El estado de la justicia fiscal. 2020: La justicia fiscal en tiempos de la COVID-19

Cita: 

Tax Justice Network, Internacional de Servicios Públicos y Global Alliance for Tax Justice [2020], El estado de la justicia fiscal. 2020: La justicia fiscal en tiempos de la COVID-19, noviembre, https://www.globaltaxjustice.org/sites/default/files/The_State_of_Tax_Ju...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2020
Tema: 
Abuso fiscal internacional corporativo y privado
Idea principal: 

Global Alliance for Tax Justice es un movimiento que exige transparencia, supervisión democrática y redistribución de la riqueza en los sistemas fiscales nacionales y mundiales. En él convergen diversas organizaciones civiles y activistas articuladas en redes regionales (Asia, África, América Latina, América del Norte y Europa).

Public Services International es una federación sindical mundial que aglutina a más de 200 sindicatos y representa a 30 millones de trabajadores; defiende los derechos sindicales y lucha por el acceso universal de los servicios públicos de calidad.

Tax Justice Network es una red internacional de activistas y académicos que combaten las injusticias provocadas por el actual sistema fiscal; trabajan dotando a la ciudadanía y los gobiernos de información y herramientas para reprogramar los sistemas fiscales de modo que funcione para todos.


Introducción

Este informe presenta estimaciones exhaustivas de la cantidad de impuestos no retribuidos por el abuso fiscal internacional corporativo y privado. Para 2020 se contabilizaron más de 427 mil millones de dólares, en pérdidas directas por abuso fiscal a nivel mundial. De los cuales 245 mil millones se perdieron a causa de la transferencia de ganancias de empresas transnacionales a paraísos fiscales ocultando las ganancias obtenidas en los países que operan. Los otros 182 mil millones de dólares se perdieron porque multimillonarios ocultaron activos e ingresos no declarados en el extranjero.

Los autores consideran que las pérdidas indirectas son efectos secundarios de las pérdidas directas, causados por el desesperado intento de los gobiernos de atraer inversión bajo la estrategia de “competencia fiscal”, disminuyendo la recaudación de impuestos. Por tal motivo este informe sólo presenta las pérdidas directas.

La información presentada proviene de los informes mundiales de la OCDE, en donde se desglosa por país las ganancias y pagos de impuestos de las empresas y corporaciones multinacionales, permitiendo localizar jurisdicciones cuyos sistemas fiscales y financieros alojan más defraudadores fiscales. La OCDE cuenta con los datos precisos de las empresas infractoras, sin embargo, ha decidido no publicar la identidad de los defraudadores fiscales.

El presente informe retoma la clasificación del Banco Mundial para los países según su PIB, a saber: a) países con ingresos más altos (ingresos altos y medio-altos) y b) países con ingresos más bajos (bajos y medio-bajos).

Casi todas las personas en el mundo asumen los costos de estas pérdidas mediante servicios públicos deficientes, elevadas tasas de mortalidad, creciente desigualdad, gobiernos y administraciones públicas corruptas.

Retomar el control de un sistema programado para priorizar a los más ricos

La Covid-19 revela los costos de un sistema fiscal internacional programado por gobiernos bajo influencia de grandes corporaciones y multimillonarios para dificultar la recaudación de impuestos sobre sus ganancias, ingresos y riqueza, a costa de los intereses y necesidades de la ciudadanía. Los recortes de impuestos corporativos, la desregulación y las reformas tributarias paralizadas, registradas en las últimas décadas, han desgastado los recursos estatales para servicios públicos en todo el mundo.

Las mujeres y las niñas son las más afectadas por estas pérdidas. Por ejemplo, cuando se hacen recortes presupuestarios para la educación suelen ser mayoritariamente niñas las que quedan excluidas de las escuelas; cuando no se cuentan con fondos para los servicios sanitarios son las mujeres y las niñas quienes se encargan de cuidar de sus familiares enfermos; cuando se tienen menos recursos para fortalecer el estado de derecho, son los derechos de las mujeres y las niñas los que se muestran más vulnerados y desprotegidos. Aunado a ello, cabe resaltar todos los trabajos realizados por mujeres y niñas que no se contabilizan dentro de los costos de producción y que permiten que otros generen riqueza, como son los trabajos domésticos y de cuidados.

La carencia de métodos efectivos para establecer impuestos directos (sobre la renta, los beneficios, las ganancias patrimoniales y los activos) a las corporaciones multinacionales y personas multimillonarias tiene tres efectos nocivos sobre las personas, los mercados y los estados: a) interfiere en la capacidad de la ciudadanía, a través de su gobierno, de retener en su territorio una cantidad del valor que produce mediante su trabajo; b) sitúa a las empresas locales en una desventaja competitiva, limitando su desarrollo e innovación; c) incrementa las desigualdades entre países ubicando a los países con ingresos más bajos en una desventaja sistémica.

