Outpost of Empire Base politics with Chinese characteristics

Cita: 

Pronk, Danny y Myrthe van der Graaf [2020], Outpost of Empire Base politics with Chinese characteristics, Clingendael Institute, abril, https://www.jstor.org/stable/resrep24651

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2020
Tema: 
El establecimiento de bases militares chinas como estrategia para acrecentar su poder en el escenario internacional
Idea principal: 

Danny Pronk es uno de los candidatos al Doctorado dual en el Centro de Doctorado de la Universidad de Leiden de la Haya, su trabajo de tesis se denomina “Un buen vuelo requiere una buena sesión informativa. Inteligencia y seguridad en apoyo de operaciones aéreas.”

Myrthe Van der Graaf es una estudiante de maestría de la Universidad de Leiden, cuya tesis recibe el nombre de The relative universality of the right to respect for family life, misma que fue presentada ante la universidad en 2019.


En 2020, el enfoque de defensa chino cambió debido a que se estableció la primera base militar china en el extranjero, ubicada en Djibouti. Este suceso demuestra un cambio en la política exterior y de seguridad china e indica un enfoque cada vez más flexible al principio de no intervención.

La base china ubicada en Djibouti no sólo demuestra la presencia de este país asiático en “África y en la región del Océano Índico, sino también su posición como titular de la iniciativa Belt and Road, asimismo la red de infraestructura desarrollada bajo el BRI ilustra las ambiciones de seguridad de China de proteger su comercio global y vías de comunicación”.

La situación anterior responde en gran medida al avance que China ha tenido en los últimos años en materia marítima, comenzando a perfilarse como una potencia mundial en dicha área, cuestión que ha “devenido en la edificación de puertos e infraestructuras de doble uso en estados estratégicos del litoral a lo largo del Océano Índico”.

China se ha enfocado en el desarrollo y fortalecimiento de su economía y presencia política y militar en el escenario internacional, situación que se visibilizó con el establecimiento de la base militar de Djibouti, “lo que significa un cambio total a las políticas anteriores de dicho país, en donde tal país asiático ha comenzado a inclinarse a una política más flexible a su principio tradicional de no interferencia debido a la expansión de sus intereses en el extranjero”.

El ingreso de China a África representa la inevitable injerencia de dicho país asiático en los problemas regionales del continente africano, situación ante la que China planea enfrentarse y combatir militarmente las amenazas que se ubican en el continente, como “piratería, terrorismo y guerra civil”.

El despliegue militar de China en África ya ha acontecido en el pasado, ejemplo de ello es el despliegue de la “Armada del Ejército Popular de Liberación de China, cuyos objetivos se centraban en el combate a la piratería en la Costa de Somalia en el Golfo de Adén”. Por su parte, China ha catalogado a la base militar de Djibouti como un “centro de logística y de apoyo para ayudar a mejorar las capacidades de China en sus misiones en el extranjero, proporcionando descanso y recuperación de las tropas chinas así como la reparación y mantenimiento de embarcaciones”.

En la realidad, la base militar de Djibouti va mucho más allá de ser un centro logístico. Por el contrario, su establecimiento indica el posicionamiento geopolítico de China dentro de África. China también pretende lograr una conexión entre los mercados de Asia, África, Oriente Medio y Europa mediante la construcción de una red de Infraestructura Intercontinental. Del mismo modo, la base militar representa la permanencia de China en el comercio internacional.

El establecimiento de una base militar china en Djibouti se debe a la estrecha relación que se está gestando entre ambos países, principalmente desde el año 2009 a través de la implementación de proyectos en dicho Estado africano financiados por China, así como el apoyo que recibió por este país asiático por parte de los mandatarios de Djibouti para establecer la base militar en su territorio.

Las relaciones entre ambos países se centran en la obtención de beneficios mutuos. Mientras Djibouti planea expandir su comercio internacional, China busca fortalecer su presencia en la región y obtener beneficios derivados de esto. Del mismo modo, Djibouti se caracteriza por ser un sitio en el que se han establecido diversas bases militares, incluidas las de Francia, Alemania, Italia, Japón, España y Estados Unidos. El principal interés de diversas naciones en este país radica en su estabilidad, comparable a la de otros países africanos.

Entre las actividades que se llevan a cabo dentro de esta base militar china se encuentran “el contrarresto de piratería, recopilación de inteligencia, operaciones de evacuación de ciudadanos chinos de regiones en conflicto, mantenimiento de la paz y operaciones antiterroristas”, de igual forma en el ámbito económico esta base representa el inicio de la ruta de la seda marítima del siglo XXI.

