Prólogo. Eco-feminismo(s), Geo-hidrografías, Producción y Lucha por los comunes. Alternativas (para re-existir) al Desarrollo (desde Abya/Yala) en un mundo en crisis

Cita: 

Toro Pérez, Catalina [2020], "Prólogo. Eco-feminismo(s), Geo-hidrografías, Producción y Lucha por los comunes. Alternativas (para re-existir) al Desarrollo (desde Abya/Yala) en un mundo en crisis", Denisse Roca-Servat y Jenny Perdomo-Sánchez (compiladoras), La lucha por los comunes y las alternativas al desarrollo frente al extractivismo: miradas desde las ecología(s) política(s) latinoamericanas, Buenos Aires, CLACSO.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2020
Tema: 
Luchas en defensa de los bienes comunes y construcción de alternativas emancipatorias en ABYA YALA
Idea principal: 

Catalina Toro Pérez; profesora del Departamento de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Colombia e integrante del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).


La Lucha por los comunes y las alternativas al desarrollo frente al extractivismo: miradas desde las ecología(s) política(s) latinoamericanas es una propuesta del diálogo e intercambio permanente entre academia y comunidades en torno a la Ecología Política. Por un lado, se retoma a la Ecología Política como un pensamiento internacional que a la vez tiene características particulares en Abya Yala; también se plantea que la Ecología Política es “campo de análisis crítico y de enunciados plurales, constituido a partir de las luchas y las resistencias de muy diversos movimientos que protagonizan conflictos socio-ambientales” en diversas geografías.

A partir del encuentro Ecología(s) política(s) desde Sur/Abya Yala que se llevó a cabo en noviembre de 2018 en Medellín, se propone partir de un análisis crítico, profundizar en la lucha por los comunes y construir alternativas de manera conjunta con comunidades campesinas e indígenas, que son quienes han realizado aportes a la comprensión de las economías extractivas y son ejemplo de lucha y resistencia. Además, se busca reconocer a colectivos, movimientos y asociaciones de mujeres y exhortar a crear alternativas frente “al modelo de desarrollo capitalista, extractivista y patriarcal desde Abya Yala”.

Ecofeminismo(s), luchas y producción de lo común desde los tejidos comunitarios

El libro se divide en tres partes. La primera, que se dedica al estudio de la producción de comunes, inicia con el capítulo escrito por Raquel Gutiérrez Aguilar –profesora e investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP)– y Sandra Rátiva Gaona –doctorante del Posgrado de Sociología de la BUAP–, quienes contribuyen al debate sobre la producción de lo común a partir de la experiencia de Bolivia, México, Guatemala, Perú, Chile y Colombia. Por un lado, destacan la importancia de “la fuerza y la capacidad colectiva de producción de riqueza material y las decisiones políticas que emergen de variadas formas asociativas fundadas en la producción de la vida”. Por otro lado, analizan la “expropiación de capacidades económicas y políticas de los movimientos sociales durante el ciclo progresista, gestadas en luchas anteriores y cuyos dispositivos han entrado en crisis”. Es decir, proponen abordar los casos de resistencia y lucha en Abya Yala visibilizando lo que y a quienes se ha negado u ocultado. Además, buscan destacar la importancia de la fuerza colectiva en la producción de lo común, que también es una producción de la vida misma.

En este sentido, los diálogos entre Raquel Gutiérrez, Mina Lorena Navarro y Silvia Federici, pero también Gloria Patricia Zuluaga Sánchez y Ana Patricia Noguera de Echeverri dirigen la discusión a la lucha y resistencias de las mujeres, que históricamente han sostenido “la vida colectiva, humana y no humana, desafiando la herencia moderna, colonial y patriarcal del capitalismo y al mismo tiempo, expandiendo la compresión de la lucha de clases”.

El libro busca exponer "el doble movimiento contradictorio" de cómo el capitalismo ha absorbido los territorios, ha impedido la reproducción de las colectividades tanto de manera material como simbólica y paralelo a ello, cómo estas han desarrollado esfuerzos por re-existir.

En el capítulo de Carlos Walter Porto Gonçalves, geógrafo brasileño, se hacen aproximaciones sobre la lucha campesina por la defensa del agua. Esta lucha es una “reivindicación para la producción y la reproducción de la vida” y se presenta como una “cuestión epistémica y política”. Porto Gonçalves compara la relación agua y vida con la relación sociedad-naturaleza pues ambas permitiren gestar una nueva geografía de la naturaleza y sus derechos. Como en el resto de conflictos ambientales, son las y los campesinos, pueblos, comunidades diversas y mujeres quienes han sido las y los más perjudicados. Sin embargo, también son quienes resisten en los diversos escenarios de lucha.

Es importante reconocer que no solo hay una forma de (re)producción, sino que las hay muy diversas. Por ejemplo, Marcela Cely-Santos, científica interdisciplinaria con experiencia en biología y experiencia en investigación en geografía humana, propone abordar los bienes comunes desde la relación humana con las abejas, pues ella considera fundamental la construcción de prácticas “que fomenten la perpetuación de la vida en coexistencia”.

