Precariat unite! The gig economy challenges China's state-run labour unions

Cita: 

The Economist [2021], "Precariat unite! The gig economy challenges China's state-run labour unions", The Economist, London, 30 de enero, https://www.economist.com/china/2021/01/27/the-gig-economy-challenges-ch...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Enero 30, 2021
Tema: 
Creación de sindicatos en respuesta a la precariedad laboral en la "gig economy" en China
Idea principal: 

El 11 de enero de 2021, Liu Jun, repartidor de alimentos se prendió fuego tras protestar contra Ele.me, una plataforma de servicio de entrega de alimentos en línea, quien supuestamente le debía dinero. Tras el escándalo, la plataforma informó que está cubriendo lo gastos médicos de las fuertes quemaduras que Liu sufrió y que investiga el caso.

Tales quejas son frecuentes entre las y los trabajadores de la "gig economy" –es decir, aquellos mercados laborales en los que trabajadores independientes reciben pagos por trabajos o tareas a corto plazo– en China. Según China Labor Bulletin, una organización no gubernamental que promueve y defiende los derechos laborales, en 2019 se registraron 142 protestas de repartidores, conductores vía aplicación y trabajadores con ocupaciones similares.

La respuesta por parte del gobierno de Xi Jinping ha consistido en incitar a que las y los trabajadores se afilien a sindicatos que, desde 2015, pertenecen a la Federación de Sindicatos de China (ACFTU). El plan de Xi Jinping enviado a ACFTU tenía como objetivo “apoyar con medidas concretas a las y los trabajadores y reducir la inestabilidad”, así como disminuir las protestas.

En 2018, la ACFTU declaró que reclutaría a las y los trabajadores en el negocio de entrega de alimentos y mensajeros en el sindicato. No obstante, según Chris Chan de la Universidad China de Hong Kong, una dificultad es que los sindicatos son parte del Partido Comunista y “los dirigentes sindicales son considerados funcionarios públicos, por lo que no pueden hacer nada que vaya en contra de la política del gobierno” pues su único objetivo no es más que garantizar el control social y desarrollar una economía en ascenso.

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Con la reforma propuesta por Xi Jinping se busca que el Partido Comunista tenga mayor presencia al interior de la ACFTU y así aumentar la influencia del partido en los trabajadores.

Antes de 2015, las ONG que tenían como misión defender los derechos de las y los trabajadores lograron triunfos importantes, como la huelga de 2011 en la fábrica de relojes Citizen o en 2015 las y los trabajadores de Lide que consiguieron que la empresa les pagara millones de yuanes atrasados en contribuciones a la seguridad social. Tras estas protestas, en 2015 el gobierno tomó medidas para restringir la participación de grupos de la sociedad civil en conflictos laborales.

¿Hay alguna posibilidad de que las reformas puedan proteger a las y los trabajadores? En primer lugar, se señala que el número de afiliados a la ACFTU es cada vez mayor (Ver dato crucial 1). Sin embargo, aún hay personas que no tienen acceso a la información y los sindicatos suelen ser lejanos a las demandas de los trabajadores. Además, el semanario británico cuestiona la cercanía del sindicato con el Partido Comunista y con el Estado chino y afirma que a través de la formación sindical se busca que las y los trabajadores se opongan a las huelgas y prefieran la mediación o el arbitraje cuando tienen dificultades.

Según Eli Friedman de la Universidad de Cornell, aunque los sindicatos dan asesoría a los trabajadores e incentivan los arbitrajes, ello no quiere decir que sea del todo un camino fácil. Entre las dificultades se cuentan que los costos de los litigios y el prolongado tiempo que toman. Además, el Partido Comunista hace todo lo posible por individualizar las demandas colectivas.

La realidad es que para las y los trabajadores como Liu Jun –el trabajador que se prendió fuego– no hay muchas esperanzas de que las condiciones laborales mejoren, pues en muchas ocasiones son considerados contratistas independientes, no empleados. Además, como trabajan para subcontratistas que son ajenos a las empresas, resulta difícil responsabilizar a alguien en particular de las condiciones precarias o en caso de algún accidente. En los últimos dos años, la cantidad de accidentes de mensajeros ha aumentado considerablemente y parece que los sindicatos no pueden hacer mucho pues dentro de este giro laboral los trabajadores son contratistas y es difícil responsabilizar a las empresas por sus condiciones laborales o sus accidentes de trabajo. Friedman considera que en China, la precariedad de estos trabajadores continuará.

Datos cruciales: 

1. En el periodo de 2015-2016 se unieron a la ACFTU al menos 30 millones de trabajadoras y trabajadores migrantes, con lo cual esa federación sindical registra más de 390 millones de miembros.

2. Entre 2016 y 2019 la ACFTU declaró que ayudó a más de 5 millones de trabajadores migrantes a obtener poco más de 50000 millones de yuanes en salarios atrasados.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El estudio de los trabajos precarizados es importante, pues siempre (pero más evidente ahora con la pandemia por COVID-19) se ha caído en una romantización de dichos empleos que no son más que una muestra de la desigualdad económica y social. Al mismo tiempo, es necesario cuestionar los discursos que se reproducen alrededor de estos trabajos desde las empresas y los gobiernos, pues al evitar reconocer a las y los trabajadores como sus empleados se ahorran grandes cantidades de dinero a costa de la seguridad de las personas.

A través del control de los sindicatos, las autoridades chinas llevan a cabo estrategias de control social y legitimación, dando estabilidad al proceso económico, pero con un alto costo para l@s trabajadorxs y la población en general.