Inversión extranjera directa y la iniciativa china de La Franja y la Ruta.

Cita: 

Correa López, Gabriela [2019], "Inversión extranjera directa y la iniciativa china de La Franja y la Ruta", México y la Cuenca del Pacífico, Zapopan, Universidad de Guadalajara, 8 (22): 69-87,enero-abril.

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Diciembre, 2018
Tema: 
La iniciativa de La Franja y La Ruta y flujos de inversión extranjera directa desde China
Idea principal: 

El análisis de los flujos globales de inversión permite destacar tendencias recientes, las cuales muestran la fuerza y el sentido de las inversiones de China en los países que conforman la iniciativa de La Franja y La Ruta (BRI).

La información estadística de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) señala que los flujos de inversión extranjera directa (IED) se han ido recuperando después de su caída en 2008. Además, señala que los flujos se han dirigido principalmente hacia Europa, Asia en desarrollo y Norteamérica. Para el año 2016, China se ubicó como país acreedor de IED con 183 mil millones de dólares (mmd) de IED de salida, ubicado solo después de Estados Unidos con 299 mmd, el cual percibió 391 mmd de IED de entrada.

Desde 2008 se percibe una desaceleración en el flujo de IED hacia China, situándose entre 120 y 140 mmd posterior a la recuperación en 2010. Mientras, la IED desde China continúa creciendo, en 2016 superó los 180 mmd.

Avendaño sostiene que los patrones de localización de la IED china en 1979-2011 pueden distinguirse por periodos y asociarse a diferentes motivaciones que combinaron distintas estrategias, entre las que destacan búsqueda de recursos, triangulación de exportaciones, obtención de activos estratégicos y la presencia en el exterior. Además, señala que en la localización de empresas se ligan intereses políticos con pragmatismo económico. Las actividades y sectores receptoras de IED china denotan un proceso de diversificación.

De acuerdo con la UNCTAD, China participó con 60% de los flujos de salida de IED de países del Este y Sudeste Asiático estimados en 298 mmd. Se registró que China contaba en 2017 con 257 empresas estatales, mientras que la Unión Europea contaba con 420. Se señala la considerable variedad en actividades productivas por empresa y la existencia de un efecto positivo al contar con empresas que faciliten la inversión y operaciones en el exterior.

En 2016, China contaba con cuatro empresas de propiedad estatal registradas en la lista de las mayores corporaciones no financieras del mundo, y siete bancos y dos aseguradoras en la lista de mayores corporaciones financieras.

La UNCTAD destaca la adquisición por 44 mmd de Syngenta por China National Chemical. Las fusiones y adquisiciones son ejemplo del alto volumen de transacciones de las empresas chinas alrededor del mundo.

En 2016 China inició cuatro de los diez proyectos de inversión de grandes dimensiones registrados, un gasoducto en Mozambique, un proyecto de energía eléctrica en Bangladesh y otro en Myanmar, más un proyecto de construcción en Camboya. Ese mismo año tres adquisiciones fueron rechazadas, los gobiernos locales las rechazaron con argumentos de seguridad nacional y posible deterioro a la competencia productiva de los mercados.

La IED es de creciente importancia para China, con particular énfasis en su capacidad para diversificar. Es necesario resaltar la necesidad de infraestructura como una condición para el desarrollo de actividades económicas. Este argumento está presente en los objetivos del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), aunado a las posibilidades de negocios que van acompañados de proyectos de infraestructura.

La BRI está asociada a la llamada Nueva Ruta de la Seda, a políticas de inversión regional y acuerdos y proyectos de conectividad por construcción de infraestructura con otros países. La iniciativa involucra a más de 60 países a través de recursos y acuerdos (bilaterales y multilaterales) de inversión y cooperación. La iniciativa incluye seis corredores económicos. Dos objetivos principales son mejorar las rutas comerciales entre los países participantes y asegurar el aprovisionamiento de recursos minerales y energéticos.

La iniciativa es una estrategia que incluye propuestas de cooperación previas, encabezadas por China, que fueron financiadas por AIIB, el Nuevo Banco de Desarrollo y el Banco de Exportaciones e Importaciones de China. Además se busca utilicen recursos del Fondo de la Ruta de la Seda.

Goh y Reilly sostienen que la BRI considera el poder de conectividad como el logro de influencia que China acrecienta a través de proyectos e infraestructura que conectan su periferia y Estados vecinos al núcleo económico central. Esto permite considerar sus objetivos como estructurales e intencionales. Sus proyectos tienen elevados requerimientos financieros y largos plazos de maduración, además forman la base para el desarrollo de otras actividades económicas, facilitando el tránsito de bienes, capital, energía y población a través de incentivos empresariales.

