Solidarity forever? Performing mutual aid in Leipzig, Germany

Cita: 

Fiedlschuster, Micha, Reichle, Leon Rosa, [2020], "Solidarity forever? Performing mutual aid in Leipzig, Germany", a journal for and about social movements: Sharing stories for struggles , Alemania, 29 de mayo, https://www.interfacejournal.net/wp-content/uploads/2020/07/Interface-12...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Mayo 29, 2020
Tema: 
Las diferentes connotaciones del término solidaridad
Idea principal: 

Micha Fiedlschuster es un especialista en Estudios Globales, Ciencias Políticas y Sociología, egresado de la Universidad Leipzig en Alemania. Sus áreas de intereses se centran en la investigación de conceptos de democracia así como en la promoción de la democracia por parte de actores internacionales y movimientos sociales transnacionales. Es autor de la tesis Globalization, EU Democracy Assistance and the World Social Forum: Concepts and Practices of Democracy , que fue publicada en la serie Palgrave European Political Sociology. En su tesis de maestría en la Universidad de Leipzig analizó el término “democracia” en el discurso del comercio justo utilizando el trabajo de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. En su paso por la Universidad de York desarrollo trabajos acerca de las teorías de la representación y su utilidad en el contexto de los movimientos altermundistas.

Leon Rosa Reichle tiene una formación en sociología y ciencias políticas por la Universidad de Leipzig. Actualmente se centró en el estudio de las relaciones de vivienda en el contexto de la reestructuración urbana en Alemania del Este. Sus temas de interés se centran en la producción social del espacio, la teoría feminista, la economía política, la gobernanza y las implicaciones del urbanismo de austeridad neoliberal en la vida cotidiana.


La pandemia generada por COVID-19 puso en plano principal el discurso de la solidaridad, principalmente después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado a la solidaridad mundial, principalmente refiriéndose a la aportación de donativos que serán destinados a un Fondo de Respuesta Solidaria. Del mismo modo, la OMS ha bautizado a su ensayo clínico “solidaridad”.

La comunidad europea “supuso el tratamiento de algunos pacientes en hospitales alemanes”, no obstante, la recaudación de fondos para este propósito continua siendo debatida de forma controvertida. Por su parte, Ángela Merkel, canciller alemana declaró que desde la Segunda Guerra Mundial no ha habido un desafío para Alemania en el que la acción solidaria del gobierno alemán fuera tan importante.

Sin duda, el discurso político acerca de la solidaridad tiene ciertas deficiencias respecto a su contenido, principalmente porque está restringido a la noción de caridad. Del mismo modo, el discurso político acerca de la solidaridad se encuentra bastante alejado de las discusiones y prácticas de los movimientos sociales y de la izquierda.

El término solidaridad tiene más de una connotación, incluida a la solidaridad como o basada en la identidad compartida, misma que ha sido criticada principalmente en el contexto de pandemia actual. Dicha crítica está basada “en las perspectivas de Richard Sennett, que desde sus primeros escritos condenó la solidaridad comunitaria como una herramienta de purificación que descuida las diferencias en un -nosotros- compartido”. No obstante, la visión anterior no es aceptada por todos ya que otros consideran que las identidades compartidas son menos fijas y que subrayan una necesidad de experiencia compartida para la identificación colectiva y la solidaridad. Asimismo, se hace uso de teorías feministas como medio para definir a la solidaridad en el que establecen a este término como un apego posible a pesar de la diferencia o incluso debido a ella, es decir, desde esta perspectiva la solidaridad es vista como un elemento unificador.

Por su parte, otro grupo de críticos afirman que la solidaridad es más bien un tipo de compasión y deber moral que conduce a sanciones, “evocando en todo momento una caracterización durkheimiana de la solidaridad premoderna”. Mientras tanto, Nuss posiciona a la solidaridad como un tipo de asunción de responsabilidades por el otro.

La última perspectiva de solidaridad se refiere a ésta como un tipo de práctica política, cuya perspectiva ha sido fuente de trabajo de académicos y activistas críticos, es decir que puede ser definida como una lucha constante contra la opresión. Desde este criterio se entiende que la solidaridad funciona como un método de unión ante un universalismo concreto que implica que todos están afectados de forma distinta pero por la misma fuerza opresora.

El objetivo de mostrar las diferentes perspectivas bajo las que es estudiada la solidaridad es comprender de mejor forma las disimilitudes entre los grupos de ayuda mutua en Leipzig, Alemania. En esta ciudad, prácticamente todos los grupos que impulsan iniciativas de solidaridad siguen el mismo patrón; inician fomentando la ayuda mutua en tareas prácticas de la vida cotidiana, posteriormente hacen lo mismo en tareas prácticas, pero con mayor dificultad que las anteriores, estás pueden ser referentes a las medidas para contener al virus o a través de las consecuencias directas de la pandemia.

