Feminist solidarity networks have multiplied since the COVID-19 outbreak in Mexico

Cita: 

Ventura Álfaro, María José [2020], "Feminist solidarity networks have multiplied since the COVID-19 outbreak in Mexico", Interface: a journal for and about social movements,22 May 2020,

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Viernes, Mayo 22, 2020
Tema: 
Colectivos feministas crean redes de seguridad durante el primer confinamiento ante el brote del SARS CoV-2
Idea principal: 

María José Ventura Alfaro es una escritora candidata a doctorado financiada por The Economic and Social Research Council (ESRC) en Estudios de Desarrollo en el Departamento de Ciencias Sociales y Políticas por la Universidad de Bath, Inglaterra. Su investigación se trata de una crítica feminista y decolonial sobre la violencia contra las mujeres, así como la acción de los movimientos sociales en México.

María José Ventura Alfaro hace hincapié en los colectivos feministas mexicanos que han tenido que responder a las situaciones de violencia que han sufrido las mujeres durante la pandemia por el SARS-CoV-2 (coronavirus) en México. Dentro de estas cuestiones las problemáticas que se rescatan son: los feminicidios, violencia doméstica e inseguridad laboral y alimentaria a partir del llamado de las autoridades a salir de casa solo en caso de ser necesario.

Introducción

Tomando esto como punto de referencia, la autora habla de las protestas por el "Día Internacional de la Mujer", que tuvieron lugar en la Ciudad de México. Éstas se propagaron en Chile, Argentina y algunos otros países de América Latina cuya lucha provocó manifestaciones masivas el 8 de marzo de 2020 y siguió difundiéndose en ese año. “Decenas de miles de mujeres salieron a las calles no solo para celebrar el Día Internacional de la Mujer, sino para protestar en contra de la violencia, el acoso y el abuso que se ha convertido en parte de su realidad”, (Sheridan, 2020).

Asimismo, las mexicanas, como parte de dicha lucha feminista establecieron talleres, seminarios, grupos de lectura y círculos para crear comunidad entre mujeres. Incluso, el número de organizaciones ha crecido en 2020, (Dato crucial 1). Sin embargo, durante la cumbre del movimiento feminista, se dio el brote de coronavirus en México a mediados de marzo de 2020.

Con base en esta problemática, el gobierno comenzó a restringir las reuniones públicas masivas. Aunque las mujeres activistas no planeaban cancelar ni posponer sus marchas, dos semanas después del 8 de marzo, el coronavirus comenzó a propagarse exponencialmente en el país. Razón por la cual los negocios no esenciales cerraron, las compañías tuvieron que continuar trabajando por medio de la modalidad home office, se expandió un temor colectivo a salir a las calles y las protestas feministas tuvieron que detenerse.

El coronavirus se volvió un tema crucial en la agenda nacional, por tanto, los temas sociales pasaron a segundo plano. No obstante, pese a las suposiciones de que el movimiento feminista desaparecería, esto no fue así, pues se crearon nuevas formas de lucha. Así pues, Ventura muestra en el presente artículo tanto el incremento de violencia doméstica y feminicida por el que las mujeres mexicanas han pasado como consecuencia de las estrategias de contingencia ante la pandemia, como las movilizaciones sociales que diversos colectivos feministas han hecho en México.

Coronavirus en México: una descripción general

De acuerdo con Sheridan, las cifras de casos y muertes confirmadas de coronavirus en México a mediados de mayo de 2020 eran relativamente bajas en comparación con los datos que se mostraban en otros países, (Dato crucial 2). Sin embargo, el problema era que había escasas pruebas de coronavirus y las cifras estadísticas oficiales que se publicaban a nivel nacional eran inexactas y poco claras.

En cuanto a las medidas que tomó el partido de MORENA con respecto a la pandemia, éstas fueron criticadas. Se decía que dicho partido subestimaba a la crisis sanitaria, “disuadiendo a las personas de adherirse a las reglas de distanciamiento social sugerido por los funcionarios de salud”. Esto mostraba una acción gubernamental “lenta” y “discrepante” que confundía a la población.