El capítulo siguiente se centra en las comunidades negras del Pacífico colombiano de Bahía Málaga, en el que Denisse Roca-Servat, profesora de la Universidad Pontificia Bolivariana y Victoria Cifuentes, escriben sobre el vasto conocimiento acuático de las comunidades negras, resaltando la profunda relación entre seres humanos y no humanos, pero también ser humano y territorio y lo que se denomina como cultura “anfibia”, que no es más que la integración y articulación de “formas de adaptación con el entorno acuático, tejiendo sentidos, trayectorias, espacios y modos de producción”.

Por otro lado, en un capítulo consecutivo, Viviana González describe el proceso jurídico para conseguir que se reconozca al río Atrato como sujeto de derechos y como elemento y escenario del que dependen prácticas sociales, políticas, domésticas de comunidades afrodescendientes, indígenas y mestizas. Es decir, el río “trasciende su importancia como recurso humano para configurarse como bien común”.

Para finalizar con la primera parte del libro, Andrés García Sánchez hace un acercamiento a las movilizaciones sociales de las comunidades étnicas y campesinas cercanas a los ríos Atrato y Cauca, en Colombia, que han sido afectadas por el conflicto armado y el despojo. Es importante resaltar que este es otro caso en el que el río cumple con un papel determinante para las comunidades que le rodean.

Cada capítulo de la parte I defiende la idea de los “bienes comunes” como aquello que más allá de ser protegidos por leyes, son producidos a través de “relaciones sociales, prácticas organizativas, vínculos y afectos”. Al mismo tiempo, se presenta a los entramados comunitarios y a la producción de lo común como alternativas ante el modelo de desarrollo extractivo-patriarcal.

Lo alternativo en Abya/Yala: buscando alternativas desde las luchas por lo común en un mundo en crisis

¿Existen alternativas al desarrollo?

Considerando la crisis ambiental, política y social que estamos enfrentando, podríamos pensar que no hay alternativa ni posibilidades de otro mundo. Sin embargo, desde América Latina se han realizado varias críticas en las que se ha puesto en tela de juicio que el modelo de desarrollo actual sea la única forma de (re)producción y se han encarado las supuestas alternativas “verdes” implementadas por las mismas instituciones responsables de la crisis ambiental y sus múltiples efectos en las comunidades.

Como respuesta a los conflictos sociales que, a la vez son consecuencia de la crisis ambiental, los gobiernos han recurrido al militarismo como medida de seguridad y control social; lejos de mejorar las condiciones ambientales y sociales, esto las ha agravado aún más. Como consecuencia del cambio climático y la violencia provocada por el militarismo, el flujo migratorio ha aumentado de manera considerable; ante el mayor flujo migratorio, las respuestas han sido políticas más severas, muros fronterizos y vigilancia extrema por parte de los países receptores. También el aumento del conservadurismo que amenaza los derechos de las mujeres, comunidad LGTB, derechos indígenas y de la naturaleza.

La segunda parte del libro se dedica al análisis del extractivismo y el desarrollo. Jenni Carolina Perdomo Sánchez, investigadora en el Grupo de Estudios del Territorio, Instituto de Estudios Regionales en Colombia, profundiza en la manera en que el Estado junto con las corporaciones crean políticas que benefician a las actividades extractivas y en cómo poco a poco de desdibuja la “delgada línea que separa los gobiernos, la política y las empresas”.

Desde finales del siglo XX han surgido movimientos sociales que, ante tales políticas, manifiestan su desacuerdo y se proclaman a favor de la defensa del territorio, del agua y de la vida. Es a partir de ello que autores como David Gerardo López Martínez analizan los "conflictos socio-ambientales derivados del extractivismo”. En el capítulo que se le destina, aborda el caso de la Corte Constitucional Colombiana (CCC) y muestra cómo la importancia de su participación, pues de ella depende que las actividades extractivistas procedan o no; el autor del capítulo subraya "la necesidad de que la jurisprudencia se inspire en la propuesta de 'Epistemologías del Sur'".

Renata Moreno Quintero, centra su investigación en la importancia de “buscar alternativas más allá de esta civilización moldeada por la modernidad capitalista” que está centrada en el desarrollo económico y la urbanización sin contemplar las consecuencias que puedan tener en la naturaleza y cuyo objetivo es fomentar una hiperindividualización, así como tener un mayor control y orden social y económico.

En ese mismo sentido, autores como Jeimy Aria, Juan David Arias-Henao, María Botero-Mesa, Alejandro Camargo, Kathryn Furlong, Camina Patiño Sánchez, Yésica Pérez, Elizabeth Restrepo Gutiérrez y Denisse Roca-Servat realizan una interpretación sobre el orden de las ciudades y cómo este se desenvuelve en torno al agua. Incluyen elementos como la centralización y descentralización, qué se entiende por público y privado, modernidad y desarrollo, pero también profundizan en la organización y lucha por el agua en centros urbanos.