Otro aspecto a destacar entre las diversas connotaciones del término solidaridad es que sin importar las diferencias entre las mismas, en general pocas personas utilizan los servicios de este concepto, principalmente cuando éste pasa de la teoría a la práctica, por lo que se puede deducir que las diferencias radican en el “marco ideológico, la filosofía organizativa, los grupos objetivos y el horizonte temporal de actuación”.

Por su parte, la solidaridad basada en una identidad compartida puede ejemplificarse a través de las iniciativas desarrolladas por el colectivo de ayuda legal del club de fútbol local BSG Chemie, grupo formado en 2014 como respuesta a la brutalidad policial contra los fans y ultras. Con el estallido de la pandemia, el trabajo del colectivo se ralentizó, por lo que los miembros de éste grupo comenzaron a crear formas en las que pudieran alcanzar sus objetivos haciendo uso de las herramientas con las que contaban, todo ello a pesar de los cambios que la crisis sanitaria actual estaba causando.

Entre los objetivos de este grupo destacaba la necesidad de salir fortalecidos de la crisis; por lo que pusieron a disposición, en un inicio pensado únicamente para los aficionados, una línea de ayuda que se impartía a través de grupos de chat y redactando carteles en los que se ofrecía ayuda mutua en el vecindario.

La iniciativa fue descubierta por el departamento público de salud local. Pronto su iniciativa dejó de estar destinada únicamente a aficionados; su enfoque cambió y se convirtió en un fenómeno un poco más global al difundirse por toda la ciudad. El punto culminante fue la destinación de apoyo económico a una familia bastante afectada por la cuarentena y la organización de los regalos de Pascua para los niños. Su iniciativa fue tan exitosa que esta red reunió una gran cantidad de regalos que fueron redistribuidos entre diversos centros de acogida de refugiados y el banco de alimentos local.

Este grupo organizado no tomó a la pandemia como un tope, al contrario, utilizaron la red de apoyo con la que contaban para desarrollar una red de solidaridad basada en su identidad compartida, adaptando su trabajo a las circunstancias y necesidades actuales. Del mismo modo, su identidad compartida pronto transitó a un fenómeno mucho más grande e incluso se convirtió en un modo de crítica política, principalmente respecto a las medidas que el gobierno tomó para contener la pandemia, entre las que se encuentran las restricciones a la libertad de los individuos y ciertas medidas policiales. Dichas críticas fueron emitidas a través de textos escritos por los miembros de este colectivo.

Por otro lado, la solidaridad como compasión se puede ejemplificar a través de las acciones del grupo Nachbarn für Nachbarn , es decir vecinos para vecinos, que se desarrolla en los barrios de Schleußig y Plagwitz, el primero de es uno de los pocos barrios centrales de clase media de Leipzig, y el segundo se está convirtiendo en uno de ellos.

El grupo surgió precisamente durante la crisis sanitaria actual; y fue fundado a través de un individuo en una red social. Pronto, sus miembros crearon un grupo de chat en Telegram, éste era utilizado para coordinar la ayuda y una línea telefónica como punto de acceso a la ayuda. El servicio se difundió a través de folletos. El principal grupo objetivo para recibir la ayuda eran las personas mayores, identificadas con apoyo de autoridades públicas, como las más necesitadas. A pesar de que no han recibido muchas solicitudes al momento, continuarán trabajando porque quieren estar preparados para nuevas oleadas de infecciones masivas.

Del mismo modo, este grupo opera sin apegos políticos. En palabras de Friedrich, uno de los fundadores de este grupo, “no quieren crear una estructura organizativa formalizada ni participar en actividades políticas”; de igual forma decidieron no llevar a cabo actividades en los medios de comunicación social ya que creen que esto les quita demasiado tiempo. Asimismo, la organización interna del grupo no permite el desarrollo de debates ya que lo consideran perjudicial para la organización. La toma de decisiones dentro del mismo se lleva a cabo a través de democracia directa en la que las decisiones se toman por mayoría. La solidaridad de este grupo puede catalogarse como una forma de compasión o responsabilidad por las personas necesitadas.

Por su parte, el carácter apolítico de este grupo no lo ha salvado de conflictos, ya que uno de los fundadores del grupo, que se percibía a sí mismo como una figura destacada, comenzó a publicar mensajes políticos y a participar en la organización de protestas contra las restricciones del gobierno. Estas protestas están relacionadas con la nueva derecha y la teoría de la conspiración. El grupo trató de disciplinar su actividad, sin embargo, al no poder lograrlo los miembros del grupo decidieron crear un nuevo grupo excluyendo a éste antiguo líder.