Cabe mencionar que, las “medidas de bloqueo de coronavirus” en México iniciaron el 23 de marzo 2020. Este periodo fue nombrado por las autoridades como “Fase 2”. Esta fase según se estimaba, iba a tener lugar desde marzo hasta el 30 de abril. Empero, las medidas se extendieron hasta finales de mayo en escuelas y empresas que pretendían iniciar con una reapertura paulatina el 1 de junio de 2020.

Otra pandemia creciente: Feminicidio y violencia doméstica

Por lo que se refiere a la violencia de género, antes de que el coronavirus se propagara en México, la violencia doméstica y la tasa de feminicidios ya habían aumentado en el país, (Datos cruciales 3 y 4). No obstante, como se ha dado en varias partes del mundo, las mediadas de contingencia y el confinamiento ante el coronavirus han provocado el incremento de violencia doméstica y feminicidios. Aunado a esto, en un comunicado de prensa, la sociedad civil feminista “Equis Justicia”, al igual que Amnistía Internacional y la red global National Shelter Network estiman el incremento de violencia de género con el que tienen que lidiar las mujeres mexicanas y solicitan al gobierno que tome cartas en el asunto mediante estrategias preventivas y de protección que ayuden a solucionar dicha crisis, (Dato crucial 5).

Igualmente, National Shelter Network menciona que, desde el 23 de marzo de 2020, han aumentado las llamadas de auxilio por violencia doméstica, (Dato crucial 6). “Las tasas de feminicidio y violencia doméstica crecen exponencialmente a medida que la cuarentena prevalece”. La estrategia del gobierno para combatir la crisis sanitaria ha revelado la vulnerabilidad de algunas mujeres. Para las víctimas de violencia doméstica, el distanciamiento social implica alejarse de sus grupos de apoyo. Motivo por el cual se exige una respuesta sólida por parte del gobierno.

Sin embargo, la acción gubernamental ha dejado mucho que desear, puesto que algunos la han tachado de “deficiente y “casi inexistente”. Esto resulta evidente en los ministerios públicos que se rehúsan a registrar informes de violencia doméstica, ya que la mayoría de empleados y servidores públicos han dejado de trabajar debido a la cuarentena. De hecho, no se ha planteado ninguna estrategia política gubernamental para frenar el aumento de violencia de género, pues los funcionarios solo recomiendan a las mujeres llamar al 911 en caso de emergencia.

Esta invisibilización de las consecuencias negativas del confinamiento para ciertas mujeres indica una “violencia patriarcal” existente en el sistema. De esta forma, el coronavirus da luz a una violencia de género social, económica y política. Es por eso que “en un país donde la violencia contra mujeres es sistémica e institucionalizada, los grupos activistas se convierten en la principal red de seguridad para muchas mujeres”.

La resiliencia del movimiento feminista

En este escenario de pandemia, los colectivos de mujeres y algunas sociedades civiles han trasladado sus protestas al “mundo virtual”. En ese sentido, éstos se dedican a organizar talleres en línea, grupos de lectura y seminarios semanales, con el fin de seguir con el debate que compete a la violencia y los temas que se derivan de ella como: el acoso sexual, las condiciones laborales precarias, los estereotipos de género, los derechos reproductivos, entre otros.

Sobre esta misma línea, colectivos feministas como “Luchadoras” invitan a discutir sobre los resultados negativos de las medidas llevadas a cabo para controlar la pandemia que aumentan las desigualdades de género socioeconómicas, políticas y geográficas. Y pesar del recomendado distanciamiento social, “se recrean lazos emocionales, compartiendo historias de vida, testimonios de violencia, emociones y sentimientos sobre la cuarentena, construyendo una comunidad en forma de nueva memoria digital colectiva”. No obstante, los colectivos no utilizan únicamente herramientas virtuales y académicas, sino también redes sociales, las cuales han ayudado a difundir los derechos básicos del grupo de mujeres vulnerables con base en dos aspectos: violencia doméstica e inseguridad económica.

