Cecilia Kang y Mike Isaac son corresponsales de tecnología y política de regulación en The New York Times.

En diciembre de 2020 la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en ingles) y más de 40 estados de Estados Unidos acusaron a Facebook de eliminar ilegalmente a la competencia y exigieron la división de la empresa. No obstante, algunos expertos en competencia han mencionado que será difícil que la FTC y los fiscales estatales puedan probar sus acusaciones.

En ese sentido, en el artículo se menciona que los fiscales deberán probar que la compra de las aplicaciones Instagram y WhatsApp por parte de Facebook fue con “el expreso propósito de acabar con la competencia” y deberán argumentar por qué el mercado de las redes sociales hubiera estado mejor sin tales fusiones. Asimismo, los reguladores también tendrán que discutir por qué, a pesar de haber autorizado las adquisiciones de Facebook en años anteriores, deciden cambiar de opinión hasta ahora.

En sentido contrario, algunos expertos en leyes antimonopolio han sugerido que las demandas en contra de Facebook marcharán “sobre ruedas”, pues consideran que “será simple demostrar que Facebook compró Instagram y WhatsApp para mantener su dominio”.

Para los autores es importante mencionar que este caso se enmarca en una ola de acciones orientadas a limitar el poder de las empresas de tecnología más grandes del mundo. Por ejemplo, Google también está involucrado actualmente en una demanda antimonopolio, y empresas como Apple y Amazon se encuentran en la mira.

Por su parte, Facebook mencionó que los reguladores estaban usando las leyes antimonopolio para “castigar” a las empresas exitosas; en ese sentido, planean defenderse con fuerza. En primer lugar tendrán que demostrar que WhatsApp e Instagram crecieron sustancialmente después de las adquisiciones, lo que ayudaría a sostener que fueron las inversiones millonarias hechas por Facebook tras su compra las que las convirtieron en los mayores canales de comunicación en el mundo. Asimismo, el dueño de Facebook, Mark Zuckerberg ha dicho que la definición de “competencia” del gobierno es demasiado estrecha. La FTC argumenta que debido a que Facebook domina las redes sociales, su actuar estuvo influido por el miedo a perder ese domino. Sin embargo, Zuckerberg señala que en realidad el ecosistema de competidores va mucho más allá de las redes sociales e incluye a empresas como “Google, Twitter, Snapchat, YouTube y más aplicaciones”, con lo cual existiría un mercado mas amplio y una competencia saludable.

Finalmente, suponiendo que la demanda de la FTC y de los estados procedieran, quedaría por ver si la petición de dividir a Facebook podría realizarse, pues pues una división de ese tipo implica enormes dificultades técnicas. Hace poco, Facebook anunció que habría una integración entre las tres aplicaciones para que funcionen mejor juntas, para lo cual habría que “tejer” esos sistemas, lo cual es técnicamente complicado y por tanto también lo sería una posterior desintegración.