El conflicto dentro de este grupo es un reflejo de la creciente polarización dentro de la propia población en general en torno a la cuestión de las restricciones y su conveniencia. Este conflicto, ya sea dentro del grupo como en la sociedad en general, no es específicamente entre la izquierda y la derecha, sino entre la corriente política dominante y la nueva derecha.

Del otro lado, la solidaridad como lucha política para transformar la sociedad se ejemplifica con la fundación Ecken Wecken, ubicada en la parte occidental de Leipzig, sin embargo sus acciones llegan a toda la ciudad. Está fundación ha creado una plataforma de ayuda y una línea telefónica. Lo característico de ésta fundación es que hace uso de un software profesional para coordinar la ayuda de manera eficaz.

El enfoque de esta fundación es perseguir una “colaboración con los políticos locales y burocracia local con la finalidad de implementar proyectos de desarrollo comunitario. Hasta cierto punto, esta fundación se sitúa en la tradición de una forma reformista de organización comunitaria cuyas raíces se perciben en los movimientos de derechos civiles de Estados Unidos. Del mismo modo, las soluciones de esta organización han comenzado a comercializarse a otras ciudades y organizaciones de Alemania, lo que genera que comience a situarse como una Organización no Gubernamental de ayuda al desarrollo.

Por otro lado, principalmente durante la pandemia, el trabajo de la fundación ha transitado a un tipo de caridad, en donde no es utilizado de forma explícita el concepto de solidaridad. Del mismo modo, una de los objetivos principales de este tipo de organizaciones es democratizar la democracia mediante la recuperación de la agencia política a través de una mayor inclusión de la participación ciudadana en el sistema político actual. Los miembros de la fundación no reconocen una concepción común de solidaridad, pero hay un consenso respecto a que la economía solidaria es la motivación de sus acciones.

Leipzig cuenta con otros tres grupos de ayuda denominados direct.support Leipzig, Leipzig Ost Solidarisch y Poliklinik, que tienen una perspectiva radical de la solidaridad al considerarla como una práctica política relacionada con la crítica anticapitalista, cuyo objetivo a largo plazo es “promover la idea de la redistribución de la riqueza de manera permanente y no únicamente durante la crisis, así como un medio de lucha contra la opresión y la injusticia social”.

El trabajo de cada una de estas organizaciones no solo se centra en diversas connotaciones de solidaridad, sino que también funcionan como agentes de transformación de la vida social y política de la ciudad en la que se desarrollan.

Datos cruciales: 

1.- En Leipzig, una ciudad alemana de 600 000 habitantes en el Este de Alemania, el número de infecciones por coronavirus es relativamente bajo (600 casos en mayo de 2020 fueron registrados).

2.- En el caso específico de la ciudad de Leipzig en Alemania la población de dicha ciudad sufrió graves estragos sociales, ejemplo de ello es la prohibición de los actos públicos y después del 17 de marzo del 2020 el ordenamiento de un cierre casi total de la población, restricción que se levantó parcialmente el 20 de abril del 2020 y la vida pública se reabrió el 4 de mayo del 2020, no obstante, durante el periodo de cierre la población no estaba posibilitada a protestar ni reunirse bajo ninguna causa.

3.-La fundación Ecken Wecken al 20 de mayo de 2020 contaba con 1 115 simpatizantes y habían respondido a 225 llamadas de ayuda desde que empezaron el 15 de marzo de 2020.

4.-La fundación Ecken Wecken empezó a funcionar en abril de 2020, tiene 100 seguidores y han ayudado a 17 personas.

5.- El grupo de chat de Telegram Leipzig Ost Solidarisch cuenta con 860 miembros, y fue creado por tres amigos, que se autoidentifican como "personas comprometidas políticamente" que adaptaron su activismo al COVID-19 y las respectivas restricciones.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El desarrollo de diversas organizaciones civiles dedicadas a prestar ayuda a las personas más necesitadas o afectadas, principalmente durante la crisis sanitaria actual, demuestra el modo en que éstas están cambiando las dinámicas existentes. Lo anterior no sólo se refiere al ámbito social, sino también al político al propiciar que la población se involucre de forma activa en la democracia.

Del mismo modo, algunas de estas organizaciones utilizan a la solidaridad como un medio para luchar contra la distribución desigual de la riqueza, la opresión y la injusticia social, buscando generar cambios en las dinámicas políticas, sociales y económicas predominantes en la era actual.