Covid-19 The politics of pandemics

Cita: 

The Economist [2020], "Covid-19. The politics of pandemics", The Economist, London, 14 de marzo, https://www.economist.com/leaders/2020/03/12/the-politics-of-pandemics

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 14, 2020
Tema: 
La pandemia del covid-19 ha destapado dificultades políticas para enfrentarla satisfactoriamente alrededor de todo el mundo
Idea principal: 

El brote y expansión del covid-19 en lugares como el corazón de Europa ha demostrado que aún en los lugares que cuentan con buena infraestructura hospitalaria y sanitaria, el personal médico se ve obligado a dejar morir a pacientes no tratados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró el brote del nuevo coronavirus como pandemia el 11 de marzo del 2020, a partir de entonces, se ha registrado una rápida expansión del virus.

Son pocos los líderes políticos que han enfrentado una situación de tal magnitud como esta pandemia junto con sus consecuencias económicas. Algunos optan por evocar la crisis financiera de 2007-2009. Son tres los factores que determinarán cómo enfrentarán la crisis actual: su actitud ante la incertidumbre, la estructura y competencia de sus sistemas de salud, y sobre todo, la confianza de la ciudadanía en sus gobiernos.

La incertidumbre deviene de una multiplicidad de factores como lo es la falta de información disponible sobre el SARS-CoV-2 y la enfermedad que causa, el covid-19. Otro es el estado de la pandemia en diversas regiones del mundo y su rápida proliferación sin ser detectado, lo que se traduce en la falta de medidas efectivas para contener su propagación.

China se enfrentó la enfermedad con una medida respaldada por la OMS y criticada por el resto del mundo: la imposición de una cuarentena brutalmente restrictiva reforzada por pruebas masivas y rastreo de contactos. A pesar de que tuvo un alto costo humano y económico, los contagios han disminuido, aunque la incertidumbre persiste porque no se sabe si surgirá una segunda ola de infecciones a medida que la cuarentena disminuya. En tanto los líderes de las democracias liberales cuestionan el duro régimen de aislamiento y vigilancia de China; no obstante temen que si se impone un estado de control más permeable sea igual de costoso y mucho menos efectivo.

La eficacia de las medidas que se adopten también depende de la estructura y competencia de los sistemas de salud. Todos los sistemas de salud estarán abrumados, aunque los lugares donde las personas reciben poca atención médica incluidos los campamentos de refugiados y los barrios marginales, serán los más vulnerables. Los hospitales con los mejores recursos en los países más ricos también tendrán dificultades. Los sistemas de salud de todo el mundo deben de preocuparse en movilizar recursos y adaptar reglas y prácticas para el beneficio de las poblaciones más vulnerables en lugar de preocuparse por quién paga a quién y quién es responsable de qué. Por ejemplo, el sistema de salud privado que impera en Estados Unidos es un obstáculo y un riesgo para más de 39 millones de personas que no pueden costear un tratamiento médico y en su lugar optan por evitar las pruebas o mantenerse en aislamiento.

El acatamiento de decisiones difíciles como la cuarentena, el distanciamiento social y el cierre de espacios públicos solo es posible si los gobiernos cuentan con la confianza de la ciudadanía. Si los gobiernos no son de fiar, e incluso se sospecha que ayudan a encubrir muertes y casos como es el caso de Irán, las medidas para evitar la propagación del virus simplemente no serán respetadas.

A pesar de las dificultades para aceptar y hablar de la pandemia por parte de los líderes políticos, ésta ya es incluida en la mayoría de sus discursos. El presidente de Estados Unidos Donald Trump, en particular, ha pasado del optimismo infundado a atacar a sus enemigos.

¿Qué deben de hacer los políticos?

Cada país debe lograr el equilibrio entre los beneficios de contener la enfermedad y la instauración de regímenes autoritarios que invaden la privacidad. Los gobiernos deben anticipar la pandemia en sus territorios para aplacar su propagación a través de la toma de decisiones como la prohibición temprana de las multitudes. Un caso de éxito de lo anterior es Singapur, que ha tenido muchos menos casos de los esperados debido a que cuenta con una burocracia eficiente en un territorio pequeño, atención médica de clase mundial y ha actuado tempranamente ante la pandemia.

En Occidente, el covid-19 es un desafío para los políticos que que tomaron el poder a partir de la crisis financiera. Muchos de ellos niegan la globalización y la ciencia, y en su lugar optan por la división y el conflicto. En este sentido, la pandemia jugará con su agenda, pues requiere de la unidad. De igual forma, la pandemia coloca en un lugar crucial a médicos, científicos y expertos en políticas. Se necesita trabajar en conjunto para emitir protocolos de tratamiento, terapias y una potencial vacuna. Los votantes necesitan que los gobiernos se ocupen de los problemas reales y dejen a un lado su teatro político partidista.

Datos cruciales: 

1. A la fecha de publicación del artículo se habían reportado cerca de 45 000 casos positivos y 1 500 muertes en 112 países fuera de China.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La pandemia del covid-19 es parte del proceso de crisis civilizatoria que inexorablemente devendrá también en una crisis económica y política de magnitudes aún no previstas. Quienes se ostenten con el poder deben de responder adecuadamente a la emergencia sanitaria tomando en cuenta los costos sociales y económicos que ello implica sin olvidarse de las condiciones materiales con las que cuenta la mayoría de sus poblaciones.
Así mismo al terminarse esta situación quedan interrogantes sobre la reestructuración de los sistemas de salud -en su gran mayoría privados y con pleno acceso solo a unos cuantos- y la efectividad de los gobiernos para desprenderse de sus ambiciones partidistas para actuar en conjunto por el bienestar de la población.