Redes de violencia doméstica

Así pues, estos colectivos están en contra de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se rehuse a reconocer la gravedad del problema de violencia de género. Esto resulta importante para un ambiente en el que el presidente de México contradice la exactitud de los informes presentados por las sociedades civiles. En ese sentido, respondiendo a lo que dijo AMLO acerca del incremento en las tasas de violencia doméstica durante la cuarentena, los colectivos feministas exigieron que se le diera relevancia al problema y que se ejecutaran acciones al respecto por medio del hashtag #nosotrastenemosotrosdatos, que se volvió viral. Asimismo, se creó un video por parte del colectivo “CruzesxRojas” para hacer entrever la violencia de género experimentada por algunas mujeres mexicanas.

Otra acción importante que han hecho algunas organizaciones feministas a este respecto es la implementación de redes de apoyo para víctimas de violencia doméstica. Según comenta la activista feminista Monserrat Ibarra, "desde el inicio de la pandemia las mujeres empezaron a crear redes de solidaridad”. Estas redes se organizan por medio de colectivos feministas que se unen a través de las redes sociales y tienen un estrecho contacto con las víctimas de violencia doméstica.

Un ejemplo de esto es el colectivo feminista con sede en la Ciudad de México (CDMX) “Las del aquelarre feminista”. Este grupo se ha encargado de abrir su propia línea telefónica de apoyo emocional para las mujeres que sufren de violencia doméstica. “Terapeutas profesionales se han ofrecido como voluntarias para ser parte de esta red”, (Las del aquelarre, 2020). Conviene subrayar que algunos de estos colectivos han mostrado “códigos secretos” a los que puedan acudir las víctimas que puedan comunicarse al 911 o en su defecto voluntarios que puedan llamar en su lugar.

Redes de seguridad alimentaria

Por otro lado, otro sector que se ha visto afectado por la pandemia ha sido la fuerza laboral informal del país mexicano. Dicho grupo de empleados informales está constituido por trabajadoras domésticas, cuidadores a domicilio, vendedores ambulantes de alimentos, entre otros e igualmente ha sido afectado por las medidas implementadas ante la emergencia sanitaria, pues ha sufrido “consecuencias socioeconómicas desastrosas”.

Con base en esta situación, el gobierno mexicano ha propuesto una especie de ayuda económica para bancos y corporaciones, pero esto no aplica para los trabajadores informales. Como una solución a este inconveniente, algunos colectivos feministas han establecido “comedores sociales” y “productos básicos” para los más afectados ante la crisis sanitaria y económica por el coronavirus. Estas acciones se realizan por medio de redes sociales y se promueve la donación de alimentos, medicina y otros productos básicos para ciudadanos vulnerables en condiciones laborales frágiles. “Los activistas son a menudo miembros de la comunidad que ofrecen sus propias casas particulares para operar y distribuir los bienes”.

Un ejemplo de este tipo de actividades puede verse con “Mujeres Trans Famosas”, un grupo feminista que ayudó con comida a trabajadoras sexuales trans, cuyos ingresos se vieron afectados por las medidas gubernamentales de contingencia ante la epidemia por la influenza A (H1N1). Actualmente, dicho colectivo ha aumentado su alcance y actúo durante la propagación del coronavirus en México suministrando comidas diarias a los más necesitados, (Dato crucial 7). Por su parte, “Crianza feminista”, otro grupo feminista con sede en CDMX igualmente ha proporcionado alimento a algunos grupos económicamente vulnerables, (Dato crucial 8). La operación de “Crianza feminista” finalizó cuando se impuso el fin del confinamiento a mediados de 2020.

Empero, el colectivo “Brujas Feministas” que opera en todo México, continúo con sus actividades promocionando el comercio feminista (trueque) en una plataforma en las redes sociales. Por medio de ésta, las mujeres intercambian servicios y productos. “Por ejemplo, los terapeutas pueden proporcionar una consulta y a cambio recibir algo de ropa, alimentos o productos artesanales”, (Matz, 2020). Este tipo de comercio tiene como objetivo crear una comunidad y hermandad de mujeres proporcionando ayuda a las más vulnerables durante la pandemia.

