Yanis Varoufakis es un economista, escritor, bloguero, profesor y catedrático universitario greco-australiano que se desempeñó como Ministro de Finanzas de Grecia en 2015. Varoufakis ha trabajado en las universidades de Cambridge, Anglia del Este, Glasgow, Sidney y actualmente en la Universidad de Atenas. Desde 2018 es líder del Frente Europeo de Desobediencia Realista.

Vivimos en una época regida por lo que Yanis Varoufakis llama un “autoritarismo gemelo”, en donde la mayoría de la población enfrenta dificultades innecesarias y en donde el cambio climático es inevitable.

En un inicio, es importante mencionar que en el siglo XX, el establishment hizo frente a todo tipo de ideas progresistas que buscaban cambiar el mundo. Así, lo que hoy conocemos como el establishment liberal, utilizó a fascistas y déspotas locales para someter cualquier tipo de proyecto que desafiaba la autoridad y, al mismo tiempo, para establecer el estilo de vida occidental.

A partir de 2008, con el derrumbamiento del sistema financiero internacional, se dio la emergencia del nuevo enemigo del establishment liberal: el ascenso de la internacional nacionalista. Este nuevo adversario fue el resultado del descontento masivo por el manejo de la crisis financiera de 2008, en donde: 1) las oligarquías vieron un incremento en sus riquezas, y 2) se propiciaron movimientos progresistas que fueron subyugados por el establishment.

De esa forma, en palabras de Varoufakis, el mundo se encuentra en una contienda “entre diferentes partes del establishment autoritario”, una representada por una democracia liberal y otra por una democracia no-liberal. Ambos adversarios presentan diferencias políticas casi inexistentes, el conflicto reside en el aspecto cultural y personal; por ello, el establishment liberal y la internacional nacionalista son dependientes entre sí.

Para combatir al autoritarismo gemelo en que nos encontramos, es necesaria la creación de una Internacional Progresista: “Porque la falsa oposición entre las dos variantes del autoritarismo gemelo amenaza a la humanidad, ya que nos atrapa en una agenda de normalidad que destruye los proyectos de vida y desperdicia las oportunidades de poner fin al cambio climático”.

Una Internacional Progresista eficaz y bien organizada, serviría como un medio para la prevención de la opresión del autoritarismo gemelo. La creación de la Internacional debe realizarse de forma orgánica y democrática, en donde se tomen en cuenta la diversidad de ideas de sus participantes. El objetivo, es contar con una Internacional Progresista con un programa común y un plan de acción colectivo poco común.

Para que la Internacional Progresista tenga éxito, en primer lugar, se debe hacer uso de un internacionalismo progresista. Esto hace referencia a que, independientemente del lugar en donde estén, las fuerzas progresistas compartan un discurso y un programa que les permita alzar la voz alrededor del mundo enfatizando los mismo problemas y demandas. Asimismo, es necesaria la acción para respaldar el discurso; es decir, que se debe planificar para llevar a cabo acciones colectivas que marquen una diferencia.

Para que sea posible comenzar a crear y notar los cambios, es necesario que desde la Internacional Progresista se propongan ideas útiles y se sinteticen en un plan global, coherente y coordinado a nivel internacional. Ese plan podría llevar a la acción global, en donde con uso de una comunicación y planificación inteligente, así como de redes globales, personas de todo el planeta puedan ser parte de las acciones y campañas que se llevarán a cabo para hacer del mundo un lugar más libre y justo.

Es importante resaltar que la Internacional Progresista deberá integrar a sus planes globales un Green New Deal que sea común a todos los progresistas. Ese Green New Deal, se basa en la creación de un futuro sustentable en donde se utilicen energías renovables, en donde el consumo y la producción disminuyan, en donde se impongan límites al sistema capitalista.

Para que un Green New Deal pueda ser puesto en marcha, se necesita la creación, visualización y planificación de instituciones que coordinen el trabajo y distribuyan sus costos y beneficios entre el Norte y el Sur global. El establecimiento de organizaciones que se encarguen de velar por un futuro sustentable, manejaran cuestiones pertenecientes a la financiación, distribución, inversión de recursos, etc. Aún más importante, la instauración de organismos en un Green New Deal pueden brindar alternativas al sistema capitalista actual.

Basado en lo anterior, es posible afirmar que la Internacional Progresista, además de una agenda común y de un plan de acción colectivo, necesita una organización internacional. La creación de dicho organismo debe llevarse a cabo en una escala mundial y debe contar con una financiación colectiva. El fin, debe ser la implementación de un Green New Deal que nos encamine a lo que Yanis Varoufakis llama poscapitalismo.

La Internacional Progresista debe prever un futuro poscapitalista en conjunción con el Green New Deal. Ese futuro poscapitalista, significa que se debe imaginar y planificar un mundo que ha trascendido al mercado, a las finanzas, a la explotación laboral, a la extracción. Por lo anterior, Varoufakis plantea la idea del sistema de mercado socialista poscapitalista, en donde: “cuando están liberadas del poder corporativo, de la dignidad impuesta a los necesitados por parte del Estado de bienestar y de la tiranía de la contienda entre ganancias y salarios, las personas y comunidades pueden comenzar a desplegar sus talentos y creatividad”.