The chaos agents

Cita: 

Sottile, Leah [2020], "The chaos agents", The New York Times, New York, 19 de agosto, https://www.nytimes.com/interactive/2020/08/19/magazine/boogaloo.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Agosto 19, 2020
Revista descriptores: 
Tema: 
Grupos de derecha se vuelven una amenaza para la seguridad nacional en Estados Unidos.
Idea principal: 

Leah Sottile es una escritora proveniente de Oregón cuyo trabajo se centra en las ideologías extremistas, el movimiento antigubernamental y las culturas marginales.


El artículo narra las observaciones de la autora en la manifestación anti gubernamental en Olympia, Washington en mayo de 2020. Sobre el escenario del rally, había un anuncio que decía Libertad. Pocas personas usaban máscaras.

Eventos con temática antivacunas, fanáticos de las armas, grupos de odio, milicias antigubernamentales se han vuelto populares en Estados Unidos. Algunos ciudadanos interpretaron las regulaciones de distanciamiento social y el uso de mascarillas como una vulneración de sus libertades constitucionales. Estos mítines permiten a los estadounidenses, que sospechaban de una estratagema liberal en el cierre de la economía y engañados por políticos de derecha (incluido Trump), exponerse a las ideologías de una amplia variedad.

La periodista reconoció a Kelli Stewart en el mitin. Después de que Ammon Bundy, su hermano Ryan y otros varios acusados fueran absueltos en 2016 de los cargos relacionados con la ocupación del Refugio Nacional de Vida Silvestre Malheur en Oregon, Stewart aplaudió el veredicto, después leyó la constitución estadounidense. Además, ha transmitido en vivo desde mítines y desde la “iglesia clandestina” que fundó. Durante varios años, se ha referido a la policía como "ISIS azul".

Stewart se presenta regularmente en los mítines de derecha como este. Mencionó que estos eventos son el lugar donde la gente común, como ella, se suscribe a un nuevo colectivo porque encuentran compañerismo con otras personas que están lo suficientemente molestas por las mismas cosas, que tienen los mismos miedos y frustraciones.

Por otra parte, la periodista observó, a hombres que vestían camisas hawaianas debajo de un chaleco repleto de hasta 90 cartuchos de munición. Uno de ellos tenía un parche en su chaleco que decía Boogaloo. El significado de esa palabra varía: en términos simples, es el subconjunto más nuevo y más joven del movimiento antigubernamental, nacido a plena luz de la era de internet. El nombre proviene de 4chan, un foro en línea totalmente anónimo donde los usuarios pueden discutir diferentes temas.

La autora caracteriza a Boogaloo como un movimiento de personas que se llaman a sí mismas Boogalooers o Boogaloo bois. La mayoría parece tener una política libertaria extrema, con un fuerte énfasis en los derechos de la Segunda enmienda. El movimiento no tiene líderes y sus objetivos difieren según el grupo de Facebook o Telegram que sea revisado. Algunos de estos hombres afirman ser antirracistas, mientras que otros tienen creencias de supremacía blanca y advierten de un genocidio blanco inminente.

Algunas páginas de Boogaloo en Facebook presentan conversaciones periódicas sobre justicia racial y necesidades urgentes para abordar el cambio climático, muchas otras están llenas de memes con soles negros neonazis. Si hay algo que une al Boogaloo, además de las armas y las camisas hawaianas, es una postura firme contra la autoridad y la aplicación de la ley así como una voluntad, si no un deseo absoluto, de provocar el colapso de la sociedad estadounidense.

La autora habló con un miembro llamado Kris Hunter, de 39 años proveniente de Waco, Texas. Describió el movimiento como si sólo quisiera ayudar ante un contexto de violencia policial y gubernamental, guerras extranjeras y redadas. Sottile conoció a Hunter gracias a Tree of Liberty, un sitio web que parece estar actuando como la cara pública del movimiento. Hunter plantea que su grupo, el Cuerpo de Boogalier de Estados Unidos, no se toma a la ligera que éste deba ser autónomo.