En la tercera parte del libro, se estudian las alternativas al desarrollo. En los capítulos que la conforman se enfatiza la existencia de otros saberes y de otras formas de relaciones sociales y con el entorno no humano: "Diversos movimientos sociales en defensa del territorio, el agua, el entorno, la vida local, no solo manifiestan una oposición al desarrollo y las políticas económicas extractivistas contemporáneas, sino también evidencian la presencia de otros saberes, formas diversas de relacionamiento con el entorno y, por ende, de otras ontologías".

Las alternativas al desarrollo han cobrado importancia en los últimos años pues son una representación de todas y todos aquellos que han sido invisibilizados y/o negados por mucho tiempo bajo el modo de producción capitalista. La autora afirma que las alternativas al desarrollo se presentan como un pluriverso de opciones.

Esta última categoría la retoma el escritor colombiano Cristian Romero para referirse a aquellas “utopías para pensar mundos distintos” y reconoce que “si somos capaces de crear, seremos capaces de resistir”. Se subraya la importancia de entender la resistencia al mismo tiempo como un ejercicio de cuestionamiento y como capacidad de propuesta. Esta postura se retoma también desde el Ecofeminismo que, según Gloria Patricia Zuluaga Sánchez, es una alternativa al sistema capitalista y patriarcal, sistema que “precariza las condiciones de vida, lo que deriva en una crisis de la relación Sociedad-Naturaleza”.

Para Ana Patricia Noguera Echeverri, las alternativas al desarrollo atraviesan por un "metodoestesis", es decir, un camino en el que está involucrada la política y la poesía. Pues “reconocer los pluriversos o diferentes sentidos de la vida permitirá repensar el reencantamiento del mundo en donde lo sensible, la vida sensible, el sentir y los sentidos permiten nuevas formas de creación e imaginación de mundos posibles”.

La organización de comunidades surge como críticas a las economías extractivas, demanda de lo urgente que resulta construir distintas formas de relacionarse con el entorno y se muestra como la formulación de alternativas. A partir de relaciones horizontales en la sociedad, “permiten desde una pequeña fracción territorial, pensar, debatir y volver un espacio de reserva en uno político, de acción y reflexión” mencionan Camila Andrea Montoya Rodríguez y Germán Darío Valencia Agudelo, quienes destacan la importancia de la autogestión desde las comunidades organizadas.

En un capítulo posterior, Leticia Saldi, aborda el tema de las mineras en la provincia de Mendoza. La autora hace un reconocimiento a las propuestas alternas que están basadas en espacio-tiempo de la comunidad y destaca la importancia de la identidad en la lucha por lo común.

Yamid González Díaz, rescata la importancia del ordenamiento territorial en el caso del Cinturón Occidental Ambiental en Colombia, en el cual están involucradas comunidades campesinas, indígenas, sociales y ambientales y cómo se han denominado Territorios Sagrados para la Vida en donde buscan “continuar construyendo autónomamente un ORDEN alternativo del territorio”. Por otra parte, según Andrés Felipe Jiménez Gómez, María Alejandra Villada Ríos y Omar Andrés Osorio García el Movimiento Social por la Vida y la Defensa del Territorio del Oriente Antioqueño (MOVETE) respalda las propuestas de “producción de lo común en la defensa de la vida” y la autonomía, considerando la importancia de todas las “dimensiones socioculturales y comunitarias que se tejen en estos procesos de cuidado y defensa”.

Es importante rescatar que cada "caso alternativo" es una crítica y una forma de hacer frente al modelo de desarrollo extractivista y a las maneras en que éste se apropia y modifica el espacio. Además, cada caso alternativo "expresa la necesidad de establecer distintas formas de relacionamiento con el entorno, lo que propicia un diálogo de saberes, así como una presencia de alternativas locales que, a partir de casos concretos, van sustentando y conformando otras formas de relacionamiento entre humanos y no humanos".

El libro La Lucha por los comunes y las alternativas al desarrollo frente al extractivismo: miradas desde las ecología(s) política(s) latinoamericanas incita a cuestionar de manera colectiva, a construir desde una perspectiva crítica y a partir de la compartición de experiencias y sentipensares considerando las diversas y complejas relaciones entre “capital, clase, raza, colonialidad, género y naturaleza, ya que son precisamente sus tejidos, enredos e interdependencias históricas los que configuran las bases civilizatorias del sistema que enfrentamos”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Resulta enriquecedor abrir el diálogo con las comunidades, pueblos, sujetas y sujetos que están en lucha y resistencia por los bienes comunes pues implica debatir, cuestionar y reflexionar sobre el quehacer propio y colectivo. Además, es un reconocimiento del trabajo que las comunidades han hecho durante décadas y un llamado de atención para cuestionarlo todo, incluso a nosotras y nosotros mismos, no sólo en lo ideológico, sino en lo práctico, sobre todo cuando tenemos influencia directa en la toma de decisiones.

Es importante rescatar la necesidad de trabajar de manera colectiva en la creación de alternativas de producción, consumo y alternativas al desarrollo.