones petroleras. Más temprano que tarde, la naira cayó. En Sudáfrica, mientras tanto, los escándalos de corrupción y malos manejos por parte del gobierno provocaron que las agencias calificadoras redujeran la calificación de la deuda del país a basura.

No sólo hubo errores de política en las economías más grandes de la región. También las economías con un crecimiento más acelerado cometieron equivocaciones. En Kenia, por ejemplo, se puso un límite a la tasa de interés que los bancos pueden cobrar; esto tuvo como resultado que los bancos dejaran de prestar a las empresas. El gobierno de Camerún, temeroso de la disidencia, cortó el internet en las regiones angloparlantes del país, que es donde se ubican los clústeres tecnológicos del país.

La desaceleración de las economías ha vuelto más claro el débil y riesgoso estado de las finanzas públicas de las naciones africanas. La deuda pública respecto del PIB ha aumentado en diez puntos porcentuales desde 2014 y asciende hoy –en promedio– a 42%, el nivel más elevado para muchos países desde que cancelaran su deuda hace aproximadamente una década. “El nivel [de deuda] puede no parecer alto respecto de los estándares de los países ricos, pero las tasas de interés en África son mucho mayores”. Algunos países de la región gastan actualmente más de la mitad de su ingreso en pagar el servicio de su deuda.

“El crecimiento debe aumentar un poco este año –el FMI espera que sea de aproximadamente 2.6%–, pero su fragilidad pone de manifiesto que la región debe aún superar su adicción a las exportaciones de commodities y que no puede permitirse seguir acumulando deuda como lo ha hecho en los últimos años”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

En tanto "solución espacial" del capitalismo decadente, África ocupa un lugar peculiar en la geopolítica mundial. Más que su nivel de desarrollo, son sus riquezas naturales y humanas que no dejan de alimentar la acumulación de capital. Este artículo refiere un nuevo periodo de estancamiento y dificultades económicas que se desatan con el fin del ciclo de las mercancías básicas. Como hemos discutido, en estos casos opera la carrera "por lo que queda" de tales riquezas, con consecuencias nefastas para las poblaciones africanas. La dislocación de la economía mundial sigue su paso al tiempo que se fortalecen los archipiélagos transnacionales.