De esta manera, Boogaloo ha prosperado y cada grupo toma una forma diferente, pero los memes son su lenguaje común. Las publicaciones exigen rutinariamente el fusilamiento de pedófilos y comunistas. Pero un tema común subyace a todos estos mensajes: la praxis.

Después de contextualizar a estos grupos, la autora narra algunos ejemplos de sus miembros llevando a cabo acciones violentas. En marzo de 2020, un supremacista blanco de Missouri le dijo a un agente encubierto del FBI que planeaba detonar un coche bomba fuera de un hospital que trataba a pacientes con Covid-19. Llamó al plan Operación Boogaloo. Cuando el FBI trató de entregarle al hombre una orden judicial de causa probable, se produjo un tiroteo y se pegó un tiro antes de que pudieran detenerlo y sucumbir a sus heridas en el hospital.

En abril de 2020, un hombre en Texarkana, Texas, que se identificó con el movimiento, transmitió un video en vivo en Facebook mientras vestía un chaleco antibalas y una camisa hawaiana, diciendo a los espectadores que estaba “cazando a los cazadores”: buscando policías para emboscar. Se le acusa de conducir a varios agentes a una persecución a alta velocidad, que continuó incluso después de que sus neumáticos se desinflaron con una tira de púas. Más tarde fue detenido y se declaró inocente de los cargos de intento de asesinato.

Estos sujetos y su ideología son anti-policiales y se puede decir que quieren encontrar una causa común con cualquiera que protesta contra la policía, pero algunos quieren actuar como agentes provocadores, acelerando la violencia callejera y fomentando cualquier conflicto. Las protestas que siguieron al asesinato de George Floyd parecía la oportunidad para crear un caos.

El 29 de mayo de 2020, Steven Carrillo (un sargento de la Fuerza Aérea de 32 años que ha servido en Kuwait, Siria, Irak y Afganistán) envió un mensaje en Facebook a otros Boogaloo bois que había conocido en línea. Carrillo estaba asignado a la Base de la Fuerza Aérea Travis en el norte de California y vio potencial en las protestas en curso de Black Lives Matter en Oakland. Una camioneta blanca sin placas en el centro de Oakland, a unas nueve cuadras de las protestas, produjo un tiroteo. Las balas de nueve milímetros atravesaron el puesto de guardia del juzgado. Dentro habían dos agentes de seguridad federales contratados. Uno era David Patrick Underwood, un hombre afroamericano de 53 años. Las balas de esa camioneta blanca mataron a Underwood e hirieron gravemente al otro oficial.

La autora señala que en una conferencia de prensa en Washington, el día después del tiroteo, el secretario interino Chad Wolf del Departamento de seguridad nacional calificó el tiroteo como un ataque a la comunidad policial. Los periodistas preguntaron si pudo haber sido obra de supremacistas blancos, pero Wolf dijo que era demasiado pronto para decirlo y sólo mencionó a Antifa. Se apunta que los comentarios de Wolf fueron un punto de origen para el pánico contra Antifa que luego comenzó a expandirse por todo el país. Por esa razón, Trump tuiteó que estaría clasificando a Antifa como un grupo terrorista.

No obstante, numerosos informes de 2019 afirmaron que la violencia de los terroristas locales de derecha era una amenaza: Christopher Wray, director del FBI, le dijo al Comité judicial del Senado que el FBI había arrestado recientemente a tantos terroristas nacionales como a terroristas extranjeros, y que la mayoría de los terroristas nacionales investigados eran supremacistas blancos.

Y en febrero de 2020 Wray mencionó que el FBI había colocado al “extremismo violento por motivos raciales” en el nivel más alto de amenaza y que los terroristas tipo lobo solitario eran una de las principales preocupaciones de la agencia. El año 2019 fue el más mortífero debido al extremismo violento doméstico desde 1995, el año del atentado de Oklahoma City.

Eric Ward, director ejecutivo del Western States Center, un grupo progresista sin fines de lucro de justicia social, ha estado investigando milicias y grupos nacionalistas blancos desde principios de la década de 1990, y dice que es común que los grupos extremistas se posicionen como una mano amiga para sus comunidades.