Reprogramar los sistemas fiscales en tiempos de Covid-19

Quizá la peor deficiencia del sistema fiscal mundial es la ausencia de normas precisas y colaborativas a nivel mundial que regulen la tributación directa sobre las corporaciones transnacionales y sobre los activos personales y fuentes de ingreso ubicados en el extranjero. Por ello es necesaria una reprogramación integral del sistema fiscal mundial bajo tres principios básicos: primero, la recaudación progresiva de ingresos fiscales; segundo, los ingresos fiscales deben recaudarse en el lugar donde reside la actividad económica; tercero, quienes resulten más beneficiados de la contingencia sanitaria (como Amazon) deben hacer retribuciones adicionales.

Tomemos ahora medidas prácticas que nos acerque a soluciones a largo plazo

Las normas fiscales internacionales para las corporaciones internacionales se basan en el “principio de plena competencia”, introducido a principios de la década de 1920, que favorece la maximización de las ganancias de las corporaciones. Se han realizado importantes esfuerzos para modificar esta normativa y trabajar sobre un sistema fiscal internacional más justo. El G24, por ejemplo, ha impulsado la tributación unitaria. Se trata de una distribución de los beneficios económicos obtenidos por las empresas transnacionales, de manera proporcional a la cantidad de actividad económica real, entre los países donde opera. Países como Francia y Estados Unidos han rechazado la propuesta, en 2020.

Este informe considera indispensable la tributación unitaria para construir un sistema fiscal más justo. No obstante, dadas las premuras que impone la crisis sanitaria mundial, se propone para el momento inmediato un impuesto sobre los beneficios excesivos, introducido unilateralmente sobre las ganancias globales.

Una segunda medida, propuesta en este informe es la publicación de los defraudadores fiscales, de los lugares donde registran y transfieren sus beneficios. A fin de consolidar una rendición de cuentas significativa hacia las empresas y los gobiernos. En tercer lugar, se tienen que gravar impuestos sobre las actividades personales extraterritoriales y otros ingresos asociados. Por último, se deben encaminar esfuerzos para, en un largo plazo, poder gravar impuestos sobre la riqueza y ganancias patrimoniales de activos extraterritoriales, mientras tanto, es urgente introducir el impuesto sobre la riqueza.

Conclusiones

La conformación de una justicia fiscal global exige a las soberanías nacionales contar con instituciones tributarias nacionales sólidas, que puedan hacer cumplir las leyes a las empresas. Así como, la necesidad de una gobernanza mundial a manera de una “convención fiscal de la ONU”. Se trata de un foro global representativo y democrático, que establezca normas multilaterales para la tributación corporativa bajo una cooperación fiscal entre gobiernos, con mecanismos encaminados a lograr una transparencia fiscal integral.

El portal de datos asociado a este informe es: https://www.taxjustice.net/

Datos cruciales: 

1. A nivel mundial cada año se pierden más de 427 millones de dólares de impuestos no retribuidos, que representan 9.2% del presupuesto sanitario.

2. Del monto anterior, 245 millones de dólares se pierden por abuso fiscal corporativo, mediante la transferencia de las ganancias corporativas a paraísos fiscales. La cantidad restante (182 millones de dólares) se pierden por evasión fiscal privada.

3. Las pérdidas fiscales anuales para los países de ingresos más altos suman 382.7 mil millones de dólares, y para los países de ingresos más bajos representan 45 mil millones de dólares.

4. Las pérdidas fiscales debido al abuso fiscal corporativo representan 5.5% de los impuestos recaudados por países de ingresos más bajos, mientras que para los países de ingresos más altos representa 2.5%.

5. Las pérdidas fiscales por evasión fiscal privada representan 1.2% de los impuestos recaudados por países de ingresos más altos, mientras que para los países de ingresos más bajos representa 0.3%.

6. 98% de la pérdida fiscal mundial corresponde a los impuestos no recaudados por los países con ingresos más altos.

7. 37.4% de las pérdidas fiscales mundiales son autorizadas por Reino Unido.

8. 55.4% del abuso fiscal corporativo a nivel mundial es autorizado por el “eje de la evasión fiscal” (Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo y Suiza).

9. Los países que más pierden impuestos son: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Brasil.

10. Los países que más contribuyen a las pérdidas fiscales son: Islas Canarias, Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo y Estados Unidos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El informe presenta el nivel de control e inmunidad fiscal que tienen las corporaciones transnacionales; control que desafía no sólo a las soberanías nacionales sino también a la gobernanza mundial. Por otra parte, resalta el papel que han tenido los estados (principalmente los que cuentan con mayores ingresos) en la carente regulación fiscal internacional para estas grandes empresas.