La inteligencia artificial comienza a ocupar más espacios dentro del mundo de los negocios. Las empresas están aprovechándola para pronosticar la demanda, hacer contrataciones y acercarse al cliente. Los gastos de las empresas en inteligencia artificial aumentan anualmente y las declaraciones por parte de institutos y expertos auguran buenos pronósticos sobre ella, encendiendo ansiedad y esperanza. Otros temen que la inteligencia artificial termine destruyendo más trabajos de los que crea.

La inteligencia artificial también transforma los lugares de trabajo; a través de ella, los gerentes pueden obtener un control extraordinario sobre los trabajadores. Amazon ha realizado la patente de una pulsera que detecta el movimiento de las manos de los trabajadores en el almacén y usa vibraciones para llamar a los trabajadores a ser más eficientes. Workday [1] hace un análisis de cerca de 60 factores para predecir cuáles empleados renunciarán. Humanyze [2] actualmente vende programas de identificación inteligente que pueden hacer trabajo de rastreo de los empleados en las oficinas y análisis sobre qué tan buena es la interacción del empleado con sus colegas.

Aunque la vigilancia en el trabajo no es una dinámica nueva, la inteligencia artificial hace que la vigilancia ubicua (en todo momento) sea valiosa. Existen pocas leyes que regulan el cómo se recogen los datos en el trabajo y muchos empleados consienten ser vigilados al firmar el contrato laboral.

La inteligencia artificial busca elevar la productividad, empresas como Humanyze combinan los datos de los trabajadores, sus calendarios y sus correos electrónicos para determinar estrategias para mejorar el trabajo en equipo. Un software de mensajería en el lugar de trabajo, como Slack [3], ayuda a los jefes a evaluar la rapidez con las que el trabajador hace sus labores. La inteligencia artificial, también sirve para detectar anomalías en las reclamaciones de pagos.

La inteligencia artificial beneficiará a los trabajadores, proporcionando seguridad en sus áreas de trabajo, dándoles la posibilidad de recibir una retroalimentación de su desempeño para que su trabajo sea mejor, garantizándoles aumentos salariales y promociones a quienes las merezcan. Con relación a los aumentos salariales y a las promociones es necesario puntualizar que mientras las personas tienen sesgos, los algoritmos bien diseñados pueden ser imparciales, quitando las diferencias de pago por género o raza, así como el acoso sexual y el racismo que los gerentes humanos reproducen de forma consciente e inconsciente.

Las ventajas de la inteligencia artificial vendrán acompañadas de inconvenientes potenciales ya que los algoritmos pueden venir con prejuicios heredados de los programadores o pueden tener consecuencias no deseadas que afecten a los trabajadores más pobres (como la evaluación del tiempo de viaje, que considera que un trabajador que gasta más tiempo de vieje abandonará el trabajo) o a los trabajadores de mayor edad (los cuales trabajan más despacio que los trabajadores más jóvenes). El problema consiste en que la inteligencia artificial sólo busca aumentar la productividad.

Otro problema radica en que la vigilancia puede llegar a parecer excesiva, las empresas comienzan a controlar el tiempo que el empleado gasta en sus descansos. Veriato [4] va tan lejos que rastrea y hace un registro del número de golpes de tecla que los empleados hacen en sus computadoras para la realización de una medición que mida el compromiso del empleado con la compañía. La inteligencia artificial no sólo puede utilizarse para la vigilancia y la comunicación de los empleados, a través de ella también se puede vigilar los perfiles de las redes sociales del trabajador.

Algunos empleados tienen mejores posiciones frente a la vigilancia que otros, si sus habilidades son altamente demandadas por la empresa su posición mejora que aquel que es fácil de reemplazar. Los trabajadores pagados por hora en industrias con bajas remuneraciones son altamente vulnerables, proceso que podría derivar en el renacimiento del sindicalismo.

La propagación del uso de inteligencia artificial en el lugar de trabajo debe guiarse por tres principios: 1) los datos se deben usar de manera anónima cuando sea posible, 2) el uso de los datos debe ser transparente, diciéndole a los trabajadores qué tecnologías se usan y qué datos se recopilan y 3) que los Estados hagan posible que cualquier persona pueda solicitar sus propios datos aunque sea un ex trabajador que desee impugnar un despido o trabajadores que estén buscando un nuevo empleo.

El papel de la inteligencia artificial en el espacio de trabajo debe servir para tener un trabajo más justo y productivo, no para encadenar y deshumanizar empleados. Lograr un equilibrio regulatorio es necesario, y requerirá pensamiento, voluntad y humanidad.

[1] Firma de software estadounidense con sede en Pleasanton, California.

[2] Empresa start-up dedicada a la elaboración de software para el análisis de personas, con sede en Boston, Massachusetts.

[3] Software diseñado por la canadiense Slack Technologies.

[4] Firma de software estadounidense con sede en Palm beach, California.