Ines Eisele es una periodista y colaboradora de Deutsche Welle, estudiante de economía y miembro de stimmtdas.org un portal de verificación de datos no partidista y no comercial de Alemania.

El artículo narra las acciones llevadas a cabo por los simpatizantes del movimiento conspirativo QAnon en los últimos meses, mismos que se han presentado en las manifestaciones antipandemia en diferentes países, incluidos Londres en donde se mostraron con pancartas que ostentaban lemas como “Libertad, no miedo” y “Detén el tráfico de niños”, de esa manera se hace alusión a la teoría de conspiración.

Dicha teoría conspirativa incluye ideas como la existencia de “una élite internacional de pedófilos que secuestran y abusan de niños para extraerles un elixir rejuvenecedor de su sangre”. Entre los miembros de esta élite figura Hillary Clinton, quienes junto a otros personajes han desarrollado un Estado profundo, mismo que ejerce un control sobre la política estadounidense.

Dentro de esta teoría, la figura de Donald Trump representa la oposición a esta élite, por lo que ha sido tomado como un estandarte del movimiento QAnon, mismo que ha comenzado a fusionarse con otros, tales como los manifestantes antivacunas y aquellos que consideran a las restricciones de la pandemia una exageración y un medio de control por parte del gobierno, así como grupos de ultraderecha.

A pesar de que el movimiento QAnon surge en Estados Unidos este ha comenzado a romper fronteras trasladándose a otros países como Canadá, Australia y Alemania, en donde el movimiento se ha fusionado con otro grupo conspiracionista conocido como Reichsbürger.

Gran parte de la teoría conspirativa surgió en 2017 cuando un supuesto empleado del servicio secreto estadounidense comenzó a publicar “la leyenda de la conspiración en el foro de internet 4chan, bajo el seudónimo de Q, cuestión que se fortaleció con el desarrollo de otra teoría denominada Pizzagate, la cual afirma que hay una red de pornografía infantil funcionando a través de una pizzeria en Washington D.C., ideas que se difundieron por internet rápidamente.

De acuerdo con Guhl, QAnon funciona como “una especie de mito de la metaconspiración” que integra a otras cosas en sí mismo, en el caso alemán ésta puede ser la opinión de los “Ciudadanos del Reich o en Gran Bretaña los defensores del brexit, por lo que QAnon se ha ido alimentando de otras teorías y movimientos alrededor del mundo, cuestión que le ha permitido fortalecerse.

Del mismo modo, las acciones de los partidarios de QAnon no se quedan solo en portales de internet ya que han llegado a ejercer actos de violencia, tal como en Estados Unidos, en donde sus adeptos ya han llegado a cometer actos violentos, cuestión que ocasionó que el “FBI declarara a QAnon como una potencial amenaza terrorista”.

En Alemania, “el autor de un crimen de motivación racista en Hanau, plasmó un panfleto de su visión del mundo”, en donde hablaba de una élite secreta que controla a la población. Posteriormente, este hombre “disparó a nueve personas en dos cafés en Hanau, Hesse, luego mató a su madre y se suicidó”.

Por su parte, los adeptos de QAnon comienzan a hacerse presentes en las ”próximas elecciones estadounidenses como republicanos o como candidatos independientes al Congreso”. Del mismo modo, plataformas como Twitter y Facebook han cerrado miles de cuentas relacionadas con este movimiento conspiracionista, pero eso no ha obstaculizado su crecimiento.