El texto señala que el aumento del trabajo a distancia es la muestra más reciente de los avances tecnológicos de los últimos 30 años. Este desarrollo tecnológico ha contribuido a dar forma a dos características de la economía mundial: por un lado, el dominio de ciertas compañías que acaparan el know-how y la propiedad intelectual; por otro, una reducción de la participación de los salarios en el producto interno bruto de los países, sobre todo en Estados Unidos.

Nancy Rose del MIT, argumenta que la Covid-19 está generando una mayor concentración del mercado por la desaparición de pequeñas compañías. The Economist añade que también está la posibilidad de que el confinamiento acabe con las pequeñas compañías, mientras las compañías más grandes se benefician de la liquidez con la que los gobiernos han respaldado el mercado de capitales.

Se menciona el caso de las pequeñas compañías en Estados Unidos durante la pandemia de Covid-19 (Dato crucial 1). La quiebra de las pequeñas compañías se ha evitado por las ayudas gubernamentales. El programa de pagos de protección distribuyó un total de 5.2 millones de préstamos de 101 mil dólares. Los pequeños negocios que brindan servicios son los que corren mayor riesgo. Según un estudio de Alexander Bartik y otros autores de la Universidad de Illinois, los préstamos gubernamentales aumentaron entre 14% y 30% la posibilidad de supervivencia de las pequeñas firmas en abril de 2020.

Por otro lado, se exponen distintas perspectivas sobre el impacto de los cambios tecnológicos: Christy Johnson de la consultoría Artemis Connection, señala que la adaptación varía entre compañías, ya que las más grandes invierten una mayor parte de sus ventas en tecnologías de la información. Un estudio hecho por Ufuk Akcigit de la universidad de Chicago y Sina Ates de la Reserva Federal, argumenta que la caída del dinamismo y una menor presión hacia los líderes es consecuencia de la dificultad que tienen muchas compañías para emular las prácticas de los líderes en su ramo; John Van Reenen del MIT considera que el aumento de la importancia de la tecnología en la economía hará que crezca el valor de las inversiones de las grandes compañías y llevará a la existencia de una gran empresa ganadora.

Finalmente, se hace hincapié en que no sólo ha sido un buen año para las grandes compañías tecnológicas, sino para la tecnología en general al volverse indispensable para el éxito de las firmas. Por lo que entre más se digitalice un mercado, mayor será su tendencia a concentrarse en pocas firmas.