Conclusión

En resumen, los movimientos feministas en México resultan prosperar por medio de la solidaridad, a pesar de la pandemia de coronavirus. En ese sentido, éste muestra dos peculiaridades de la cuarta ola feminista. La primera es que está acentuada por la epistemología feminista “inclusiva” e “interseccional”. La segunda se refiere a que es capaz de actuar por medio de plataformas en redes sociales. Pese a las crisis sanitarias, económicas, emocionales y sociales, los colectivos feministas siguen extendiendo su trabajo. "Sus medios han cambiado, pero su mensaje sigue siendo el mismo: “juntas somos más fuertes".

Datos cruciales: 

1. Según datos de The Washington Post de 2020, la Ciudad de México alberga más de 100 organizaciones feministas.

2. A mediados de mayo de 2020, México tenía casi 50 000 casos confirmados de coronavirus y 5 000 muertes según datos oficiales.

3. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 63% de las mujeres mexicanas mayores de 15 años informan haber experimentado violencia (física, psicológica, sexual o económica) a lo largo de su vida.

4. Estadísticas oficiales muestran que, en la última década, las tasas de homicidio de mujeres casi se han duplicado con 3 142 mujeres y niñas asesinadas en 2019.

5. TelesurTV reporta un total de 163 feminicidios en México desde el inicio de la cuarentena en marzo de 2020.

6.National Shelter Network puntualiza que las llamadas de ayuda aumentaron 60%, con sus 69 albergues llenos de 80% a 110% de su capacidad a nivel nacional.

7. De acuerdo con el periodista Rodrigo Estrada “Mujeres Trans Famosas” durante marzo y abril de 2020, suministraron más de 70 comidas diarias a esos ciudadanos olvidados e invisibilizados por la pandemia, tales como: trabajadores sexuales, trabajadores ilegales o informales, personas sin hogar y drogadictos.

8. “Crianza feminista” ha estado proporcionando 40 comidas diarias a trabajadoras desempleadas o en condiciones precarias, y se han abastecido alacenas de alimentos para 22 familias que deberían durarles hasta un mes completo.

Trabajo de Fuentes: 

Las del Aquelarre, Apoyo telefónico para mujeres en crisis, 11 April 2020, México, https://www.instagram.com/p/B1VVFODt2F/?igshid=166er7u0ipzal&fbclid=IwAR... 4JD25DfpSz3fRlbpOlC0I

Mary Beth, Sheridan, Tens of thousands of Mexican women protest ‘femicide,’ gender-based violence, The Washington Post, 9 de marzo de 2019, Estados Unidos, https://www.washingtonpost.com/world/the_americas/mexico-international-w...

Matz, Mercedes, Trueque Feminista: Mujeres se organizan para generar red de apoyo ante Covid-19, 30 April 2020, México, https://www.somoselmedio.com/2020/04/30/trueque-feministamujeres-se-orga...

Nexo con el tema que estudiamos: 

El presente artículo hace hincapié en una crisis civilizatoria y económica que vive el capitalismo contemporáneo en la que la dimensión económica se desborda. Asimismo, ésta muestra el cuestionamiento del conjunto de relaciones que articulan y permiten el funcionamiento de la sociedad capitalista al no logar determinar estrategias que logren combatir las crisis sociales y sanitarias que se presenten. En este marco, pueden verse nuevas formas de competencia que intentan que el sistema capitalista se estabilice por medio de jerarquías y cadenas de mando.

En ese sentido, las mujeres alzan la voz en contra de esas relaciones de violencia, opresión y explotación de género durante, antes y después de la pandemia por el SARS-CoV-2, propiciando nuevas formas de guerra ante el sistema capitalista. Así pues, algunos colectivos feministas han resistido ante estas relaciones buscando una solución a las problemáticas que aquejan a las mujeres como la violencia de género y los feminicidios.

Es por eso que estos grupos feministas son vistos como sujetos de guerra, pues no se tratan de actores o en este caso actrices militares convencionales sino de sujetos emergentes que participan en las guerras de este siglo XXI. Aunado a esto, si se habla de una guerra, igualmente es pertinente referirse a las tecnologías militares que son tecnologías civiles con fines militares y en este caso se trataría de las redes sociales que son utilizadas para crear redes de apoyo con las personas vulnerables durante la pandemia.