Drillers Burned Off Gas at a Staggering Rate as Winter Storm Hit Texas

Cita: 

Tabuchi, Hiroko [2021], "Drillers Burned Off Gas at a Staggering Rate as Winter Storm Hit Texas", The New York Times, New York, 26 de marzo, https://www.nytimes.com/2021/03/26/climate/texas-blackout-flaring-natura...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Marzo 26, 2021
Tema: 
Las emisiones de gases de efecto invernadero por la industria de petróleo y gas
Idea principal: 

Hiroko Tabuchi se graduó en la London School of Economics and Political Science . En 2011 fue nombrada finalista del Premio Pulitzer de información internacional al abordar el tsunami y la catástrofe nuclear en Japón. Actualmente es reportera en The New York Times.


Las bajas temperaturas registradas en febrero de 2021 en Texas provocaron la muerte de 111 personas, congelaron los gasoductos y causaron apagones generalizados en las centrales eléctricas. En este contexto, las empresas de perforación de la Cuenca Pérmica “se vieron obligadas a quemar una cantidad extraordinaria de gas natural”, (Dato crucial 1).

De acuerdo con el artículo, estos hechos evidencian que existe una gran dependencia del gas natural para generar energía. Si bien es cierto que el gas natural se quema de “forma más limpia” que otros combustibles fósiles, actualmente existe una preocupación por parte de los investigadores y ecologistas sobre las consecuencias de la quema de este recurso para el cambio climático, ya que con la quema de gas natural se arrojan toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Asimismo, si la combustión es incompleta se pueden liberar gases no quemados como el metano, el cual es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono en el corto plazo.

Con la finalidad de encontrar soluciones para mitigar los riesgos del cambio climático y disminuir las emisiones de la producción del petróleo y gas, la “Iniciativa Climática del Petróleo y el Gas” que integra a los productores de petróleo y gas más grandes del mundo, planteó el objetivo de acabar con la “quema rutinaria” para 2030. No obstante, dicho objetivo no contempla la quema de gas realizada en cualquier emergencia, tal como la quema que se hizo para hacer frente a los estragos causados por las bajas temperaturas. A pesar de los compromisos planteados por la Iniciativa Climática, debido a que la perforación de nuevos pozos superó “la construcción de gasoductos y otras infraestructuras necesarias para transportar el gas para su uso”, la quema y el venteo de gas natural alcanzaron máximos históricos antes de la pandemia.

Mediante la extracción de petróleo en la Cuenca Pérmica de Estados Unidos también se obtiene gas natural. Sin embargo, los productores queman el gas para no asumir los costos de captura. En este sentido, existe una gran probabilidad de que las emisiones de metano por parte de las instalaciones de petróleo y gas estén subestimadas, sin tener claro el impacto que tienen sobre el cambio climático.

De acuerdo con los científicos, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en la producción de petróleo y gas es una de las formas “más rápidas y rentables de frenar el ritmo del calentamiento global”. Por esta razón, la administración de Biden busca ampliar los controles y restricciones para la quema y venteo del gas natural. Asimismo, el gobierno estadounidense busca restablecer normas que durante la administración de Trump se revocaron; además ha presentado una iniciativa de ley para imponer una tasa sobre las emisiones de metano con el fin de desincentivar la quema y venteo por parte de la industria del petróleo y gas.

Durante el 2020 hubo una reducción desproporcionada de emisiones con respecto a la producción de petróleo y gas, (Dato crucial 3). Dicha reducción se explica debido a que históricamente la producción en la Cuenca ubicada entre los estados de Texas y Nuevo México ha superado la capacidad de las instalaciones, “forzando el sistema y dando lugar a las mayores emisiones observadas en cualquier cuenca de petróleo y gas de Estados Unidos”. Con lo anterior se evidencia que, si hay una reducción en la producción de petróleo y gas, las oportunidades de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son exponencialmente altas.

Datos cruciales: 

1. Las empresas de perforación quemaron 1 600 millones de pies cúbicos de gas en un solo día, cantidad suficiente para garantizar el abastecimiento del recurso para decenas de miles de hogares en Estado de Texas durante al menos un año.

2. En febrero de 2021 la emisión de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles en las refinerías, las centrales eléctricas y otras infraestructuras de la industria del petróleo y gas alcanzó 180 millones de pies cúbicos diariamente.

3. Durante la pandemia del 2020 la producción de la Cuenca de Pérmica se redujo 10%, mientras las emisiones de gases en efecto invernadero decrecieron 60%.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Desde la crisis del petróleo de 1973 se evidenció la gran dependencia de los recursos no renovables y la necesidad de recurrir a otro tipo de energías. No obstante, actualmente la estructura de poder de la industria petrolera sigue fortaleciéndose, acumulando inmensas cantidades de capital y contribuyendo a la aceleración del cambio climático. Las consecuencias lamentables de la tormenta invernal dan cuenta de la gran necesidad de optar por otras energías que tengan menor impacto en el medio ambiente, no sólo por las emisiones exorbitantes de gases de efecto invernadero producidas por las empresas petroleras, sino también porque los efectos del cambio climático se expresan en las pérdidas humanas por causa de las bajas temperaturas en Texas, así como las afectaciones a miles de personas alrededor del mundo por el cambio climático.