La consolidación de la ruta de la seda marítima requiere del establecimiento de una amplia infraestructura, tal como puertos en sitios litorales estratégicos. El desarrollo de esta ruta ya ha generado el desarrollo de diversas teorías que postulan que “China construirá una cadena de puertos comerciales para proteger sus intereses marítimos y rodear a India, esta teoría ha sido denominada como la Cadena de Perlas”.

Sin duda, las acciones de China en África reflejan sus fuertes intenciones de posicionarse como una potencia mundial e incrementar su área de influencia en el mundo. Hecho que va de la mano con lo que el mandatario de dicho país, Xi Jinping ha denominado “sueño chino” que busca “restaurar la grandeza en la que China se encontraba en dinastías pasadas”, y con ello sacar a este país asiático de la época de derrota en la que se encontraba desde la Primera Guerra del Opio. Otro objetivo es el fortalecimiento del ejército chino.

El último libro blanco de Defensa de China explica tres amplios objetivos estratégicos: la puerta en marcha de información, modernización y transformación de China en “una fuerza de clase mundial”. Asimismo, las acciones de tal país se centran en la obtención de un beneficio mutuo con los otros Estados con los que llegue a entablar relaciones más cercanas, y con ello promover la paz mundial y la estabilidad.

Este discurso demuestra el ejercicio de un poder blando por parte de tal país que a si vez va encaminado a la consolidación de un poder duro posteriormente, cuestión que se ha mostrado a través de acciones como su expansión militar global, y su compromiso militar del Sur de China a África Oriental.

China amoldó sus acciones a la “Política de la base de la Segunda Guerra Mundial, definida como la interacción entre naciones base y naciones anfitrionas en asuntos relacionados con la operación de militares locales e instalación de infraestructura en naciones anfitrionas”. Las instalaciones pueden llevarse a cabo de diferentes maneras ya sea desde un ámbito administrativo, de comunicaciones, logística, o desarrollo de infraestructura como puertos navales y aeródromos, con la finalidad de obtener un control geopolítico de la zona, control comercial y consolidación de alianzas.

El inicio de este modelo de establecimiento de bases militares en países extranjeros es un remanente directo de la Segunda Guerra Mundial, periodo en el que países como Estados Unidos optaron por desarrollar bases militares en territorios extranjeros como medida para “neutralizar las amenazas a la seguridad mientras expande su presencia global”.

China busca objetivos muy concretos y parecidos a los de Estados Unidos con el establecimiento de bases militares extranjeras, mismos que se centran en la respuesta a amenazas, reforzamiento de alianzas, desarrollo de un poderoso sistema militar y protección de su comercio.

A pesar de inspirarse en Estados Unidos al establecer bases militares en el extranjero, la fórmula de China es mucho más rentable ya que se basa en “acuerdos de arrendamiento con los estados anfitriones, asimismo este sistema implica instalaciones de uso doble, público y privado que se pueden convertir fácilmente en instalaciones militares cuando sea necesario”.

Con el desarrollo de infraestructura en territorios externos, China justifica su despliegue militar en las zonas como un medio de protección para sus inversiones e intereses y no como una imposición. No obstante, Djibouti se presenta como un sitio estratégico entre la creciente lucha entre China y Estados Unidos, por lo que es lógico que ambos países estén buscando incrementar sus áreas de poder.

A pesar de que en más de una ocasión los mandatarios chinos han afirmado que no están buscando la hegemonía, la rivalidad entre ambas naciones se hace más visible por lo que “la Unión Europea debe realizar un acto de equilibrio en que reafirme a Estados Unidos como aliado al mismo tiempo en que asegura una relación comercial creciente con China”.

Por su parte, la base de Djibouti solo es una de las primeras, ya que China planea continuar desarrollando este tipo de infraestructura. Así, China busca acrecentar su poder dentro del concierto internacional, a pesar de que en el discurso niegue rotundamente querer posicionarse como una hegemonía.

Datos cruciales: 

1.-Con aproximadamente 800 bases militares estadounidenses en más de 70 países, el gasto en defensa de Estados Unidos supera el de cualquier otra nación.

2.-Con una sola base militar versus 800 de Estados Unidos, China no está ni cerca de la magnitud de las bases estadounidenses en números o influencia, sin embargo, está trabajando para superar al poder estadounidense en un futuro.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El desarrollo y establecimiento de bases militares chinas en territorio extranjero es una prueba del crecimiento de la búsqueda de este país en consolidarse como una hegemonía, situación que se liga con las disputas políticas y económicas que mantiene con Estados Unidos, lo que se traduce en una disputa hegemónica entre las mismas.