China busca expandir su influencia económica y se señala como otra política o estrategia impulsar la internacionalización del yuan como moneda de transacción, aprovechando la red de acuerdos de intercambios de divisas con bancos centrales, estaría presente en los proyectos de instituciones multilaterales y regionales de desarrollo y en las relaciones personales y de negociaciones en los países beneficiarios de inversiones chinas.

Goh y Reilly señalan como argumentos opuestos a la BRI los riesgos por endeudamiento, condiciones opacas en los mecanismos de financiamiento y posibles cancelaciones no compensadas.

El primer encuentro de la BRI se llevó a cabo en Beijing en mayo de 2017. Entre los participantes se encontraban Estados Unidos, Japón e India, quienes rechazan la iniciativa. Park y Singh señalan que en el Foro de La Franja y la Ruta destacaron presencias y ausencias, contaron con una delegación de alto nivel estadounidense por un director del Consejo de Seguridad Nacional, asistieron 29 jefes de Estado, 1 500 delegados de 130 países y 70 organizaciones.

En octubre de 2017 el Congreso del Partido Comunista de China inscribió la BRI en su constitución partidaria.

Los temas que crean suspicacia y desconfianza sobre la BRI son los relacionados con aspectos territoriales y geopolíticos. Los discursos de Xi Jinping hablan de expansión y ganancias conjuntas, citan la imagen de sustitución de una potencia hegemónica en un contexto pacífico, comprometiendo a China a un crecimiento compartido.

La preferencia china por acuerdos bilaterales denota cambios en alianzas y entendimientos implícitos para enfrentar disputas económicas, territoriales y de procedencia de jurisprudencia internacional; las economías pequeñas pueden interpretarla como balanceo en negociaciones. Las disputas territoriales favorecen a China sobre las economías pequeñas.

Según estimaciones del Foro de La Franja y La Ruta, es posible canalizar hasta un billón de dólares a los proyectos anualmente. Sin embargo, el Banco Chino de Desarrollo solamente concedió créditos por 160 mmd. Sería necesario recurrir a otras instituciones, dada la oposición estadounidense se descarta la posibilidad de que aportaría a la BRI, se debería buscar participación del Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, las cuales se oponen al aumento de capital.

Australia es una voz reconocida sobre asuntos del Pacífico y es miembro del AIIB; no obstante ha manifestado dudas respecto a la BRI. Según Laurencenson, en el centro de las distintas visiones australianas están las tensiones entre gobiernos locales y el federal. La exigencia de orientación de mercado, buenas prácticas y principios profesionales aún es inexistente en proyectos con China. El contenido de construcción de infraestructura ya está considerado en la propuesta federal de Desarrollo del Norte.

La BRI incluye otros acuerdos ya establecidos como la Unión Económica Euro-Asiática de Rusia, el Plan Maestro de Conectividad de ASEAN, la Iniciativa Camino Brillante de Kazajistán, la Iniciativa de Corredor Medio de Turquía, la Iniciativa de Desarrollo de Caminos de Mongolia o el Modelo de Cooperación entre China y países de Europa Central y del Este.

La BRI articula la visión de una red de acuerdos e instituciones que China ha impulsado últimamente, elaborando una estrategia de cooperación y expansión. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha calificado la proyección de la iniciativa como “una estrategia civilizatoria de conectividad y prosperidad compartida”. Le Corre sostiene que el acceso de China al mercado de la Unión Europea se justifica por conectividad, infraestructura y crecimiento compartido, pero se cuestiona la falta de compromisos explícitos de estándares y aplicación de leyes.

Desde 2014 la línea ferroviaria Yiwu-Madrid está en operación. A pesar de dificultades técnicas y aduaneras, se siguen construyendo trenes rápidos en otros países. Desde 2016 COSCO, empresa china, controla el puerto en Pireo, Grecia. China tiene asegurado un amplio acceso físico a los mercados europeos.

Han disminuido las problemáticas por reclamos territoriales con países de Asia Pacífico mediante acuerdos bilaterales. Los países de ASEAN han decidido no respaldar los reclamos multilateralmente, sino bilateralmente. China desconoce los dictámenes internacionales respecto de espacios marítimos y mantiene la construcción de instalaciones fijas en el Mar del sur de China. Las rutas marítimas destacan por las grandes cantidades de comercio y transporte regionales.