En abril de 2020 en Las Vegas, frente a un edificio gubernamental, un grupo de hombres miembros de un grupo de Facebook llamado Battle Born Igloo se reunió en persona en un mitin de reapertura. Stephen Parshall, de 35 años, y Andrew Lynam, de 23 años, hablaban de hacer planes para derrocar al gobierno de los Estados Unidos.

Durante una caminata a finales de abril de 2020 por el desierto con otros miembros de Battle Born Igloo, Parshall planteó un plan para destruir una estación de pago del Servicio de parques nacionales en el lago Mead con una bomba incendiaria. El objetivo tenía un significado más profundo: seis años antes, el ranchero Cliven Bundy pidió la destrucción de la estación de pago durante su enfrentamiento de abril de 2014 con los agentes de la Oficina federal de administración de tierras y el Servicio de parques nacionales. Por otra parte, Jerad y Amanda Miller, mataron a dos agentes de policía de Las Vegas mientras almorzaban y cubrieron con una esvástica sobre a una de las víctimas y colocaron una nota en la otra que decía: "Este es el comienzo de la revolución".

La noche del 30 de mayo de 2020, Lynam, Parshall y otro veterano militar, William Loomis, prepararon un arsenal de molotovs, fuegos artificiales, armas y municiones para llevarlos a una protesta de Black Lives Matter en el centro de Las Vegas. Pero antes de que pudieran llegar allí, fueron arrestados por el FBI. En junio de 2020, los tres hombres se declararon inocentes de los cargos estatales y federales que incluyen posesión de armas de fuego no registradas y conspiración para cometer un acto de terrorismo.

La autora también hace mención del canon de mártires de este tipo de milicias de derecha. Por ejemplo, la historia de Gordon Kahl, un veterano de la Segunda guerra mundial que se negó a pagar sus impuestos. Cuando la policía trató de entregarle una orden judicial en 1983, él y su hijo mataron a dos alguaciles estadounidenses, antes de que Kahl huyera durante cuatro meses y muriera en un tiroteo en Arkansas.

Luego, la autora retoma los eventos en Oakland y señala que después del tiroteo de finales de mayo de 2020 contra los oficiales, las autoridades tardaron ocho días en recibir un aviso sobre una camioneta blanca sin placas en California. A través de las ventanas se podían ver armas, municiones y suministros para fabricar bombas. Las autoridades rastrearon al dueño de la camioneta hasta una casa en Ben Lomond, a 20 minutos de Santa Cruz, la casa de Steven Carrillo.

En junio de 2020, un grupo de agentes del alguacil del condado de Santa Cruz se acercó a la propiedad y, mientras lo hacían, el sargento fue asesinado. Carrillo, sangrando por una herida en su pierna derecha, salió corriendo de la propiedad y siguió la carretera. Robó un auto, se alejó a toda velocidad y abandonó el coche minutos después. Después de forcejear, unos hombres sujetaron a Carrillo hasta que llegó la policía y lo esposaron. Más tarde, los investigadores descubrieron que la casa de Carrillo también estaba llena de explosivos improvisados. Carrillo se declaró inocente de los cargos federales y está detenido sin derecho a fianza. Antes de abandonar el auto, Carrillo escribió unos mensajes con la sangre de su herida: escribió stop the duopololy, una referencia al dominio de los partidos republicano y demócrata en el sistema político estadounidense, una fijación de muchos Boogaloo bois.

La autora concluye su texto mencionando que las acciones de Carrillo pueden ser interpretadas como un mensaje o manifiesto sobre el hecho de matar policías entendido como el primer movimiento de un nuevo tipo de guerra, una que puede haber comenzado en Internet, pero que ya está empezando a desarrollarse en la realidad.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Este artículo periodístico es muy interesante porque provee información sobre la interacción de nuevos grupos armados que son radicalizados en sitios web como 4chan y que generan comunidad por medio de la creación de diversos grupos de redes sociales como Facebook. Sus intervenciones aumentaron en el contexto de su pandemia y su protesta anti gubernamental y anti cubre bocas, coincidiendo con las protestas de Black Lives Matter.