En plena catástrofe ambiental, ¡el Tren Maya va!

Cita: 

Ceceña, Ana Esther [2020], "En plena catástrofe ambiental, ¡el Tren Maya va!", Nexos, CDMX, 20 de julio, https://medioambiente.nexos.com.mx/?p=566

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Julio 20, 2020
Tema: 
Impactos ambientales, sociales y culturales del Proyecto de desarrollo integral Tren Maya.
Idea principal: 

Ana Ester Ceceña es coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y presidenta del Comité Directivo de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI).


El Proyecto de desarrollo integral Tren Maya contempla 1 525 Km de vías de tren rápido para pasajeros y un tren de carga (para transportar hidrocarburos, minerales y alimentos), abarca la península de Yucatán, y la zona de Tabasco-Campeche-Chiapas, atravesando la mayor reserva selvática de América del Norte que mantiene el segundo acuífero subterráneo del país y alberga alrededor de 900 cenotes, así como información incuantificable sobre la historia material y orgánica de la vida en el planeta.

El proyecto aspira a reordenar las actividades productivas, comerciales, y de movilidad de la región, orientándolas, principalmente, hacia el turismo de gran escala y la agroindustria. Ello a través de 18 polos de desarrollo, extendidos a lo largo de la vía. Se trata de un plan de urbanización regional que afectará las condiciones de vida de las poblaciones rurales o semirrurales, ya que, al ser atraídas a las ciudades con empleos precarios, irán rompiendo el vínculo con sus economías comunitarias y campesinas. Además, estos polos multiplicarán el impacto ambiental, pues los centros urbanos son los mayores emisores de contaminación.

Las actividades extractivas de gran impacto ambiental como las granjas porcícolas de Alfonso Romo, que contaminan y destruyen los cenotes aledaños y el humedal de Homún, o el turismo internacional en Cancún que además de ocasionar severos problemas ambientales, contrajo la especulación de tierras, la privatización de playas, y el aumento de desempleo y violencia; se consideran focos prometedores para el desarrollo regional.

Uno de los argumentos que ofrecen quienes impulsan este proyecto de desarrollo consiste en que la pobreza alienta la depredación del ecosistema. Sin embargo, está comprobado que no son las comunidades pobres las que causan mayores catástrofes ambientales, por ejemplo, los grupos menonitas talaron tres mil hectáreas para cultivar soja transgénica, los agroquímicos usados en las plantaciones contaminaron los acuíferos de Yucatán y la laguna de Bacalar.

El suelo de esta región es kárstico (calcáreo y poroso) quebradizo y de alta permeabilidad que no resistiría el peso de las urbanizaciones ni trenes de carga. La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que presentó FONATUR recomienda una “especial atención” para el diseño final de proyecto en la zona del anillo de cenotes de Chicxulub, recomienda contar con exhaustivos estudios geofísicos que precisen la existencia de cavernas subterráneas y con estudios de geología más detallados.

Ante la crisis global, es imperante la conservación de la selva lacandona que forma parte del complejo biológico tropical del continente, donde el tránsito de especies es fundamental para albergar especies endémicas que amplían la biodiversidad global. Sin embargo, las vías de un tren que atraviesan la selva generan un efecto de barrera por el ruido y la vibración que provoca un recogimiento de las especies, además del daño que causará el diésel quemado.

Tulum, Chichén Itzá, Calakmul, que el Tren Maya anuncia como atractivos turísticos, forman parte del patrimonio cultural de los pueblos indígenas. Este territorio fue habitado por los mayas entre los años 1000 a 800 antes de nuestra era.

Recientemente se encontró, en uno de los predios que atravesaría el proyectado tren, la construcción más grande del pueblo maya conocida hasta ahora: Aguada Fénix. Su construcción horizontal revela una forma organizativa igualitaria. En el territorio que comprende el tren maya y sus polos de desarrollo, el INAH ha detectado 7 274 puntos con vestigios arqueológicos que son reservorios de historia y cultura de los pueblos.

Destruir la riqueza cultural e histórica la biodiversidad y especial geomorfología de estos territorios en nombre del desarrollo constituye un atentado imperdonable e irreversible.

Datos cruciales: 

1- En la zona de Tabasco-Campeche-Chiapas se encuentran las cuencas petroleras del sur con 75.6% de reservas probadas y 92% del total de los petroquímicos básicos producidos en el país.

2- Actualmente hay 31 megaciudades en el planeta que ocupan menos de 0.5 % de la superficie terrestre y son responsables de 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y de 65 % del consumo global de energía.

3- En Calakmul se prevé que pase de 40 000 visitas que recibe actualmente al año, a tres millones de visitantes.

Trabajo de Fuentes: 

FONATUR [2020], “VI. Estrategias para la prevención y mitigación de impactos ambientales, acumulativos y residuales del Sistema Ambiental Regional”, Manifestación de Impacto Ambiental. FONATUR, CDMX, 11 de agosto, https://apps1.semarnat.gob.mx:8443/dgiraDocs/documentos/camp/estudios/20...

Colectivo GeoComunes [2020], “Corredor Interoceánico: proyecto clave para el capital industrial fósil. El reompecabezas energético en México”, América Latina en movimiento ALAI, 44 (547): 5-8, febrero-marzo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El Proyecto de desarrollo integral Tren Maya, propone expandir la visión moderna y capitalista de bienestar, llevando a los pueblos del sur el desarrollo. Frente a la destrucción ambiental, este proyecto significa un ataque contundente hacia uno de los grandes reservorios de biodiversidad, cultura e historia que aloja el país, pero también, conlleva una lógica de despojo hacia los pueblos que habitan esta región.