El texto menciona la demanda federal del Departamento de Justicia estadounidense contra Google, por el monopolio de su motor de búsquedas en Internet. El documento fue firmado por 11 estados el 20 de octubre de 2020, y otros estados están por abrir sus propios casos. También se menciona la presión contra Amazon, Facebook y Apple por permitir manipulación electoral, violar la privacidad y abusar de sus monopolios.

The Economist considera que la demanda es limitada, pues las acusaciones se acotan sólo a una parte de los negocios de la firma.

Por una parte se acusa a Google de minar la competencia al establecer contratos con los productores de teléfonos móviles (Dato crucial 1), lo que afecta a otros motores de búsqueda como Bing de Microsoft. 

Otros especialistas también crítican la demanda hacia Google: Mark Shmulik, de la firma de investigación Berstein comenta que los cargos son pequeños en comparación con las pruebas; Fiona Scott, de la Universidad de Yale matiza que la acusación sólo contempla búsquedas textuales y no sobre imágenes o video. La demanda tampoco se ocupa de la publicidad digital o el bloqueo a ciertas compañías en búsquedas especializadas.

Por otro lado, el texto comenta que el enfoque de Departamento de Justicia puede ser astuto aun en sus limitaciones, pues no acusa a Google de nada que no pueda comprobar. Google cuenta con menos de un tercio del mercado en publicidad digital, por lo que sería difícil comprobar una acusación en ese terreno. Lo mismo en cuanto a búsquedas especializadas, ya que se ve opacada por el dominio de Amazon.

Por ello, si la demanda "tiene pies" como señala un experto que apoya el proceso, Google tendría que modificar su comportamiento y pagar una multa millonaria.

Como conclusión el texto argumenta que el proceso contra Google podría modificar el comportamiento de otras compañías tecnológicas. También revitalizaría a las instituciones antimonopólicas estadounidenses. Y se rememora lo expresado por William Barr respecto al proceso: "Si dejamos que Google continúe con su camino anticompetitivo, podría suceder que los estadounidenses nunca obtengan los beneficios de 'la próxima Google'".