Xi’s Gambit: China Plans for a World Without American Technology

Cita: 

Mozur, Paul y Steven Lee Myers [2021], "Xi’s Gambit: China Plans for a World Without American Technology", The New York Times, New York, 10 de marzo, https://www.nytimes.com/2021/03/10/business/china-us-tech-rivalry.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Marzo 10, 2021
Tema: 
China presenta su plan convertirse en una súper potencia tecnológica
Idea principal: 

Paul Mozur es un corresponsal de tecnología The New York Times enfocado en la intersección de la tecnología y la geopolítica en Asia. Mientras que Steven Lee Myers es periodista y trabaja para The New York Times desde 1989, actualmente es el corresponsal de Pekín.


A inicios de marzo de 2021 China dio a conocer su nuevo plan quinquenal, en donde se calificó al desarrollo tecnológico como asunto de seguridad nacional y no sólo de desarrollo económico. La intención de China es convertirse en una súper potencia de innovación tecnológica sin depender de otros países como Estados Unidos.

Debido a que el presidente Joe Biden continua con los esfuerzos para detener el ascenso tecnológico chino y otro países desconfían cada vez más de su comportamiento y de su crecimiento económico, para Beijing la independencia tecnológica se ha vuelto una urgencia.

En dicho plan, China se comprometió a aumentar el gasto en investigación y desarrollo en una tasa de 7% anual, tanto en el sector público como en el privado, comparado con el 2.5% de incremento anual en ese sector en el quinquenio pasado. Según The New York Times, esto aumenta la perspectiva de una era de competencia con Estados Unidos muy similar a la de la guerra fría.

La nueva política tecnológica en China se da después de que el gobierno de Donald Trump restringió el acceso de la tecnología estadounidense a algunos de los gigantes corporativos chinos en actividades que el país asiático considera estratégicas. Esto ha ocasionado que los líderes del Partido comunista en China se hayan hecho de la opinión de que, aun con una nueva administración, en Estados Unidos están decididos a socavar el avance del país. Por tanto, en Beijing consideran que ya no pueden depender del suministro de tecnologías de occidente.

Uno de los sectores que han representado mayor dificultad para que China alcance sus ambiciones es el de los microchips. Debido a la complejidad de su producción, China importa la mayoría de los chips que consume. A pesar de la gran cantidad de dinero invertido en el sector durante los últimos años, en 2020 China cubrió sólo 15.9% del total de su demanda de chips con su producción doméstica, cantidad que apenas supero el 15.1% de la demanda que se cubría con producción doméstica en 2014. El objetivo de China es acelerar el desarrollo de semiconductores de alta gama, sistemas operativos, procesadores de computadoras, computación en la nube e inteligencia artificial (IA).

En el plan pasado quinquenal anterior se planteaba que para 2025 China debía producir internamente 70% de los componentes básicos que los fabricantes chinos necesitaban. Esto asustó a los socios comerciales y contribuyó a que se desatara la guerra comercial con Estados Unidos. Sin embargo, un exdiplomático estadounidense mencionó que China quiere reducir su dependencia del mundo en sectores clave, no reducir su comercio e interacción, sino sólo asegurarse de no ser vulnerables al chantaje estratégico que históricamente se ha usado contra otros.

El conflicto entre Estados Unidos y China se ha gestado por más de una década y ha estado marcado por acusaciones de espionaje por parte de ambos países. Los funcionarios chinos han hecho énfasis en los “puntos de estrangulamiento”, o sectores donde Estados Unidos controla tecnologías clave que podría usar para limitar las aspiraciones tecnológicas de China. El dirigente del Ministerio de industria y tecnología de la información de China anunció que se revisarán 41 sectores para buscar “espacios vacíos” que podrían provocar una ruptura en la cadena de suministro de tecnología.

China está dispuesta a apoyar estos esfuerzos con bastante dinero. El banco de desarrollo de China, anunció que está preparando más de 60 mil millones de dólares en préstamos para más de 1 000 empresas clave en la innovación estratégica; también anunció que se creó un fondo de inversión respaldado por el gobierno con 30 mil millones de dólares para apoyar la producción de chips.

Los expertos en tecnología de China han mencionado que el país debe de crear su propio sistema informático, para de ese modo suplantar a Intel, Microsoft y otros que históricamente han dominado la industria, así mismo deben buscar que aumente la dependencia mundial de su infraestructura tecnológica de telecomunicaciones.

Sin embargo, la cadena de suministro tecnológico es inminentemente compleja, pero sobre todo global, por lo que la intromisión en los mercados puede tener consecuencias imprevistas. Además, ninguno de los dos países podría alcanzar al 100 por ciento la autosuficiencia, lo que esta ocurriendo es una lucha por poderes, en la que los dos países están buscando asegurar las piezas faltantes que provienen de otros países.

Por su parte, Estados Unidos se ha visto obstaculizado en su capacidad para poder detener el suministro tecnológico, pues a pesar de que ha prohibido a las empresas vender productos a china, estas restricciones se han visto limitadas.

Joe Biden ha calificado a China como el mayor desafío de política exterior del país, y China quiere terminar con los esfuerzos de Estados Unidos por aislarla, para esto se ha estado entrelazando con las principales economías del mundo, incluidas las que están aliadas políticamente con Estados Unidos. Así, buscan disuadir a terceros países de unirse a cualquier colaboración con Estados Unidos, para de ese modo poder ganar el tiempo necesario para sellar “las vulnerabilidades restantes en su armadura”.

Con todo esto, cualquier atisbo de un regreso diplomático entre ambos países se ha desvanecido. En la primer conversación entre Biden y Xi, se habló de “las prácticas de política económica coercitivas e injustas de Beijing”. Así Biden ha argumentado la necesidad de seguirle el paso a China en cuanto a las inversiones en infraestructura, y en el apoyo a las industrias tecnológicas. “Si no nos movemos, ellos comerán nuestro almuerzo” mencionó al defender su plan de estimulo económico de 1.9 billones de dólares.

Datos cruciales: 

China se comprometió a aumentar 7% de su PIB al gasto en investigación y desarrollo.

El banco de desarrollo de China, anuncio que esta preparando mas de 60 mil millones de dólares en préstamos para más de 1000 empresas clave en la innovación estratégica.

La producción nacional de chips de China alcanzó solo 15,9 por ciento de su demanda de chips en 2020, apenas superior al 15,1 por ciento en 2014.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La innovación tecnológica parece ser uno de los campos de disputa hegemónica mas importantes entre Estados Unidos y China, el dominio económico y político está fuertemente influenciado por el advenimiento de las tecnologías de la información y tecnologías de punta como la IA.
Así, la expansión de las empresas tecnológicas tanto estadounidenses como chinas, está marcando las relaciones que existen entre ambos países, por lo que la competencia intercapitalsita ahora se encuentra mediada por los estados de ambas naciones.
China busca que sus industrias dejen de depender de la tecnología de occidente, mientras que por su parte Estados Unidos busca frenar el avance tecnológico del gigante asiático, pues representa un peligro para su dominio hegemónico sobre el mundo, en el proceso pueden observarse relaciones contradictorias pues la economía mundial está tan fuertemente enlazada que cualquier intento de un país por frenar el avance tecnológico de otro puede tener repercusiones imprevistas para el mismo.