Rothamsted Research en Inglaterra está probando formas de alimentar al salmón para que mejore su producción de aceites saludables para el ser humano. El salmón no produce dichos aceites sino que los obtiene de plantas, vía la cadena alimenticia. La idea es utilizar plantas genéticamente modificadas para aumentar la producción de esos aceites en los salmones. Las plantas transgénicas ya han sido plantadas en ambiente natural y han mostrado la resistencia necesaria para servir de alimentos a los salmones. También se argumenta a favor de este tipo de alimentación que podría reducir los metales pesados presentes en los peces. Como toda modificación genética, enfrenta las dudas y temores del público, por lo que además de las dificultades para ser rentable, deberá superar tales obstáculos.