China e India comparten controversias previas. China se opone a la participación de India en el Grupo de Proveedores Nucleares; India aceptó la visita del Dalai Lama a Aranachal Pradesh y China bloqueó la solicitud india de enlistar como terrorista a Jaish e-Mohammad, líder independista. Ser miembros del Grupo BRICS ha logrado entendimientos generales para modificar instituciones internacionales existentes y diseñar otras nuevas. China cuestiona la aproximación india de “primero los vecinos”, transitando hacia una Asia multipolar.

La presencia china en otros países genera oposición local, por el volumen de inversión, el control de operaciones y la contratación preferente de chinos en los proyectos; además del deterioro medioambiental, la compra de tierras y las pérdidas de negocios locales. Es importante recordar la firmeza del gobierno en postular la difusión de la “historia correcta” y la “política correcta”.

Algunos funcionarios de la CEPAL se muestran entusiastas por la BRI y la presencia china en Latinoamérica, enfatizando experiencias de participación con China en instituciones regionales. En el Foro de La Franja y La Ruta destacaron las posibilidades de acrecentar las relaciones con China través de la provisión de materias primas y recursos naturales, además de las cooperaciones económica, institucional y académica. Estos funcionarios retoman la falta de infraestructura para la conectividad y la idea de cooperación Sur-Sur como una alternativa para superar problemáticas regionales.

Algunos países latinoamericanos muestran una “reprimarización de exportaciones”, alta concentración en pocos productos y desplazamiento de la producción nacional con respecto a China. A mediano plazo los flujos chinos de IED en Latinoamérica podrían aliviar el déficit bilateral comercial. La IED en América Latina para 2016 fue de 126 mmd. Para el caso mexicano, economía que compite estructuralmente con China, la IED desde China representó 0.19% del flujo total de entrada y su déficit comercial ascendió a cerca de 64 mmd. Se cuestiona que la IED proveniente de China compense los déficit comerciales, a pesar de nuevas áreas de inversión con empresas mayoritariamente chinas.

Si bien China es un importante socio comercial de Latinoamérica, no se perciben mecanismos de aporte estratégico al desarrollo. Los acuerdos comerciales con Latinoamérica tienen poco alcance. Otros mecanismos de cooperación son parte del reforzamiento del compromiso chino para establecer lazos económicos y de cooperación.

Dollar señala que las principales fuentes de flujos de capital para la BRI son la IED y los créditos oficiales. Hay que reconocer las limitaciones en el registro estadístico respecto a la IED en China, el flujo entre la China continental, Hong Kong y sus principales destinos de IED, algunos paraísos fiscales. La IED china es atraída por grandes mercados, acceso a tecnología e innovaciones y proveedores de materias primas y recursos naturales; en otras categorías se considera China como inversionista de riesgo. Dollar estima que 68 países de la BRI han recibido 12% de la IED china y 17% de la IED mundial en los últimos cuatro años. El patrón de inversión chino es similar al de otros países.

El flujo de IED desde China es importante y continuará manteniendo entre sus principales destinos los mismos que tienen otros países. La BRI replica el patrón mundial de inversiones, algunas inversiones realizadas en proyectos en países en desarrollo contribuyen a la infraestructura regional, también contribuyen a sus deudas nacionales.

La región más conflictiva a la visión de expansión china es el Mar del Sur de China, asociado principalmente al transporte de recursos energéticos y los reclamos territoriales. Rehman sostiene que la ley marítima está siendo retada por varios países con reclamos históricos que reinterpretan los principios de navegación marítima. China ha establecido su interpretación y desconocimiento de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), reconocida por 167 países, para asuntos que consideran materia de su soberanía, imponen leyes internas.

China ha construido instalaciones fijas civiles, de investigación y militares en el Mar del Sur de China sustentándose en la “línea de nueve puntos”, la cual se refiere a la extensión de derechos desde sus costas ignorando espacios compartidos con otros países; China prefiere realizar negociaciones bilaterales a grupales. En 2012 se presentó una disputa entre China y Filipinas con la denuncia filipina de la ocupación china de un banco de arena; se argumentó que no eran islas, eran elevaciones rocosas, que los reclamos históricos chinos son insostenibles y que el control de pesca viola los principios de UNCLOS. China respondió con “no admisión, no participación, no aceptación y no implementación”. La resolución por parte de UNCLOS favoreció a Filipinas y China anunció que tal declaración era “papel sin valor”.

