Capital control. Europeans fret that Chinese investment is a security risk They worry that the Chinese government is gaining control of crucial technology firms and infrastructure.

Cita: 

The Economist [2018], "Capital control. Europeans fret that Chinese investment is a security risk. They worry that the Chinese government is gaining control of crucial technology firms and infrastructure.", The Economist , London, 22 de mayo, https://www.economist.com/finance-and-economics/2018/03/22/europeans-fre...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Martes, Mayo 22, 2018
Tema: 
La nueva visión de Europa con respecto a la expansión comercial de China y las medidas así como las posturas al interior de la Comunidad Europea
Idea principal: 

"Nosotros no somos librecambistas ingenuos. Europa debe defender siempre sus intereses estratégicos" señaló Jean-Claude Juncker, el presidente de la Comisión Europea, quien el año pasado introdujo planes para bloquear a la inversión extranjera en la Unión Europea (UE). La UE había mantenido una política relajada con respecto a las adquisiciones por los extranjeros, pero ahora se encuentra fortaleciendo este rubro. El objetivo es China, cuyas compañías han estado extendiéndose en el mercado europeo. Algunas de sus compras más triviales incluyen clubes de fútbol y hoteles, pero la mayor parte de la inversión ha fluido en áreas de tecnología y de infraestructura, hace notar James Zhan de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Muchas de los países en Europa, incluyendo Alemania e Italia, han extendido las reglas de protección de proyectos de inversión hacia la infraestructura de energía y trasporte para cubrir la tecnología como la arista más estratégica para la seguridad pública (por ejemplo, las telecomunicaciones). La intervención china en la construcción de la planta nuclear "Hinkley Point C" llevó a que Gran Bretaña fortaleciera sus reglas. Por su parte, el mes pasado el gobierno de Francia bloqueó la venta de su participación accionaria en el aeropuerto de Tolouse a un consorcio chino, quien al comprarla habría ganado una participación mayoritaria.

Los legisladores en Europa consideran que las compras privadas hechas por los inversionistas chinos son parte de la extensión a Europa de la estrategia de su gobierno "Hecho en China 2025", que llama a superar la innovación de Occidente, como lo menciona Granck Proust, miembro francés del Parlamento Europeo.

Las medidas más restrictivas son las que lleva a cabo Alemania. Las restricciones más severas por parte de Alemania frente a las inversiones chinas se desencadenaron a partir de 2016, cuando una compañía china adquirió KUKA, una empresa alemana de robótica, por 4.5 mil millones de euros (5 mil millones de dólares). Las críticas posteriores tenían como fundamento el hecho de que las compañías chinas habían ganado el “know-how” de Occidente pero los alemanes encararon discriminación en el mercado chino. El año pasado algunos países del continente europeo (Alemania, Francia e Italia) presionaron al régimen de la Comunidad Europea para bloquear las adquisiciones en sectores donde las compañías europeas no tuvieron un acceso recíproco en China.

La propuesta de Jean-Claude Juncker (presidente de la Comisión Europea) resulta ser mucho más tímida comparada con las medidas de Alemania, Francia e Italia el año pasado. La propuesta consiste en permitir que la comisión emita opiniones no coercitivas sobre las adquisidores extranjeras, e incentiva a los miembros de la Unión Europea para que compartan información sobre el posible efecto en la seguridad pública. Las adquisiciones extranjeras representan progreso, menciona Proust, considerando que la mitad de los miembros de la UE no tienen un marco jurídico para poder acceder a dichos acuerdos. Pero él preferiría algo más definido.

No todos los miembros de la Unión Europea se sienten de esta forma. La Iniciativa del Cinturón y la Ruta en China (la cual ha implicado la inversión de miles de millones de dólares en infraestructura a lo largo de la antigua Ruta de la Seda ligándola con Europa) es vista por algunos países del centro y del sur en Europa como la fuente de inversión que necesitan. Otros países se muestran preocupados porque el entusiasmo que esas inversiones suscitan pueda dividir a Europa.

El caldo de cultivo que esclarece la influencia de China sobre la región se generó a consecuencia de los efectos de las medidas de austeridad impuestas como una condición de rescate durante la crisis del euro. En este orden, la privatización intenta ayudar a estabilizar las finanzas públicas lo que ha significado que ahora el Estado de China tenga el control sobre el puerto griego de Piraeus y la mayor participación en la red eléctrica de Portugal.

Los países nórdicos y Holanda, sin embargo argumentan que las estrictas reglas impuestas sobre la inversión china podrían desencadenar una tensión comercial que empeoraría el ambiente comercial actual. Los grupos de negocios temen que la supervisión más estricta pudiera ser usada como una excusa para el proteccionismo. Las organizaciones internacionales, incluida la UNCTAD, advierten que esto podría dar temor a los inversionistas y dañar el crecimiento económico.

Datos cruciales: 

-Las restricciones más severas por parte de Alemania frente a las inversiones chinas se desencadenaron a partir de 2016, menciona Cora Jungbluth del think tank Bertelsmann Stiftung, cuando la compañía china adquirió KUKA, una de las compañías robóticas alemanas por 4.5 mil millones de euros (5 mil millones de dólares).

Nexo con el tema que estudiamos: 

El singular crecimiento económico que ha experimentado China y su Iniciativa del Cinturón y la Ruta han ocasionado que Europa se replantee su esquema comercial debido al impacto que este proyecto puede ocasionar al interior de la misma Comunidad Europea. Para los europeos es particularmente preocupante el ámbito de la tecnología y de la infraestructura, pues al parecer hoy día se muestran como zonas de apuntalamiento para la disputa hegemónica en su desenvolvimiento actual, en el que la guerra comercial parece encubrir cuestiones de fondo y una nueva era de competencia mundial.