Las tendencias de la IED en los últimos años confirman la posición de China como acreedor. Las motivaciones económicas y comerciales de la inversión china comparte estrategias con capitales internacionales, se buscan beneficios, asegurar a proveedores y ampliar mercados.

La BRI refuerza las intenciones de expansión global de la presencia china. Combina el desarrollo institucional previo, los cuestionamientos al orden institucional internacional, las políticas de expansión del yuan como moneda de reserva de valor y acuerdos de cooperación. Se planea que la BRI concluya en 2049, a 100 años del establecimiento de la China actual. El impacto previsible en geopolítica es relevante; reforzaría la capacidad china de liderazgo regional.

La infraestructura conectará a países de África, Asia y Europa, expandirá mercados y la presencia china y dará acceso a nuevas rutas estratégicas. La propuesta de construcción de infraestructura con largos plazos de maduración es atractiva para muchos países, quienes ven la infraestructura como un requisito para el desarrollo. La red de acuerdos establecidos por China confirma una visión expansiva incluyendo una diversa serie de negocios y excluyendo aquellos considerados como principios fundacionales de su nación. Existen riesgos asociados a los proyectos, están los altos niveles de deuda, las condiciones de operación de los mismos y el endeudamiento público. Las críticas y posiciones con respecto a la BRI son variadas, se cuestionan los beneficios compartidos y los criterios de mercado como compromisos explícitos de los proyectos.

El primer Foro de La Franja y La Ruta mostró la capacidad de convocatoria de China, en un contexto comercial desfavorable por las relaciones China-Estados Unidos. Además confirmó la habilidad china para asumir la perspectiva del libre comercio, la cooperación económica y la construcción de liderazgo, temas relevantes para la geopolítica.

Datos cruciales: 

1. Figura 1. Flujos de IED de entrada por grupo de economías.

2. Figura 2. Flujos de IED de entrada por región.

3. Tabla 1. Flujos de IED por economía en 2016 (miles de millones de dólares).

4. Figura 3. China. Inversión extranjera directa (miles de millones de dólars).

5. Estimación de la IED en países del Este y Sudeste Asiático en 2016 por 298 mmd por la UNCTAD. 60% de esta proviene de China.

6. Las economías con mayor número de empresas de propiedad estatal en 2017 fueron la UE con 420, China con 257, Malasia con 79, India con 61 y Sudáfrica con 55.

7. Adquisición de Syngenta por China National Chemical en 2016 por 44 mmd.

8. Cuatro de los diez proyectos de inversión más grandes del mundo provinieron de China.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Con la puesta en marcha de la Iniciativa de La Franja y La Ruta, presentada por Xi Jinping en 2013, China busca expansión con ganancias conjuntas ( win-win) para los participantes, sustituirían a la potencia hegemónica, Estados Unidos, en un contexto pacífico. La anteposición China la llevaría a surgir como líder regional y mundial. Se proyecta un posible escenario en el que China pueda ser líder hegemónico en el sistema mundial; con el declive de Estados Unidos el sistema mundial podría ser distinto. La participación en el primer Foro de La Franja y La Ruta en mayo de 2017 fue importante.

En la iniciativa destacan el papel de la inversión extranjera directa, los aspectos geopolíticos y otras implicaciones económicas. Cada vez es de mayor importancia para China la inversión extranjera directa, la cual cuenta con una tendencia creciente, ahora que ha asumido rol de acreedora, al contrario de Estados Unidos que destaca como deudor. La inversión china ha compartido el destino de inversiones de otros países (algunos países asiáticos, Europa y Norteamérica), además que ha buscado y logrado diversificarse. También, ha realizado en los últimos años algunas de las inversiones más grandes. Entre los aspectos geopolíticos, incluyendo sus dimensiones económicas, destacan la preferencia por el bilateralismo de China, el favorecimiento hacia China en disputas territoriales que ha llevado, principalmente con economías en desarrollo, la estructura de los seis corredores económicos dentro de la iniciativa y los acuerdos firmados que favorecen a la iniciativa. Además, existen algunos elementos puntuales a destacar como la posición de Australia con respecto a la iniciativa, las diferencias presentadas con India y la posibilidad de adscripción de la economía latinoamericana a la iniciativa.

La injerencia china sobre economías en desarrollo podría impulsar el surgimiento de China, al mismo tiempo que desfavorecería la posición estadounidense en algunas de estas economías.